Organismos multilaterales como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Pnud, la banca privada y entidades privadas, vienen desarrollando importantes inversiones en el país para el cuidado y fortalecimiento de la biodiversidad.
El Pnud, por ejemplo, en el marco de la COP16 presentó la iniciativa Financiamiento de la Biodiversidad, Biofin 2024, que ofrece una hoja de ruta práctica para que los países aprovechen la financiación adicional necesaria para ampliar la protección de la biodiversidad. Su objetivo es apoyar a 130 países en los que el Pnud está trabajando con los gobiernos en planes de financiación de la biodiversidad.
Biofin ha ayudado a impulsar más de mil millones de dólares en financiamiento para la naturaleza en 41 países desde 2018.
Actualmente, está apoyando a 23 países en la detección y ecologización de subsidios perjudiciales, con Colombia, Tailandia y Filipinas a la cabeza.
“La pérdida de biodiversidad, la inestabilidad climática y la degradación de la tierra son crisis entrelazadas, y las soluciones implican desviar los flujos financieros públicos y privados de las inversiones que dañan la naturaleza hacia políticas económicas positivas para la naturaleza”, dijo Marcos Neto, secretario general adjunto y director de la Dirección de Políticas y Apoyo a Programas del Pnud.
En esa misma línea, la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe) anunció un programa de US$300 millones para conservar y restaurar los ecosistemas estratégicos clave de la región, como la Amazonía, los bosques Atlánticos, el Pantanal, el Chaco, la Patagonia, la Antártida y la Corriente de Humboldt, entre otros.
“Estos US$300 millones son tan solo el comienzo, pues vamos a ofrecer una herramienta de identificación de proyectos de calidad para canalizar recursos de donación y financiamiento, lo que incentivará nuevas inversiones para proteger la biodiversidad en nuestros países”, dijo el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados.
Entre tanto, en agosto último, junto con el banco BBVA anunciaron una línea de crédito de dólares con la finalidad de financiar iniciativas de preservación de la biodiversidad que tengan un impacto positivo en los ecosistemas estratégicos, como el uso productivo de la tierra, la producción pecuaria sostenible y la restauración de cuencas y conservación de bosques, entre otros. Precisamente, el grupo financiero BBVA ha movilizado más de US$32 millones para el apoyo a iniciativas dirigidas al cuidado de la biodiversidad en Colombia.
Igualmente, realizó la emisión del primer Bono Azul en Colombia, el cual ha financiado más de US$15 millones para proyectos que cuiden el capital acuático colombiano.
Por su parte, Finagro ha puesto en marcha la Línea de Transformación Productiva y Sostenible, que apoya la financiación de proyectos productivos que integren prácticas resilientes y sostenibles. Esta línea ya ha financiado más de $26.000 millones en proyectos durante 2024, lo que representa un crecimiento del 56 % respecto al año anterior.
“Nuestra misión es trabajar por un campo incluyente, equitativo y sostenible, para generar mejor calidad de vida y bienestar a la población rural colombiana. Nos hemos propuesto incluir criterios ambientales en el 100 % de nuestras colocaciones para el año 2026″, afirmó Alexandra Restrepo, presidenta de Finagro.