Atracos en moto: lo que hay detrás de esa temible modalidad delictiva en Cali
El video viral de un robo cometido en el barrio El Limonar, prendió el debate sobre este tipo de vehículos. ¿Faltan más controles a las motos que se mueven por Cali?
Miles lo vieron la semana pasada en el video que se viralizó: un hombre hace un atraco sin bajarse de la moto ‘señoritera’, en el barrio Pampalinda. Y en otro video, el mismo protagonista, realiza un hurto en El Limonar.
Las cámaras de seguridad privadas lo registraron y así fue como las autoridades comenzaron a rastrear la placa de la moto, lo que hizo que el ladrón abandonara el vehículo en inmediaciones del Puente de los Mil Días.
La Policía y la Fiscalía comenzaron a buscar al dueño de la moto, una BWS de placas VLO98E. Inicialmente circuló la versión de que era prestada, pero la Policía confirmó que se la habían robado en un atraco a una joven un día antes.
Ante la presión de las autoridades, que ya lo tenían identificado, gracias a las cámaras y a la tecnología; a las tres denuncias que interpusieron las víctimas y a datos que llegaron a la línea 123 de la Policía, que ofreció diez millones de pesos por información sobre el individuo, este se entregó el pasado martes al CTI de la Fiscalía, en el barrio Los Conquistadores.
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Fue cuando se supo que a sus 28 años, el sujeto ya tenía cuatro procesos por estupefacientes. El hombre se entregó y no se pudo judicializar porque aún no había llegado la orden de captura en su contra, pero finalmente, fue capturado.
Este es solo un caso de los 2677 hurtos a personas que, según el Observatorio de Seguridad de la Secretaría de Seguridad y Justicia de Cali, enfrentaron los caleños entre el 1 de enero y el 3 de abril de 2019. Cifras de la Policía Metropolitana de Cali arrojan que este año, solo en la Comuna 19, se presentaron unos 220 hurtos cometidos por un delincuente que se movilizaba en moto.
De hecho, esta comuna encabeza el top 5 de donde se registra el mayor número de robos en los que el agresor se apoya en una moto y hace de este medio de transporte su cómplice. Un promedio de 1.8 atracos por día solo en ese sector de Cali. Le siguen las comunas 2, 8, 10 y 17, en su orden, según estadísticas de la Policía Metropolitana de Cali.
El censo delictivo de la Fiscalía arrojó que entre marzo y octubre de 2018, en Cali se registraron 7198 denuncias de hurto a personas. De ese total, 3353 robos fueron cometidos desde motocicletas. Y de esa última cifra, 2103 se ejecutaron con la ayuda de parrillero, para un promedio de 62 casos por semana donde están involucrados el pasajero de la moto.
Los antecedentes por estupefacientes del presunto atracador de los videos de la semana pasada, denota un fenómeno que ha detectado la Policía: que un buen número de estos ladrones están asociados al tráfico local y consumo de drogas.
“No pertenecen a bandas organizadas, sino que son actores individuales que roban para intercambiar o comercializar los objetos hurtados y así adquirir sustancias ilícitas para su consumo”, comenta un investigador de esta problemática.
El atraco es el que se ejecuta en moto, lo que facilita huir fácilmente, sin ser detectados por las autoridades. “El hurto en motos está muy asociado, no solo al tráfico de estupefacientes, sino al porte ilegal de armas”, sentencia el investigador.
De 1334 denuncias de hurto a celulares – que es el objeto más robado– ocurridos entre enero 1 y abril 3 de 2019, en 255 casos los atracadores se movilizaban en moto, según Johan Loaiza, coordinador del Observatorio de Seguridad. Y de estos 255, en 140 el robo lo ejecutó el conductor solo, en 96 lo hizo con parrillero y en 19, participaron varias motocicletas.
Pero en el hurto a personas, en 591 casos el ladrón se movilizaba en moto, y de esos, en 313 casos, iba con parrillero, aunque no especifica si era mujer u hombre; en 205 el conductor ejecutó el robo solo, y en 73, fueron varias motocicletas.
Lo más claro para las autoridades, es que la mayoría de esas motos involucradas en hurtos son robadas, como pasó con la que utilizó el hombre del video.
Una de las mañas de los bandidos para ocultar sus actividades delictivas ante las autoridades, es cambiarle la placa a la moto, sobre todo, si es la que usa para su transporte personal. Pero las autoridades se han percatado de que algunos delincuentes compran una moto y la utilizan solo para cometer los hurtos.
También se han encontrado casos tan insólitos como conductores que tapan la placa con una toalla higiénica, aprovechando el adhesivo que esta trae. Otros embadurnan de barro las letras o los números y cuando la autoridad los requiere para un control, contestan: “Ay, es que se me embarró”, pero resulta que el día está soleado.
Es cuando los uniformados agudizan sus pesquisas y se toman el trabajo de llevar la moto sospechosa a la Sijín para verificar técnicamente si la placa corresponde a esa moto, al chasis, al motor.
Además, como el registro de tránsito dice de quién es la moto, pero no quién la conduce, la Policía ha implementado la estrategia de empadronamiento de motos, que consiste en que en cada control le piden al conductor todos los datos del supuesto dueño del vehículo, en el caso de que este diga que es prestada o algo así.
