El efectivo truco para limpiar correctamente las farolas de un carro

Las farolas son una parte fundamental de los carros por su importancia a la hora de conducir y mantener a todas las personas que se encuentran en la vía fuera de peligro. Por ello, la necesidad de mantenerlas en buen estado, y para eso, aquí encontrará varias recomendaciones para pulir estas piezas del vehículo.

El cuidado de estos elementos es igual de necesario que todo el vehículo en sí, ya sea de manera interna como el motor, hasta las piezas externas, en el caso de las farolas, aprenderá a pulirlas en tres pasos para mantenerlas limpias, brillante y que el destello de la luz que otros carros ven, mejore.

Los materiales que deberá tener a la mano para este proceso son Cinta de enmascarar, bicarbonato de sodio, jabón desengrasante, vinagre, agua, un recipiente y un trapo seco. Estos elementos son muy fáciles de obtener y muchos ya los tendrá en la casa.

Luego de tener todos los materiales listos, deberá proteger la pintura del carro, porque en el proceso de limpieza se puede ver afectada, para ello, cubra cinta de enmascarar todas las partes de la pintura en la que el producto que fabricará para pulir pueda salpicar.

En necesario usar toda la cinta necesaria porque, dado que se usará bastante producto, podría ocurrir algo inesperado en su pintura y no se acarree una reparación costosa que seguro no vas a querer asumir.

En ese sentido, en un recipiente plástico, mezcle 1 taza de vinagre con 3 cucharadas de bicarbonato de sodio. Después, con jabón desengrasante, lave bien la farola hasta eliminar toda la grasa y la suciedad y enjuague.

Es importante aclarar que este paso de limpieza se debe repetir hasta eliminar todo el jabón o el producto limpiador. Luego, con un paño, se debe limpiar de manera uniforme las farolas y aplica la mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre que había preparado en la farola.

Dado el caso de que la farola no blanquee y permanezca de color amarillento, debe repetir ese paso varias veces. Finalmente, limpie la mezcla con abundante agua y seque con un paño absorbente suave.