Los indicadores ambientales de la ciudad, según datos recientes de Cali Cómo Vamos, no son nada alentadores: cinco de los siete ríos que surcan a la capital del Valle presentaron deterioro, se presentó un incremento del 60% en las quejas por ruido y por cada habitantes de la ciudad solo hay 4,6 metros cuadrados de zonas verdes.
“La mayor satisfacción con aspectos del medio ambiente en Cali se relaciona con la cantidad de árboles en la ciudad, mientras la mayor insatisfacción está con la cantidad de basuras en la calle”, señala el informe.
En relación con los desechos, en 2022 se dispusieron 625.830 toneladas de residuos sólidos por parte de los operadores en la ciudad, cifra 3,1% menor respecto al año anterior.
Se debe mejorar medición para determinar calidad del aire
Dentro de los contaminantes del aire en Cali sobresale el material particulado menor a 10 µm[1] (PM10), el cual es monitoreado por el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma, en algunas estaciones de la ciudad.
De acuerdo con el inventario de gases de efecto invernadero (GEI) para el periodo 2016-2021 suministrado por el Dagma, en 2021 en la ciudad se habrían generado 2.750.973 toneladas de GEI, cifra que representó una reducción en relación con 2020.
“Por sectores, lo que más toneladas de GEI generó en 2021 fue el transporte (43% del total generado en la ciudad), seguido de los residuos (35%), energía estacionaria (22%) y la Agricultura, Ganadería, Forestación y otros Usos del Suelo (0,3%)”, sostiene Marvin Mendoza, coordinador del Programa Cali Cómo Vamos.
Contaminación del río Cauca
Dos de los indicadores para medir el grado de contaminación del agua en el Río Cauca, el principal afluente que pasa por la ciudad y abastece el 70% del agua potable de Cali, son las cargas contaminantes de Demanda Biológica de Oxígeno (DBo5) y la cantidad de Sólidos Suspendidos Totales (SST).
En 2022, el río Cauca recibió por cuenta de la ciudad 32.507 toneladas de DBo5 y 24.269 toneladas de SST, cifras que representaron una reducción de 6,5% y un aumento de 1,2%, respectivamente, en relación con 2021.
Aumentaron las quejas por ruido
La contaminación acústica es el incremento de los niveles sonoros del medio ambiente, el máximo nivel de ruido permisible es de 65-70 decibeles (dB) en el día y 50-55 dB en la noche.
La última información disponible para Cali corresponde al 2019, año en el cual las comunas 9 y 20 se destacaron por altos porcentajes de personas expuestas a niveles de ruidos superiores al máximo permisible.
Por su parte, en relación con las quejas por exceso de ruido, en 2022 se registraron 1.250, cifra que representó un incremento de 66,1% frente a 2021, y el registro más alto en los últimos 4 años.
“El Dagma, por medio del grupo de Gestión de la Calidad Acústica Ambiental, evalúa los niveles de presión sonora en establecimientos generadores de ruido, para cumplir con sus funciones. En 2022 realizaron 476 operativos y 1.084 visitas de ruido, datos significativamente superiores a 2021″, dice el documento.
Los residuos sólidos, un dolor de cabeza para los caleños
En 2022, en Cali, se dispusieron 625.830 toneladas de residuos sólidos por parte de los operadores en la ciudad, cifra 3,1% menor respecto al año anterior.
Adicionalmente, las toneladas de residuos sólidos de aprovechamiento (reciclados) disminuyeron en 2022 un 8,8% ,frente a 2021.
Se necesitan más espacio público
En cuanto a espacio público, la mayor satisfacción de los caleños se encuentra con los escenarios deportivos, zonas verdes, parques, plazas, plazoletas, bici carriles y luminarias públicas; sin embargo, en ninguno de los casos se supera el 45% de caleños satisfechos.
A su vez, en el caso de los andenes, las bancas, las canecas y los baños públicos, la insatisfacción de los caleños es más notoria y alcanza cifras hasta del 66%.
Las cinco recomendaciones
A partir de los datos suministrados por la Alcaldía Municipal y los entes involucrados, así como con la encuesta de percepción ciudadana, estas son las recomendaciones de Cali Cómo Vamos.
“El primero es mejorar el monitoreo de los contaminantes del aire, en 2022 ninguna estación alcanzó el mínimo de datos requeridos en la medición de PM10, por lo que las mediciones son a manera indicativa”, expresó Marvin Mendoza.
Del mismo modo sugieren implementar estrategias que reduzcan la contaminación de fuentes hídricas, aunque las cargas contaminantes de SST disminuyeron no lo hicieron las de DBo5. Igualmente, 5 de los 7 ríos de la ciudad perdieron calidad de su agua tras su recorrido por Cali.
La tercer recomendación es mantener la tendencia al alza en los operativos y visitas de ruido que realiza el Dagma, aplicando medidas que repercutan positivamente en los niveles de contaminación acústica.
“También es importante continuar con operativos de mantenimiento de individuos arbóreos, así como el incremento de plantas sembradas en la ciudad”, añadió Mendoza.
Por último, aumentar los metros cuadrados de zonas verdes y parques por habitante, estos espacios son fundamentales para la salud de los ciudadanos.