La Cop16 ya transforma a Cali. Tanto los hoteles como los restaurantes se alistan para ofrecerle una experiencia única a los cerca de 12 mil visitantes que asistirán a la cumbre, sobre todo por una estadística que puede determinar el futuro de la ciudad: el 50% de quienes asisten a las sedes de las Cop regresa al destino en plan de turismo junto a sus familias y amigos.
No son, sin embargo, turistas tradicionales. Los visitantes a las Cop esperan encontrar en las ciudades anfitrionas un turismo sostenible: que se recicle, que no se desperdicien alimentos, que hayan desaparecido los plásticos de un solo uso, por citar algunos casos.
“En ese sentido, desde la Cámara de Comercio de Cali en alianza con la Alcaldía, hemos dividido la preparación de las empresas para la Cop16 en dos grupos: las receptoras de la cumbre y las empresas de ‘adn’ sostenible, que tienen entre sus modelos de negocio la biodiversidad. En el primer grupo tenemos al sector gastronómico, hotelería, artesanos y operadores turísticos. Nos hemos articulado con Acodrés y Cotelco, para hacer una ruta de preparación para la Cop16, en la cual estamos acompañando a 1000 empresas. Preparamos tanto a los hoteles como a los restaurantes para que ofrezcan esa experiencia de cuidado del medio ambiente que espera encontrar el visitante de la Cop”, dice Luisa Fernanda Cadavid, directora de Fortalecimiento Empresarial de la Cámara de Comercio.
Durante la cumbre de la biodiversidad, Cali recibirá 196 delegaciones de igual número de países. Eso se traduce en 196 culturas distintas. El propósito de la ciudad es ofrecer una experiencia que no se olvide para que los visitantes regresen. Por ejemplo, en los hoteles, las delegaciones chinas demandan teteras en lugar de cafeteras; o disponibilidad permanente de arroz en el menú. Hacer sentir como en casa a quienes visitarán a Cali es cuestión de un mundo de detalles en los que ya se trabaja.
“Tanto en los hoteles como en los restaurantes y otros espacios debemos garantizar esa experiencia de turismo sostenible, con adecuada señalización de los lugares donde se deben dejar los elementos que se pueden reciclar y los desechos orgánicos. Tenemos que cuidar la imagen de Cali frente a la protección del medio ambiente, es la imagen que nuestros visitantes van a replicar por el mundo”, continúa Luisa Fernanda Cadavid, de la Cámara de Comercio.
Un asunto curioso es que algunos restaurantes analizan la posibilidad de cambiar el tamaño de las porciones. Mientras que para los comensales colombianos la abundancia de comida en el plato es satisfactorio, imprescindible para volver por segunda vez, para turistas de ciertos países no.
“Lo que algunos de los restaurantes planean es rediseñar la presentación de sus platos. Nuestra comida es muy rica, pero con porciones bastante grandes, que para el comensal internacional es algo que no siempre se ajusta a sus necesidades. Queremos evitar el desperdicio de alimentos, para que esto haga parte de la política de sostenibilidad que estamos implementando en la industria gastronómica del país. Pero también los restaurantes están eligiendo los mejores platos, o los más representativos, para ser promocionados en la Guía Gastronómica para la Cop16, una herramienta que lanzaremos en octubre, y en la que estarán los establecimientos afiliados a Acodrés”, dice Brany Prado, director ejecutivo en el Pacífico de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica.
En el restaurante Ringlete, de la chef Martha Jaramillo, ubicado en el barrio Granada, sin embargo, las porciones generosas se mantendrán intactas durante la Cop16. Para evitar los desperdicios, lo que se hace es invitar a los comensales a compartir y a probar diversos manjares del Valle del Cauca. En lugar de pedir cuatro aborrajados, por decir algo, pedir dos, para dar lugar a otra posibilidad, como una sopa de zapallo, una receta en la que se aprovecha desde la semilla hasta la cáscara.
La receta hace parte de la campaña ‘A qué sabe la Cop16′, lanzada por la Alianza Bioversity International y Ciat, una estrategia para que la ciudadanía conozca y converse sobre el concepto de biodiversidad partiendo de la riqueza de los alimentos que se cosechan en la región.
