Pocas cosas en Cali son tan celebradas y condenadas, al mismo tiempo, como la Feria que se celebra desde hace 63 años entre el 25 y 30 de diciembre.

La paradoja se repite, como disco rayado, cada año: Que porque es gratuita y debería cobrarse para darle “alcurnia”, que se privatizaron los eventos centrales y deberían ser gratuitos; que hay graderías que obstaculizan el tráfico en la Autopista Sur; que hay barreras en las graderías que no dejan ver los desfiles; que debería volver la cabalgata, que no debe haber más eventos que involucren animales; que por qué cantó un artista internacional y no uno local; que los desfiles son cortos, que los desfiles son demasiado largos…

Este año la Feria de Cali dejará de hacerse en las calles para tener como escenario los televisores y las pantallas de los celulares. Un esquema que Corfecali consideró desde mayo de este año, teniendo en cuenta el comportamiento de la pandemia, pero que se hizo oficial solo hasta hace una semana cuando el alcalde Jorge Iván Ospina anunció que el evento cumbre de la cultura caleña costará $11.336 millones.

“Será la oportunidad para que nuestra ciudad sea vista en el mundo entero. No es una idea que tenga como pretensión malgastar un recurso público, sino que se pretende invertir dinero en la movilización de un sector cultural, en hacer marketing de ciudad y adaptarnos a nuevas realidades”, argumentó el Mandatario.

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Esa decisión, que ha sido celebrada por artistas que ven en el evento una redención económica tras un año para el olvido, también ha sido vista con recelo desde algunos sectores que piensan que es inoportuno e innecesario realizar la Feria bajo las condiciones actuales.

Festivales importantes del mundo este año se han suspendido, sin siquiera considerar la virtualidad o la semipresencialidad, en aras de dos preceptos: no generar aglomeraciones que multipliquen los contagios y no arriesgar la calidad de los eventos ni la experiencia de los asistentes.

Ese fue el caso de Coachella, festival de música que se realiza en abril en California, Estados Unidos, y que este año, aunque se reprogramó, terminó siendo cancelado. Algo similar ocurrió con el Carnaval de Río, en Brasil, para el que se decidieron aplazar los desfiles previstos para febrero del próximo año.

En Colombia se suspendió el Carnaval de Barranquilla del próximo año, programado entre el 13 y 16 de febrero. Asimismo, en Riosucio, Caldas, se determinó suspender la versión 2021 del carnaval, que se celebra cada dos años en los primeros días de enero.

No obstante, en Pasto, la capital de Caldas y Medellín se ha optado por seguir adelante con el Carnaval de Negros y Blancos, la Feria de Manizales y la Feria de Las Flores, respectivamente. El primero será virtual en los primeros días de enero del 2021 y, según explicó el alcalde de Pasto, Germán Chamorro, se hará “de forma muy austera, porque solo tenemos $200 millones de la estampilla procultura y eso es lo que podemos invertir”.

Una Feria diferente

De los $11.336 millones que costará la Feria virtual, según cálculos de Corfecali, $7905 millones (70 %) se destinarán para todo lo asociado con artistas.

De acuerdo con el gerente de Corfecali, Alexánder Zuluaga, $5434 millones serán para el pago de los honorarios de artistas, orquestas, escuelas de baile. Entre asistentes de producción, escenografía, personal de conceptualización, coreógrafos, realización de video, derechos de autor y demás arandelas se irán $979 millones. Mientras que para equipos de amplificación de sonido, camerinos, sillas, mesas, ‘mapping’, luces, pantallas, transmisiones se destinarán $1492 millones.

Según Corfecali, en la Feria participarían 6832 artistas y 640 empresas del sector cultural y creativo.

Los $3431 millones restantes (30 %) serán para producción logística, promoción, estampillas y carga impositiva.

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En total, la Feria de este año contará con 73 eventos, lo que representa 16 más que las 57 actividades que se realizaron en la versión 2019, que fue presencial. Entre ellos se cuentan seis eventos centrales.

Sin embargo, Zuluaga señaló que la mayoría de esos eventos serían los encuentros comunales bioseguros, pues se proyecta hacer 67 eventos culturales con público en cada comuna de la ciudad. Para este fin se tienen aforados $3420 millones, pero su ejecución estaría atada al comportamiento de casos de Covid-19 que haya a finales de este año: si hay un elevado reporte de casos y las UCI tienen alta ocupación, los eventos se desestimarían.

“Eso servirá para generar circulación de artistas y el mayor impacto que tendremos en el gremio estará ahí, por lo que si no se realizan nos ahorraríamos esa plata, pero no tendríamos cómo darle lugar a las escuelas que no estuvieron en el Salsódromo o las orquestas que no estuvieron en eventos grandes”, explicó Zuluaga, quien señaló que los encuentros bioseguros se realizarían en unidades y centros recreativos, con un aforo del 30 %.

Y aunque el Gerente de Corfecali advirtió que ya están definidos los costos de cada evento de la Feria, dijo que aún no se revelan debido a que se están haciendo modificaciones “para generar más impacto en el artista”.

Las inversiones, con miramientos

Las cifras preliminares arrojadas por Corfecali aún no terminan de cuadrar a algunas de las partes que se verían beneficiadas con la Feria. Cantantes y bailarines consultados por este diario, quienes prefirieron mantener bajo reserva su nombre, advirtieron estar preocupados porque temen que los recursos no se irriguen entre quienes más los requieren y que solo sirvan para aliviar el hambre de forma pasajera.

