La exministra de Cultura habló con El País sobre su participación en una de las ONG más importantes de todo el mundo y la importancia de esto para Cali.

Paula Marcela Moreno ya había logrado hacer historia en Colombia al ser la primera afrocolombiana en ocupar un alto cargo público, cuando fue Ministra de Cultura en el segundo Gobierno de Álvaro Uribe (2007-2010). Su nombre también se había destacado por ser la funcionaria más joven en un cargo ministerial y por obtener reconocimientos como la Cruz de Boyacá y la Orden Mexicana del Águila Azteca.Este mes Paula Moreno vuelve a hacer historia, esta vez como la primera colombiana en integrar el Consejo Directivo de la Fundación Ford, una de las ONG más importantes del mundo, del que hacen parte sólo trece personas, lugar que rara vez es ocupado por un extranjero.La exministra habló con El País sobre la incidencia de su participación en esta organización, que ha puesto sus ojos en Cali, así como en la región pacífica.¿Cuál va ser su función en el Consejo Directivo de la Fundación Ford?Mi rol en el consejo asesor será sobre las líneas centrales de acción de la Fundación, intervendré en lineamientos generales y no en proyectos específicos de determinados países. Ser seleccionada ha sido un gran honor y privilegio para mí, pues es un consejo muy cerrado y es una de las fundaciones más influyentes en temas de justicia social en todo el mundo.¿Qué significa para Colombia su participación en esta fundación?Es un espacio muy importante porque la mayoría de miembros son de los Estados Unidos, soy de las pocas personas de otros continentes que participan del consejo. Además es una fundación que ha generado una serie de procesos históricos muy importantes en el mundo, sólo para mencionarte, en Colombia apoyó el crecimiento de la Universidad de Los Andes, el nacimiento del ICA y ha sido un pilar para lograr un esquema diferente de gobernabilidad. Por eso es muy representativo para el país y Latinoamérica estar influyendo con la mirada desde Colombia en un espacio de decisión y de incidencia global.En varias ocasiones el alcalde Rodrigo Guerrero se ha reunido con directivas de la Fundación para atraer inversión a Cali, incluso la ciudad ya fue escogida en el programa Ciudades Justas, ¿cree que hay posibilidad de lograr más participación en proyectos para la ciudad?Pese a que no participaré del proceso de proyectos específicos en ciudades, tengo entendido que se está trabajando en varios temas para Cali. Muestra de eso es que el presidente de la fundación, Darren Walker, estuvo este año en la ciudad y también visitó Quibdó y Bogotá, atendiendo una gran agenda, así que claro que habrá apoyo para Colombia y la ciudad.Además, con su Fundación Manos Visibles usted busca generar liderazgo en el Pacífico, ¿cómo avanza esa tarea?Es una labor ardua y en la que llevamos capacitados más de 500 líderes de organizaciones comunitarias, tanto en el pacífico como en Cartagena y Medellín. En este momento generamos impacto en más de 25.000 personas, por eso estamos concentrándonos en incubar esos liderazgos desde la base, brindándoles la mejor formación y acompañamiento, para que sean detonadores de las manos visibles, que son manos alzadas que dicen aquí estoy, para hacer lo que me corresponde y responder de forma técnica y preparada a las necesidades. Además hemos logrado articularnos con una serie de organizaciones como las universidades Icesi, Eafit y Los Andes. A propósito de la formación que su fundación hace con líderes en esa zona del país, ¿qué opina de la alerta de la ONU sobre la dramática situación humanitaria en el Chocó, donde además de desplazamiento hay amenazas a líderes cívicos?Yo estoy cansada de escribir sobre eso. Obviamente no tenemos que cansarnos, pero es el llamado que hemos hecho siempre. En este país tenemos la tendencia a creer que en medio del fango tienen que salir las flores más maravillosas, y sí, nuestros líderes son esas manos maravillosas, pero la mayoría de nuestra gente vive en el fango. Están en condiciones de supervivencia, sin empleo, con la peor educación. Por qué nos sorprendemos deque Buenaventura, Quibdó y Tumaco estén así, si en realidad no intervenimos estructuralmente; hay que intervenir las instituciones para que las cosas funcionen a nivel local, que el Pacífico esté mal para una apuesta de paz es inviable.Además las cosas que hay que hacer en el Pacífico son básicas, no de análisis; terminar las carreteras, pero la vía Buenaventura - Cali nunca concluye, cosas básicas que nunca pasan. Hay una corresponsabilidad de los gobiernos locales, pero también es tiempo que el Gobierno Nacional intervenga.Ante esa crisis del Pacífico el Gobierno ha anunciado algunos ‘salvavidas’, entonces ¿qué realmente necesita esta región?Creo que parte del problema en esta región es que todo lo hemos liderado por gente de afuera y no desde adentro. Pensamos que desde Cali o Bogotá tenemos claridad sobre cómo son las cosas en Buenaventura, pues sí, tenemos la visión, pero nunca vamos a reemplazar a los liderazgos locales. Nos ha faltado formar con calidad a esos líderes y buscarles espacios para que ellos puedan contribuir con el desarrollo de su región e intervenir las instituciones, o dígame ¿cómo van a generar cambios estructurales si hay problemas en la Alcaldía y no funciona el hospital?¿Por qué declinó la propuesta de ser la fórmula vicepresidencial de Óscar Iván Zuluaga y de Enrique Peñalosa?, ¿Acaso ya sabía lo de Ford?No sabía lo de Ford, me enteré en la última visita que el director hizo al país, la cual fue posterior. Tengo una decisión muy clara, yo creo que el país necesita liderazgo desde diferentes espacios y así lo definí cuando me retiré del Ministerio de Cultura. Tengo una claridad y es que yo quiero ayudar a formar la nueva generación de líderes, de sectores deprimidos que reinvindiquen la integración social en este país. Mi caso como la primera ministra negra fue excepcional, pero parte de lo que siento que es mi tarea es ayudar a que esa integración social efectiva, necesaria y básica en el país, se dé de forma natural, que esos liderazgos de la base y de los grupos excluídos tengan las herramientas para ocupar de la mejor manera y con la mayor transparencia, posiciones de poder para generar una integración social efectiva. Para lo que estamos construyendo en este momento eso es más importante que las propuesta a la vicepresidencia, dedicarle tiempo a incubar esos liderazgos y trabajar por las plataformas que el país necesita, porque sí, uno puede trabajar desde arriba, pero también necesitamos que desde abajo la gente esté preparada para esos cambios y pueda asumir su propio desarrollo. ¿Qué es la Fundación Ford? Es una de las ONG más poderosas del mundo, con más de medio siglo de trabajo en Colombia. Sus líneas de trabajo son la cooperación internacional, el desarrollo humano, la promoción de la democracia y la reducción de la pobreza. Ha invertido cerca de 227 millones de dólares en apoyos de proyectos en el Cono Sur de los Andes. Entre los colombianos más reconocidos que hacen parte de la Fundación está la caleña Myriam Mendez-Montalvo, quien es la directora de la Oficina de la Región Andina y el Cono Sur. Durante la más reciente visita a Cali, directivos de la Fundación mostraron interés en apoyar proyectos como los Territorios de Inclusión y Oportunidades, el Corredor Verde, el G11 y reubicación de las familias del jarillón de río Cauca.