“A qué sabe la Cop16 es una campaña que busca mostrar el estrecho vínculo que existe entre la biodiversidad y nuestra comida. Cuando se habla de biodiversidad, el tema central de la Cop16, se piensa en animales y plantas exóticas, pero nuestros platos son biodiversos, el Valle del Cauca tiene la oportunidad de impulsar dietas súper diversas porque somos variados en la producción. Lo que la campaña busca también es visibilizar alimentos de nuestra biodiversidad que tal vez merezcan más ‘vitrina’. Elegimos 16 productos. Pero la idea es que la gente se sume a la campaña compartiendo en redes sociales recetas o contando a qué le sabe la Cop16″, cuenta Sara Rankin, investigadora del Ciat.
Varios restaurantes de la ciudad se unieron a la campaña para preparar platos con alguno de los 16 productos escogidos. Si Ringlete eligió el zapallo, el restaurante vegano Dulcinea, de Leonardo Carrara, escogió la chilangua y el chirarán, conocida como la albahaca de monte, plantas de azotea en el Pacífico con las que prepara un ‘no pescado’: es decir, una receta de lo que parece un pescado, pero hecho con tofu, en salsa criolla del Pacífico con arroz blanco y tostadas. El nombre del plato: De mar Amar.
El chontaduro, los ullucos, la yuca, el cacao, el achiote, el plátano, el cimarrón, el cacao, también hacen parte de la campaña A qué sabe la Cop16, a la que se unieron otros restaurantes como Valle Pacífico, la Sazón de la Negra Monik, Conservas al Natural en la Leonera, Delicias Timbiquireñas, Domingo, Donde León, Yo no soy chef, La Báscula, Historias en Bicicleta y Criollan Lovers.
Todos los restaurantes de Cali, por cierto, es probable que deban ampliar sus horarios durante la cumbre. En días de Cop, Cali deberá ser una ciudad donde la oferta de sus servicios trasnoche. Las negociaciones en la ‘zona azul’ se extenderán hasta altas horas, por lo que se busca que tanto restaurantes, como transporte y comercio, estén disponibles hasta tarde.
¿Dónde dormir en la Cop?
Cali es una ciudad de 110 hoteles, con alrededor de 4000 habitaciones que estarán copadas durante la Cop 16. Para recibir a los visitantes, ya se trabaja para que los colaboradores de los hoteles aprendan inglés o francés, los dos idiomas de la cumbre, o que por lo menos conozcan de las nuevas tecnologías de traducción de idiomas.
“El bilingüismo definitivamente va a ser muy importante para los hoteles. Se ha ido creciendo en la capacitación de nuestro personal, pero aún falta y la brecha es grande. Por eso otra alternativa es apoyarnos con los traductores voluntarios que la Alcaldía está fortaleciendo. Muchos de estos voluntarios van a estar en los hoteles, recibiendo y orientando a los visitantes de la Cop”, comenta Óscar Guzmán, presidente de Cotelco en el Valle del Cauca.
El gremio también acordó con la Alcaldía reforzar la seguridad tanto en los hoteles como en los alrededores, así como en las rutas que conducirán a los invitados a la Cop hasta el Centro de Eventos Valle del Pacífico, donde se desarrollarán las negociaciones.
“Se espera que la cop16 le aporte a la ocupación hotelera de la ciudad 85 puntos porcentuales. Esta cifra refleja el gran interés y la demanda generada por la conferencia en la ciudad. Además, otros tipos de alojamiento también experimentarán un aumento considerable, con un aporte a la ocupación de 35 puntos porcentuales, lo que implica que, sumando este aporte, más el mercado natural de Cali, en el marco de la COP16 la ciudad alcance un 93%, destacando la capacidad de la ciudad para acoger a una gran cantidad de asistentes”, agrega Óscar Guzmán.
Los otros tipos de alojamiento son los Airbnb, que aunque de momento no hacen parte de los planes de preparación para la cumbre que adelantan la Cámara de Comercio y la Alcaldía, ya se empiezan a promocionar en redes sociales con la etiqueta Cop16.