Han pasado más de 15 años desde que el relleno transitorio de Navarro recibió su última descarga de residuos, en junio del 2008. Había iniciado como un vertedero a cielo abierto en 1969, en un lote de 42 hectáreas que lo más cerca que tenía para la época era el barrio Ciudad Córdoba, a 3,5 kilómetros.

Así pasó más de tres décadas hasta que Emsirva, de la mano de la Superintendencia de Servicios Públicos, cerró el botadero para darle un manejo más controlado y enfocado en la protección del medio ambiente.

Se han adecuado senderos que podrían usarse para recorridos próximamente. | Foto: El País

Hoy el objetivo es consolidar un gran “pulmón verde” para Cali en un lugar que antes representaba contaminación. “La meta ambiciosa con el vertedero de Navarro es lograr su cierre técnico y ambientalmente seguro, así como la recuperación del terreno para darle un nuevo uso, preferiblemente uno que beneficie a la comunidad y al medio ambiente de la ciudad”, aseguró Adriana Betancourt Ortiz, gerente liquidadora de Emsirva.

Con la contención de los residuos y la prevención de contaminación en suelos y aguas subterráneas no solo han logrado que reverdezca el entorno, sino que también han vuelto las especies de flora y fauna que hacía mucho tiempo no habitaban el lugar.

Esto se debe al monitoreo de los pozos de aguas subterráneas, el cerramiento adecuado de todos los vasos, el bombeo de lixiviados hacia las piscinas y el sistema de captación y, a nivel general, al cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental 336 de 1999, ordenado por la CVC, y el 223 de 2003.

“Continuaremos trabajando por la restauración ecológica, recuperar la vegetación y la biodiversidad del terreno, transformándolo en un área para actividades recreativas o productivas. Los resultados de hoy muestran que es posible y viable en un tiempo corto, pero esta meta no sería posible sin una vinculación directa de la comunidad”, añadió Betancourt Ortiz.

Mapa con vista aérea del vertedero de Navarro, en el que se aprecian los botaderos antiguos (izq.), la zona de transición y las piscinas de lixiviados (der.). | Foto: El País

El vertedero cuenta con ocho piscinas de lixiviados y una planta de tratamiento de los mismos desde 2014, por donde han pasado más de 380.000 metros cúbicos de líquido en la última década. De momento, el efluente se entrega a la estación de bombeo de aguas residuales de Las Vegas para su posterior tratamiento en la Ptar Cañaveralejo.

Sin embargo, se espera que próximamente estas aguas tratadas en Navarro puedan ser reutilizadas en los sectores agrícola e industrial, completando el objetivo propuesto por Emsirva de economía circular.

Otros proyectos para Cali

Emsirva en liquidación también ha estado liderando otras iniciativas de aprovechamiento de recursos para economía circular en cuatro puntos de la capital del Valle apoyándose tanto en la ciudadanía como en las cuatro empresas de aseo que están operan actualmente: Promo Cali, Promo Valle, Veolia y Ciudad Limpia.

En estos se integran las comunidades, sectores económicos e incluso, la academia. Uno de los proyectos destacados es el que se realiza con la Universidad del Valle, donde se está gestionando el 100 % de los residuos orgánicos generados en el claustro para su transformación y reutilización.

Huertas que se ven beneficiadas del compost generado por el aprovechamiento de residuos, procesos de economía circular impulsados por Emsirva. | Foto: El País

Se proyecta un impacto positivo de entre 10.000 y 15.000 estudiantes, el 70 % de los cuales hacen parte de los estratos 1, 2 y 3.

“Consiste en hacer una recolección de los residuos que se generan tanto en el restaurante central, que produce alrededor de 5200 almuerzos diarios, como en los puntos que comercializan frutas o jugos al interior de la universidad. La empresa Promo Ambiental (Valle) lo que hace es que recoge estos residuos, los transforma en compost y nos devuelve un porcentaje importante para nosotros utilizarlo en los campos de práctica de ingeniería agrícola, que es una de las carreras que ofertamos en la Universidad del Valle, y también en dos huertas universitarias”, detalló Alexandra Moreno, líder del Grupo de Gestión de Residuos Sólidos de la Universidad del Valle.

Varios kilómetros al norte de la ciudad, aparece el sector de Santa Elena en el mapa de intervenciones. El trabajo que realiza Emsirva, con el apoyo operativo de Veolia y los ciudadanos de los barrios del sector, es la recuperación de los espacios públicos y zonas verdes, que han sido apoderados por los residuos dada la dinámica económica de la plaza de mercado.

Además de convertir puntos críticos en ejes paisajísticos, también se transforman hasta 400 toneladas de residuos de construcción y demolición y 70 toneladas de orgánicos para su aprovechamiento.

“La gente está feliz. Nosotros llevamos 12 años trabajando en un proceso fuerte de recuperación de espacio, pero llevamos enfocados un año entre la Carrera 31A y Carrera 32 con Calle 25. Nos pusimos de acuerdo en que no íbamos a dejar tirar más basura allí, donde se arrojaban 80 toneladas de basura diarias, y llevamos un año ya en el que no se tira una bolsa”, expone Carlos Arias, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio El Jardín.

Este render muestra la transformación final que se busca generar en la zona verde del sector de Santa Elena, exactamente en la Calle 25 entre las carreras 31A y 32, que era utilizada para arrojar residuos. | Foto: El País

Otra zona de impacto para la empresa en liquidación es el sector de La Isla, ubicado en la ribera del río Cali entre las calles 44 y 52, norte de la ciudad. Quienes han visitado el lugar conocen de primera mano el impacto por los residuos en las zonas verdes de la cuenca hídrica.

El objetivo es impactar paisajísticamente las zonas verdes y recuperarlas, lo que beneficiaría a unos 57.000 habitantes de la Comuna 4. También se recogerían más de 50 toneladas de RCD con el acompañamiento de Promo Cali para convertirlos en adoquines que luego serán utilizados en la adecuación de zonas urbanas para Cali, como parques, bulevares y zonas verdes.

“En la etapa inicial del proyecto se realizará el acondicionamiento y mejora del parque situado en la Avenida 2 Norte con Calle 44, a través de la instalación de adoquines fabricados a partir de la transformación. Este espacio contará con un sendero para trote y un espacio para plazoleta central”, señalaron desde Emsirva.

Para llegar al último punto hay que ir hasta una de las zonas más tradicionales de Cali: San Antonio. Allí el trabajo es con Ciudad Limpia y cerca de 200 restaurantes del sector gastronómico, quienes buscan transformar hasta 100 toneladas de residuos orgánicos en compost para la fase uno.