Considerado uno de los actos más emotivos y potentes que ha tenido la programación cultural de la COP16 de Cali, ‘La Coral: 300 Niñas Cantan a la Paz con la Naturaleza’ cautivó al público que agotó las entradas del Teatro Jorge Isaacs.
Un espectáculo en el que, rodeadas de una escenografía que representaba un manglar, cantaron 11 canciones que invitaron al cuidado del medioambiente, al respeto de las niñas y mujeres, a la prevención de las violencias contra las niñas, a condenar la guerra y a usar medios de transporte limpios, como la bicicleta.
Entre las letras que cantaron se escucharon frases como: “La tierra es una casita / muy redonda / redondita / La tierra es de agua, de tierra, de luz”; “Agua somos / agua soy / agua pura / agua / amor”; “Yo soy mi nombre / yo soy mi cuerpo / yo me respeto / Me cuido, me quiero”; “Las niñas cantamos juntas y felices / juntas nos cuidamos / y juntas cantamos pa’ que nuestro cuerpo sea respetado”.
Chila Pineda, líder de la Colectiva de Género y Derechos de las Mujeres del Minculturas, explicó que “las canciones las crearon pensando en las niñas y con las niñas. Los títeres que sacaron, todo lo hicieron en sus casas, tenían libertad para construirlo como bien quisieran”.
Estuvieron bajo la dirección del maestro Julián Rodríguez y con el acompañamiento de una banda integrada, en su mayoría, por mujeres, en una presentación con interpretaciones que mezclaron la ternura y la fuerza de las niñas y a la que el público, en el que estaban muchos de sus padres y madres, respondió con aplausos de pie.
Una de esas madres era Elisabeth Perdomo, migrante venezolana que vive en Buga. Al final de cada canción llamaba a Daira Nicole, su hija, intentando que la viera entre el público. Daira fue escogida hace unos meses en su colegio para hacer parte de La Coral, y comenzó a prepararse para el acto de este lunes.
“Vivimos el proceso con mucho amor. Fue una preparación muy bonita. Nosotros la llevábamos y la traíamos de los ensayos”, contó Elisabeth.
Son 370 niñas, entre 6 y 12 años, de escuelas públicas y casas de la cultura de diez municipios que hacen parte de un proceso de formación artística y fortalecimiento cultural pionero y sin precedentes.
Lo lidera la Colectiva de Género del Minculturas y propicia un espacio seguro de creación, aprendizaje y disfrute de la música para niñas de los municipios más afectados por el conflicto armado, la pobreza y la violencia estructural.
Esos municipios son Caloto y Miranda, en el Cauca; y Buenaventura, Sevilla, Jumbo, Jamundí, Florida, Cali, Tuluá y Buga, en el Valle del Cauca.
Tras la presentación, el ministro de las Culturas, Juan David Correa, dijo ante el público: “Hoy es lunes y hay un teatro lleno a las 3:00 de la tarde. Un teatro lleno de cuidado, un teatro lleno de amor, un teatro lleno de virtud. Este es un trabajo de las mujeres del Ministerio de las Culturas,las Artes y los Saberes. Así nos vemos: colectivos, horizontales, cuidadosos, cariñosos”.
Y le cedió la palabra a Diana Quigua, directora de Poblaciones del Minculturas, que concluyó: “La coral de niñas es un manifiesto a favor de la vida y, sobre todo, un llamado a favor de la construcción de la paz, a poner en el centro las voces de las niñas en un momento en que es vital seguir teniendo esperanza en este planeta. Tenemos que seguir dándoles toda la visibilidad que se merecen”.