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El Volkswagen Escarabajo fue destacado como símbolo de libertad por los fanáticos de la marca. | Foto: Fotos: 123 RF / El País

CARROS

Unos lo son por su valor sentimental y otros por el económico, aquí lo carros más queridos e inolvidables de Colombia

Por su diseño, practicidad y robustez mecánica, algunos vehículos se han convertido en un símbolo de la historia automotriz del país. Muchos aún ruedan por las calles y se destacan por su estilo propio.

25 de septiembre de 2022 Por: Daniel  Urrea Hoyos, reportero de El País 

Hay vehículos que trascendieron de ser un simple medio de transporte para convertirse en íconos de un valor sentimental y económico incalculable dentro de la industria automotriz.

Nacidos en diferentes épocas, poseen características especiales pensadas para todos los gustos, que han logrado conquistar los corazones de muchas personas alrededor del mundo. Y Colombia no es la excepción.

Marcas como Volkswagen, Renault y Fiat, que hicieron su debut hace muchos años, aún se mantienen en el recuerdo de los apasionados de los motores, pues su historia, impacto y singularidad han marcado un hito en la historia de generación en generación.

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El auto del pueblo

El Volkswagen Beetle, también conocido como Escarabajo, es uno de los modelos más recordados de la marca. No en vano, la producción en serie de este vehículo comenzó en 1945, logrando vender 21.5 millones de unidades de la primera versión en el mundo.

De acuerdo con Nicolas Behar, gerente de producto de Volkswagen, este carro trascendió fronteras por ser una obra maestra de la innovación, ya que su exterior curvo no solo le otorgaba una apariencia revolucionaria, sino que lo hacía más aerodinámico. Asimismo, la tracción trasera y baja altura al piso le proporcionaban excelente manejo, en comparación con otros modelos.Esto sin contar que su motor enfriado por aire requería menos mantenimiento y era fácil de reparar.

El auge del Beetle inició en Alemania y pasó por toda Europa hasta llegar a Estados Unidos y, finalmente, a Latinoamérica, donde en países como Colombia, se convirtió en el carro por excelencia de las familias. Ahí, sus versiones más clásicas fueron las de mayor acogida.

Según Harold Hoyos, fanático de la marca, el Escarabajo alcanzó el éxito por ser un auto que rompió con los estándares e impuso un sello único que siempre quedará guardado en la mente de sus adeptos. “El simple hecho que el motor no se encontrara en la parte delantera ya lo convertía en un símbolo de la contracultura y la unidad”, agregó.

Por su parte, Behar subraya que después de numerosas versiones y de ediciones especiales, Volkswagen decidió retirarlo del mercado en 2019, 70 años después de haberles vendido las primeras unidades a los norteamericanos.

Para marcar el fin de la primera generación se produjo una serie limitada de 3,000 modelos 1600i Última Edición, en 2003, en la fábrica de Volkswagen, ubicada en Puebla, México. La marca, en honor a ese modelo, le dio vida luego a lo que denominaron la Final Edition del Beetle en 2019, en la cual incluyeron dos colores exclusivos, junto con detalles cromados y un diseño de ruedas que evocaba las originales con costados blancos y detalles en colores.

El último Beetle producido se puede visitar en Wolfsburgo, en el Museo del Autostadt de Volkswagen, la fábrica de autos más grande del mundo, donde también se produjo la primera unidad de este modelo.

“El Beetle ha sido, y sigue siendo, aún después de haberlo descontinuado, un ícono de la modernidad. A pesar de que se le hicieron varias modificaciones, con el paso del tiempo, su esencia y su identidad nunca se perdió. Quien ve un Beetle, en cualquiera de sus versiones, sabe qué carro es”, concluye el gerente de producto.

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El amigo fiel

El Renault 4 fue el primer producto de la compañía francesa ensamblado en Colombia. Se presentó al público el 15 de julio de 1970 y en poco tiempo marcó la historia automotriz colombiana por ser económico, práctico y resistente.

Lo curioso, según Iván Ramírez, gerente de la división de marketing de Renault-Sofasa, fue su simplicidad, gracias a la cual se posicionó como un carro disruptivo que le mostró a Colombia una nueva forma de ver la industria y, de paso, democratizarla, dándole a nuevos grupos sociales la oportunidad de tener un auto nuevo para la familia.
Sus características dieron paso a rasgos que todavía prevalecen dentro de la industria y en las que el R-4 fue pionero, como tener motor delantero y con mejor eficiencia, tracción delantera, suspensiones independientes y el famoso concepto “Hatchback”.