“Así sabemos quién es el dueño de la moto y quién es el que la está moviendo, porque muchas de esas motos son prestadas y/o alquiladas para delinquir”, dice el general Hugo Casas, comandante de la Policía Metropolitana de Cali. A partir de esta información, están elaborando una base de datos para poder consultar cuando aparecen motos “sin dueño”.
Esto debido a que bandas o personas alquilan motos para cometer delitos. Eso lo constató el general Casas, en reciente operativo realizado en la Comuna 20 contra el mototaxismo. “Allí inmovilizamos 21 motocicletas y cuando los ‘motorratones’ fueron a reclamarlas, se presentaron unos personajes que no sabían ni por cuál moto iban”, cuenta el oficial.
Pese a la restricción de parrillero hombre, se ven a diario en las calles.
Otro señuelo que usan los delincuentes para atracar es movilizarse en motos llamadas ‘señoriteras’. Como la que usó el hombre del hurto en Pampalinda y El Limonar: una BWS, o también se movilizan en la Cripton o en la AKT, que por pequeñas no despiertan la menor sospecha de las víctimas –como lo harían si utilizaran unas de alto cilindraje–, pero que pese a ser pequeñas, alcanzan buenas velocidades para la huida (entre los 100 y 120 kms por hora).
Con todo este panorama y más de 220.000 motos matriculadas en la ciudad, más otras de municipios vecinos circulando, la Policía Metropolitana de Cali ha intensificado sus controles para neutralizar este actuar delictivo, amparados en el Código Nacional de Policía, y en el decreto de restricción de parrillero hombre que rige para Cali.
Desde este año, que aplicar esta medida quedó bajo la responsabilidad de la Policía, entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2019, la Policía ha impuesto 2366 comparendos por parrillero hombre a conductores de moto en Cali, un promedio de 591 por mes.
No se sabe cuántos de ellos estaban solamente infringiendo una norma, pero tampoco se conocen cuántos planeaban cometer un hurto o incluso, un homicidio. Cabe recordar que de los 1161 homicidios ocurridos en Cali en 2018, 219 los cometieron sicarios en motocicleta.
“Este decreto nos ha ayudado muchísimo; si bien es cierto, el hurto a personas está elevado, sí le hemos logrado quebrar la tendencia al alza que traía. Adicionalmente, vemos una reducción importante en el hurto a residencias, hurto a comercio y en hurto a motocicletas, los cuales tienen una tendencia a la baja”, dijo el general Casas.
Por ejemplo, menciona, que esos hechos donde llegaban en moto a atracar a los clientes de un restaurante o de una cafetería, o cuando llegaban y se llevaban las cajas registradoras, ha bajado un 14 %, con 186 casos comparado con el mismo lapso de 2018. Igual, el hurto a residencias ha disminuido en 14 casos, con una baja del 2 %, modalidad en la que siempre están involucradas una o más motos, porque “vamos focalizando las acciones en comunas con mayor afectación en hurtos”, dice el alto oficial.
Sin embargo, Johan Loaiza, del Observatorio de Seguridad de la Alcaldía de Cali, sostiene que no necesariamente la medida ayuda a disminuir los hurtos en moto, pues se siguen cometiendo porque los delincuentes son muy hábiles, o porque a veces los ejecuta una parrillera.
El general Casas admite que los delincuentes se van acomodando a la norma, y así ya no lleven parrillero, como este sujeto de los videos, que va solo, muy seguramente van otros dos o tres más en motocicletas para cometer el delito, pues ellos no actúan solos, siempre están acompañados.
De ahí que Loaiza sugiere que se deberían establecer más controles a las motos, por parte de múltiples autoridades, tanto de Policía como de tránsito, porque se ha encontrado una alta correlación entre el incumplimiento a las normas de tránsito (no portan el Soat o la revisión técnicomecánica o se suben a los andenes o se pasan los semáforos en rojo para huir) y las que se usan para cometer delitos.
La moto, como lo denunció la extinta hermana Alba Stella Barreto, la transformadora del Distrito de Aguablanca, es un medio de transporte popular, pero también es la cuota inicial del ‘kit’ con el que las bandas criminales y del narcotráfico seducen e inducen a los adolescentes y jóvenes de zonas vulnerables para iniciarse en la vida delictiva.
Señalaba la hermana Alba Stella que el paquete lo complementan un buen celular, un millón de pesos al mes y un arma de fuego. Así el niño pobre del barrio deviene en ‘el duro’ de la esquina, de la gallada, que va escalando en el organigrama de la banda criminal y entra a engrosar las cadenas de hurto y sicariato en la ciudad.
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Cifras
Los objetos más hurtados son celulares (32%); objetos personales como joyas y relojes (21 %); dinero (16 %) y otros (31% computador, maletines, documentos, etc.). Y entre esos, el celular es como un cheque al portador porque garantiza una ganancia.
De las modalidades de hurto, el atraco callejero lidera la estadística: representa el 54 % de ellos, seguido del cosquilleo (8 %), factor oportunidad (18 %); raponazo (8 %) y otros (9 %), según cifras de la Policía Metropolitana de Cali.
Cabe recordar, que en todo el universo de hurtos que se presentan en la ciudad, el 29 % se hacen con armas de fuego; el 22 % con armas cortopunzantes; el 10 % con armas contundentes; el 1 % con escopolamina y el resto (36 %) se llevan a cabo sin armas, es decir, con intimidación, amenaza, fuerza, golpes, etc.