Con el propósito de dar a conocer la importancia de las abejas para el ecosistema, además de educar para conocer la diferenciación de las especies de estos insectos, la Reserva Natural Madhú está realizando una serie de jornadas pedagógicas para la ciudadanía y comerciantes.
De acuerdo con Juan Martín Mejía, desarrollador de proyectos de Miel Madhú, es necesario aclarar que no siempre cuando se piensa en abejas es sinónimo de miel, debido a que el 95 % de estos insectos no son sociables ni producen esta sustancia dulce.
“La miel de la que principalmente hablamos aquí es la de una especie de abejas llamada meliponinas (que está dentro del grupo de abejas nativas), la cual tiene un mayor contenido enzimático, tiene más humedad y no es tan dulce”, explicó Mejía.
Este tipo de miel es tan especial que incluso puede llegar a ser más costosa y son necesarias muchas colmenas para lograr una pequeña cantidad. Por ejemplo, para producir cuatro canecas (de dos kilos) son necesarias alrededor de 40 colmenas de abejas.
Para conocer los procesos y explorar las alternativas gastronómicas que brinda la miel, recientemente integrantes del restaurante caleño Platillos Voladores visitaron la reserva natural. Su propósito es incorporar en algunos de sus platos esa experiencia de sabor única, con la que esperan impactar a quienes visiten la ciudad durante la COP16.
“Como no es un producto gastronómico establecido, la propuesta va a que sea de consumo directo. Es decir, que no se va a usar principalmente para una receta, sino que se va a probar directamente para que se reconozca bien la miel solita”, ejemplificó Mejía.
El recorrido y la capacitación se realizaron en El Cerrito, Valle del Cauca, en las instalaciones de la Reserva Natural Madhú, la cual funciona desde hace 15 años.
“El foco de la COP16 es la biodiversidad, saber qué acciones se deben tomar para cuidarla, por eso es importante entender la miel de abejas nativas. Estamos en el mismo renglón cuando hablamos que debemos conocer la diversidad de abejas que tenemos. Eso no solamente puede aportarle a los restaurantes, sino también a todo el país para romper el paradigma de que la abeja es solo la que pica o que todas hacen miel”, comentó el especialista.
En la Reserva Madhú hay tres colmenas que se van a utilizar para proveer al mencionado restaurante, pero también van a ser utilizadas algunas que están ubicadas en San Rafael, Antioquia.
Otra de las cualidades de la miel de las abejas nativas es que puede llegar a cambiar de sabor con el pasar del tiempo o con las condiciones de manipulación, algo diferente a la producida por otras especies como las Apis, de la cual se han encontrado reservas que tienen hasta 3000 años sin ningún tipo de variación.
“No hay un método establecido para conservar la miel, puede ser refrigeración, maduración o incluso algunas se estabilizan solas”, comentó Mejía al explicar la forma en la que se debe conservar este líquido una vez es extraído de las colmenas.
Desde esta reserva además se recordó que las abejas no solamente son importantes por la miel que pueden llegar a producir, sino por su valor ecosistémico, debido a la polinización que hacen en gran parte de la capa vegetal.
Por ejemplo, sin la existencia de las abejas podrían llegar a morir muchas especies de plantas, lo que podría llegar a ser catastrófico para la naturaleza.
En Colombia se estima que hay alrededor de 500 especies de abejas, siendo uno de los países con mayor variedad de estos insectos, de ahí también la facilidad de encontrar diversos tipos de plantas en el territorio nacional.
“En 23 departamentos se reportó al menos un meliponario. Antioquia con 66, Cundinamarca con 14, y Caldas con 11 son los departamentos con mayor número”, informó el instituto Humboldt, el cual se encarga de estudiar y concientizar sobre la biodiversidad en Colombia.
Las amenazas más grande de las abejas nativas en Colombia son el uso de pesticidas y la deforestación de los bosques.