El primero que produjo la empresa, identificado con el número de motor 198440, fue vendido el 26 de agosto de 1970 al médico Darío Mesa Upegui por el concesionario Agenciauto; 24 años después, el mismo concesionario decidió recuperarlo como modelo de colección y es ahí donde reposa este ejemplar.

“Actualmente, al ser ícono de la industria nacional, no nos extraña verlo dentro los autos de época con mayor sobrevaloración, con respecto a su apreciación comercial. Los entusiastas y clientes de la marca se han encargado de continuar su historia, donde clubes gratamente conformados mantienen el culto que merece. Su costo depende de su estado, pero sabemos que los que más se acercan a su estado de fábrica pueden ser los mejores rankeados", señala Ramírez.

De acuerdo con el directivo, la historia del Renault 4, no solo la cuentan los expertos en vehículos o historiadores, sino también cada familia, porque según él, este carro no solo cumplió un rol en el garaje, sino que se convirtió en un miembro más de los hogares colombianos.

Después de 22 años en el mercado, el famoso Amigo Fiel se despidió de Colombia en 1992 con 97.050 unidades comercializadas, todas ensambladas en el país.

El Renault 4 participó en competencias deportivas como
el Rally Colombia, para demostrar su resistencia y velocidad.

La Máquina

Sobrio, elegante y discreto. Así se describe al Fiat 125. Un vehículo de origen italiano, que se destacaba por su motor con eje de levas a la cabeza y que fue la gran novedad cuando llegó a Colombia en 1973, siendo el preferido de la clase media trabajadora.

Este modelo, que se popularizó rápidamente por su performance y tecnología, se lanzó en versión berlina, a la que en poco tiempo se sumaron la coupé o sport, la familiar y la pickup (multicarga).
Contaba con un propulsor de 1.6 litros y 4 cilindros en línea, que generaba una potencia de 110 HP, acoplado a una transmisión manual de 4 velocidades. El motor, típicamente italiano, se caracterizó por su doble árbol de levas a la cabeza, de ahí la denominación de Bialbero. Fue el primer vehículo en incorporar esa tecnología que, hasta ese entonces, estaba reservada para segmentos de alta gama o deportivos.

La Máquina, como también se le conocía, alcanzaba los 170 Km/h y frenaba con seguridad, gracias a su sistema de doble circuito de frenos, con disco adelante y tambores atrás.

La carrocería de la versión sedán se basaba en la del Fiat 1600, aunque presentaba faros cuadrados duales, una nueva parrilla y detalles estéticos, con algunos cromados.

En su interior, tenía radio AM, parlantes y sistema de calefacción y ventilación. Los asientos delanteros eran individuales, mientras en la banca de atrás podían viajar hasta tres personas.

Para Orlando Buitrago, fanático de Fiat, este automotor se destacaba por su espacio y comodidad, llegando a competir con otros como el Renault 12 y la Dodge 1500, que se estrenaron ese mismo año. “Fue el primer vehículo que tuve cuando era universitario y por ser tan amplio, podía llevar a mis amigos, además fue preciso para compartir con mi familia paseos de olla e incluso para llevar algunas cosas en los trasteos”, acota el profesional.

Otros modelos icónicos

-Topolino o Fiat 660, surgió en 1955 durante la posguerra italiana. Su aspecto de ratón, lo convirtió en un vehículo inconfundible, logrando así muchos adeptos a la marca. En Colombia, le llamaron el Verdadero Gigante y se ensambló en Bogotá entre 1977 y 1979.

-Chevrolet Sprint, se popularizó en Colombia en noviembre de 1986, por ser un carro económico, guerrero y fiable. Con carrocería de cinco puertas y un amplio espacio interior, alcanzó ventas de 1.200 unidades a solo dos meses de haber sido lanzado.

-Toyota Land Cruiser Fue en agosto de 1951, cuando este icónico 4X4 llegó a Colombia para convertirse en un aliado del campo. Por su fuerza, robustez y calidad, se adaptó fácilmente a la geografía del país. Alcanzó un alto nivel de reconocimiento, que aún se mantiene con modelos más nuevos y mejorados.

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