Los casos atendidos por enfermedades visuales durante el 2016 aumentaron con respecto al 2015. Y, aunque las enfermedades auditivas disminuyeron levemente siguen preocupando en la ciudad.

El año pasado se atendieron 104.428 casos por trastornos de la vista en la Clínica Visual y Auditiva del Instituto para Niños Ciegos y Sordos, comparado con el 2015 en donde se atendieron 90.664, una diferencia de 13.764 casos. Por afecciones en el oído se registraron 93.778 casos el año anterior, a comparación del 2015 en donde se presentaron 95.039 casos de otorrinolaringología.

La patología más recurrente del oído fue la hipoacusia neurosensorial, mientras que las enfermedades más frecuentes de la vista fueron la presbicia, el astigmatismo, la miopía y la hipermetropía. (Ver recuadro).
Entre las principales patologías de ceguera que se pueden diagnosticar a tiempo para prevenirlas se encuentran el glaucoma, la retinopatía diabética y las cataratas seniles.


Pablo Andrés Rodríguez padece un problema visual: glaucoma. Relató que en su infancia solo tenía el 10% de vista y ahora presenta un 40% aproximadamente. Ingresó a la Clínica Visual y Auditiva a sus 11 años y duró tres y medio en tratamiento en esa institución; en ese tiempo le realizaron dos cirugías. La primera a los 13 años y fue una implementación de válvula que consistió en controlar la presión del ojo porque presentaba alteraciones e inclusive podía perderlo. La segunda fue un trasplante de córnea y se la realizaron a los 17 años.

Si las enfermedades de ojos y oídos no son tratadas a tiempo pueden provocar consecuencias como ceguera y sordera, advierte la Clínica Visual y Auditiva para que se hagan consultas y diagnósticos a tiempo.
“Me hubiera gustado que el proceso con el Instituto empezara cuando yo estaba muy niño. No lo hice por desconocimiento porque mi mamá pensaba que el costo de la mensualidad era elevado. Al momento de entrar todo cambió”, dijo Rodríguez.

Actualmente tiene 19 años y estudia en el Liceo Renacer. Pablo expresó que “el apoyo que dan los médicos al tema de la rehabilitación me ha favorecido mucho. En el Instituto aprendí muchas cosas como el braille y el ábaco”.

A Pablo le diagnosticaron glaucoma cuando tenía tres años. “Comencé el trámite en el Hospital Departamental y y luego pasé al Instituto para Niños Ciegos y Sordos, de ahí me empezaron a dar las citas médicas y los controles”, afirma.

La disminución de su vista no ha sido un impedimento para él ya que ha podido desarrollar todas sus actividades diarias con facilidad.

El paciente contó que “esta patología se controla con unos medicamentos que se deben aplicar de por vida y así se regula la presión ocular. Mejoré un 30% de la visión a raíz de las cirugías que me realizaron. Antes de las cirugías no tenía prácticamente nada de vista”.

Además aseguró que el costo de las mensualidades, durante su permanencia en la clínica, eran de bajo costo y sus recorridos eran subsidiados por la institución en un 50%. Las operaciones de Pablo no tuvieron ningún costo porque se las realizó a través de su EPS.
“Hasta ahora siento que voy bien. Me quedan algunos puntos en el ojo por soltar, pero hay que esperar para definir qué pasará luego”, concluyó.

Doris García de Botero, directora general del Instituto para Niños Ciegos y Sordos, dijo que “lo más importante es trabajar por la promoción y prevención de toda la salud visual y auditiva”.

Además afirmó que “en la parte auditiva hacemos detección temprana en los niños de 0 a 6 meses en el Hospital Universitario del Valle, HUV, y Hospital San Juan de Dios. El objetivo es empezar desde pequeño su programa de rehabilitación porque en los primeros años de vida es cuando el niño tiene más capacidad cognitiva”.

Hasta el momento, en la Clínica Visual y Auditiva se han realizado 1.743 servicios auditivos, 2.054 servicios visuales, 359.140 terapias y 195.342 cirugías.

Las personas con discapacidad visual y auditiva se atienden todos los días en el Instituto para Niños Ciegos y Sordos. “Son de todas las edades, desde los 0 hasta los 100 años”, explicó la directora general del Instituto para Niños Ciegos y Sordos.

Glosario

  • Hipoacusia neurosensorial bilateral: pérdida de la audición que se clasifica en leve, moderada, severa y profunda.
  • Presbicia: pérdida de la capacidad para enfocar de cerca. Ocurre en personas mayores de 40 años.
  • Astigmatismo: Defecto refractivo que se caracteriza por una visión distorsionada de las cosas, esto se da por una curvatura irregular de la córnea.
  • Miopía: Trastorno refractivo que produce la visión borrosa de objetos lejanos.
  • Hipermetropía: Trastorno refractivo que afecta principalmente la visión cercana.
  • Glaucoma: Enfermedad del nervio óptico que causa deterioro progresivo del campo visual y que puede llevar a la pérdida de la visión.
  • Retinopatía diabética: Es una afectación ocular en pacientes con diabetes que se origina en el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina.
  • Cataratas seniles: Es la opacificación del cristalino asociado a la vejez que puede llegar a afectar de manera severa la visión, siendo la primera causa de ceguera en el mundo.
  • Disminución de la prevalencia de ceguera por retinopatía de la prematuridad: Enfermedad de la retina asociada a la prematurez y bajo peso al nacer. Es la primera causa de ceguera infantil.
  • Vértigo periférico: Vértigo que se produce por una afectación del oído interno y el nervio vestibular. Se asocia a la pérdida de la audición y la presión en los oídos.
  • Los términos son definidos por Antonio Veira del Castillo, oftalmólogo de la Clínica Visual y Auditiva.