“Solamente han dicho que van a contratar a las mismas 32 escuelas del año pasado para el Salsódromo, ¿y el resto? Hay quienes se están sosteniendo con las uñas porque no tienen ningún apoyo. La Feria va a ser para pocos”, dijo Juliana*, bailarina y coreógrafa.

Igualmente, María*, de una de las academias de baile de la ciudad, indicó que “al Alcalde las escuelas le presentamos un proyecto para habilitar un fondo de emergencia, porque ya han cerrado demasiadas. La idea era generar recursos hasta mediados del próximo año para sostenernos. Siempre su respuesta fue que no había plata, pero ahora resulta que hay $11.000 millones para la Feria. Nosotros impactamos ciudad, pero con esas decisiones de corto plazo y que benefician a pocos nos están matando”.

De otra parte, productores de eventos mostraron inquietud por la proyección de recursos.

Para Hroy Chávez, productor de eventos, en la Feria virtual de este año “hay ítems y actividades que van a favorecer a muy poca gente. Se tiene pensado hacer eventos en espacios muy grandes, como en el Coliseo El Pueblo o en el Coliseo María Isabel Urrutia, donde los montajes pueden costar más de $70 millones, cuando por mucho menos presupuesto se pueden realizar en el Teatro Municipal o en el Jorge Isaacs”.

Al respecto, la concejala Diana Rojas mostró preocupación por la destinación que tendrían los recursos. “El debate ni siquiera es el valor que tendrá la Feria, sino en qué se va a invertir. Debe haber claridad en qué se van a invertir los recursos y que no vayan a quedar solo en algunas manos, porque eso es lo que dicen en los pasillos: que hay un par de escuelas de Salsa cercanas y que ahí se pueden estar quedando todo, cuando lo que tenemos en artistas y cadena de abastecimiento es mucho más amplio”, aseguró.

Por su parte, el concejal Fernando Tamayo señaló que la virtualidad de la Feria de Cali tiene sentido “solo si se apoya el talento local, porque con lo que se le paga a una orquesta internacional podríamos pagarle a tres o cuatro orquestas de acá”.

Entre tanto, el cabildante Roberto Ortiz indicó que “con tantas necesidades que hay en la ciudad y la crisis económica que estamos viviendo es un despropósito gastarnos $11.000 millones en la Feria. ¿Qué podemos hacer? Entregar 100.000 tablets a población estudiantil, 110.000 mercados de $100.000 a población vulnerable, arreglar las vías de Cali, que están en pésimo estado”.

Por otro lado, la veedora Luz Betty Jiménez enfatizó en la Feria “se desnaturalizará en la práctica ante la ausencia de las personas, que tendrán que resignarse a ver por televisión o internet la realización de desfiles, bailes, orquestas, lo cual resulta contrario al espíritu mismo del evento”.

Para Rodrigo Jordán, exgerente de Corfecali, “es un exabrupto meterle $11.000 millones a la Feria, cuando uno ve que en Barranquilla o Río de Janeiro se suspendieron los carnavales. La Feria trae un apoyo importante los artistas y el comercio, pero cuando se hace presencialmente, no de forma virtual”.

Leobardo Amú, también exgerente de Corfecali, se mostró a favor de la Feria virtual, teniendo en cuenta las limitaciones de salud pública. “Esta es la oportunidad de ayudar a un gremio que ha posicionado a la ciudad ante el mundo. Los costos son muy relativos y dependen de qué tanto se le quiera ayudar a las escuelas. Cuando estuve en Corfecali se pagaban $30 millones a cada escuela que participaba en el Salsódromo, a la gente le parecía un escándalo, pero si se desglosa esa cifra entre 50 bailarines, a cada uno le corresponderían $600.000, eso no es nada”, afirmó Amú, quien dijo que se deberían realizar eventos semipresenciales.

Carlos Romero, presidente de la Asociación de Cantantes de Salsa de Cali, señaló que la Feria es un oasis para el gremio después de ocho meses de no recibir ningún ingreso. “Esta es una oportunidad maravillosa para que el mundo entero vea lo que hay en Cali y se retribuya lo que los artistas hacemos por la ciudad. Ojalá a la Alcaldía no le dé por pagarle a artistas extranjeros, sino que apoyen el talento local”, dijo.

Así las cosas, comienza la cuenta regresiva para una Feria inédita que, contrario a la letra de Cali Ají, la gente verá desde su casa, sin días de caminatas ni mucho menos cabalgata.

*Nombres cambiados a petición de las fuentes.

Eventos

Salsódromo: 25 de diciembre en el Coliseo El Pueblo.
Encuentro de Melómanos: Del 27 al 30 dic., en Teatro Municipal.
Somos Pacífico: 27 de diciembre, Pance.
Cali Viejo: 28 de diciembre. Coliseo El Pueblo.
Concierto alternativo: 29 de diciembre en La Tertulia.
Concierto ‘El mundo le canta a Cali y Cali le canta al mundo’: 30 de diciembre.

Sobre la Feria 2021

Para la Feria 2021 habría $19.278 millones.

$5767 millones serían para Salsódromo, en la Calle de la Feria se invertirían $1741 millones, en la Feria Rural se plantean $1576 millones.

A Melómanos irían $992 millones. En tres conciertos inaugurales, $954 millones; Cali Viejo tendría $874 millones; en el Festival de Orquestas, $573 millones.

6832 artistas se estima que se podrían vincular a la Feria 2020.

7400 artistas participaron en la edición 2019 de la Feria de Cali.

$400.000 millones se estimaron para el 2019 en ingresos en la Feria.