Tras renunciar a la presidencia del Fondo Nacional de Turismo, Raquel Garavito Chapaval fue nombrada como gerente del Fondo de Adaptación, entidad que aporta las dos terceras partes de los recursos para el Plan Jarillón de Cali y que trabaja de la mano con las autoridades locales para adelantar las labores de reforzamiento del dique y la asignación de viviendas a las familias asentadas en el territorio.

La posesión del cargo se realizó en el Hotel Marriot, en el oeste de Cali, en donde el presidente Iván Duque estuvo reunido con el empresariado en la tarde del pasado jueves.

“El hecho de que el Mandatario haya querido hacer la posesión de la nueva gerente en Cali envía un mensaje de compromiso con la ciudad y el departamento”, aseguró Garavito, quien además de ser abogada, es maestra en gestión empresarial de la Universidad de Miami.

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Para este 2021 el Fondo Nacional de Adaptación fijó la meta de entregar 740 viviendas y reforzar cuatro kilómetros del jarillón para dejar 21 listos. ¿Cuál es el avance en lo corrido de esta mitad de año?

De los 26 kilómetros que se deben reforzar en su totalidad, hasta la fecha ya se han construido 19,5, por lo que el riesgo se ha mitigado en un 81 %. Yo sé que este es un proyecto que ha tenido algunos retrasos históricamente, pero sí hay demostración real por parte del gobierno del presidente Duque de acelerar las obras. La meta es que en 2022 terminemos las siete fases que tiene el reforzamiento del jarillón.

Cuando recibimos este proyecto, se encontraba en un 30 %, pero hoy está cercano al 76 %: es decir, estamos hablando de un avance más significativo en dos años y medio que en lo corrido de los ochos años anteriores. Ya tenemos listas para entregar las etapas 1, 2 y 3; solo resta cuadrar algunos temas con la Alcaldía y la CVC.

¿Qué tipo de temas, gerente?

Son temas absolutamente legales, de momentos, de verificación de actos de entrega; son más que todo documentales. Al finalizar este año vamos a entregar tres etapas más (o sea las 4, 5 y 7), y la etapa 6 la entregaríamos al finalizar el próximo año. Estamos hablando de que aquí a finales del 2022 estaríamos entregando el reforzamiento como bloque que nos va a ayudar en todo el tema de impacto.

Pero el gerente anterior, Édgar Ortiz Pabón, aseguró al momento de asumir el cargo en 2019 que para este año se tendría listo el reforzamiento en su totalidad...

No solo la pandemia afectó a los proyectos del Fondo de Adaptación, sino también el rendimiento de todas las obras de tipo público y privado del país. Y las situaciones de orden público de los dos últimos meses también han retrasado las obras. Sin embargo, ya hemos llegado a acuerdos con los contratistas, no solo con el tema del jarillón, sino para todas las obras de infraestructura con el fin de aumentar las horas de trabajo diarias y reducir los tiempos de entrega. ¿En cuánto los vamos a reducir? Estamos en esas conversaciones, pero la idea es que no supere el 2022.

Así como piensan acelerar las obras de reforzamiento, ¿cómo van a replicar esta meta en la entrega de viviendas? Esto es porque el Fondo tiene pendiente la entrega de 1300 viviendas en proyecto habitacional y 449 bajo la figura de compensación económica a título de subsidio (CATS).

Hasta el momento hemos entregado 3066 viviendas (3034 en proyectos habitacionales y 32 en CATS). Ahora, la idea es revisar cómo ese censo para acceder a la vivienda ha ido variando desde el año 2013, pues en el marco de los desastres naturales a veces se inscribe más gente que la que realmente está afectada. Eso es un fenómeno que no solo pasa en Colombia, sino en distintas partes del mundo donde hay un desplazamiento al momento de que el Estado anuncia cualquier tipo de auxilio. A medida que vayamos entregando, iremos depurando ese censo. La última depuración la tendremos que hacer prontamente para ver cómo es el plan de entrega del resto de las viviendas mientras hacemos el resto de la intervención.

Ya nos reunimos con María Isabel Ulloa, directora ejecutiva de ProPacífico (supervisor del contrato), y el alcalde Jorge Iván Ospina, pero tenemos que sentarnos de nuevo para definir lo de las viviendas.

¿Pero ese censo se va a ver incidido por las nuevas invasiones que se presenten sobre el jarillón del río Cauca?

No necesariamente, una cosa es el censo inicial y lo otro es cómo se adelanta el proceso de reubicación de las familias existentes. Pero antes de afirmar sí o no frente a esa inquietud, debemos sentarnos todas las partes a verificar.

Precisamente, el reasentamiento ha sido uno de los grandes retos del Plan Jarillón. ¿Por qué es un proceso que todavía es tan engorroso?

Primero, muchas veces esas viviendas están compuestas no solo por la parte familiar, sino por lo comercial, entonces nos toca negociar con las familias, porque cuando tú das el subsidio de vivienda no te puedes meter en la parte comercial, por lo que toca revisar qué otras propuestas puede haber; tenemos fundaciones en el Valle y a nivel nacional que eventualmente pueden ayudarnos en ese aspecto. Y el otro tema es que a la gente le cuesta mucho desprenderse de su territorio, a pesar de los riesgos que puede tener en determinadas zonas.

Ya hay unas metas trazadas desde meses pasados en el Fondo de Adaptación, pero con su llegada al cargo, ¿cuál es su apuesta personal?

Yo creo que hay dos temas esenciales que abordar. El Fondo ya viene de una transformación importante desde que iniciamos el gobierno del presidente Duque, por lo que es una entidad que hoy podemos decir que está saneada y organizada. Y la gran meta es volvernos grandes ejecutores y hacerlo en tiempo récord para terminar la mayor cantidad de proyectos al finalizar el periodo del Presidente.

En su lectura personal, ¿en qué cree que se ha rajado, pero también ganado, la ciudad a propósito de los avances del Plan Jarillón?

Por el contrario, no creo que la ciudad se haya rajado. Este es un proyecto con unos niveles de complejidad muy grandes que a veces la gente no entiende. El hecho de hacer intervenciones tan grandes, que tenga componentes de acueducto, de vivienda y reforzamiento de infraestructura implica un reto para cualquier ciudad del país. El Plan Jarillón habría sido difícil en cualquier ciudad de Colombia.
Si bien ha habido algunas dificultades en el camino, que me parecen que son normales en obras de esta naturaleza, cuando el sector público, las entidades territoriales y el sector privado se unen, demostramos que se pueden llevar a cabo proyectos exitosos. ¿Que se haya podido hacer más rápido en algún momento? Me parece que eso es historia del pasado, pues desde que llegó este gobierno, lo que hicimos fue acelerarlo.

¿Cómo se puede garantizar que no haya sobrecostos?

El presupuesto inicial está muy ajustado a lo que hoy en día está pasando, a pesar de que se elaboró en 2013. Estamos cumpliendo con los números, no nos hemos pasado, siempre se habló de un billón de pesos, y ahora hablamos de $963.000 millones. Ojalá podamos seguir manteniendo los mismos costos, no es algo que podamos asegurar.

Sobre la nueva gerente

Raquel Garavito Chavapal es abogada de la Universidad del Rosario de Bogotá (2012).

Graduada de una maestría de Gestión Empresarial de la Escuela de Negocios de la Universidad de Miami (2015).

Fue Asesora de Despacho del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.

Cónsul por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores en Nueva York.
Presidente del Fondo Nacional del Turismo, Fontur, entre febrero del 2019 y mayo del presente año.