La película se repite cada vez que llegan las lluvias. En mayor o menor proporción, pero el panorama siempre es el mismo: vías rebosadas de agua turbia que se cuela entre las casas dañando electrodomésticos y enseres, ramas de los árboles caídas sobre el tendido eléctrico y dejando sin energía más de 70 barrios, semáforos sin servicio y el barro, que como el mismísimo río Cali, cae desde la montaña bañando a la ciudad en lodo.
Cali parece detenerse ante los aguaceros. Los mismos que evidencian las desventajas en ubicación, falta de infraestructura y carencia de cultura ciudadana que hay en la ciudad para hacerle frente al invierno.
De acuerdo con Hugo Salazar, miembro de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental capítulo Valle del Cauca, el que Cali sea una ciudad plana ubicada junto a una montaña es un punto desfavorable cuando se trata de evacuar aguas. Esta situación va de la mano con la deforestación que se registra en la ladera, donde la pérdida de cobertura vegetal por cuenta de las invasiones hace que el agua de escorrentía llegue más rápido a la parte baja de la ciudad.
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Entre la parte más alta y la más baja de la ciudad puede haber 50 metros de pendiente. De largo, Cali tiene 20 kilómetros y 5,5 kilómetros de ancho y la llanura reina en el 90 % del territorio. En casos de lluvia lo ideal sería que por cada kilómetro la pendiente bajara un metro, pero en Cali hay sectores donde el agua no baja. De hecho, hay zonas del Nororiente y Oriente que se sitúan por debajo del nivel del río Cauca, por eso allí el agua lluvia y residual hay que evacuarla por bombeo.
“El sistema actual de drenaje de Cali no da abasto para el crecimiento que ha tenido la ciudad y para aguaceros como el de ayer (martes). No se puede seguir apuntando a meter grandes tuberías bajo tierra ni construir más canales de aguas lluvia porque la pendiente que tenemos es mínima y por gravedad el agua drena muy lento, se represa y a veces se devuelve cuando se rebosan los canales”, explicó Salazar.
Según el experto, las aguas lluvia deben retenerse por sectores y en grandes lagos artificiales mientras pasa el evento y luego se dejan escurrir suavemente por canales, lo que tendría menos riesgos de inundación. Sería un sistema similar al que hace de forma natural la laguna de El Pondaje, en el oriente de Cali, donde se pueden almacenar 250 millones de metros cúbicos de agua; es decir, aguaceros torrenciales durante varios días.
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El gerente de Acueducto y Alcantarillado de Emcali, Francisco Burbano, señaló que la implementación de estos mecanismos es viable y se está estudiando para la zona de expansión del Sur, pues la urbanización que hay en el resto de la ciudad impide desarrollarlos en puntos críticos de inundación como el Norte o el Oriente.
Falta cultura ciudadana
Otro de los motivos a los que expertos y autoridades atribuyen inundaciones como la que se registró ayer en Cali es la disposición de residuos en zonas no autorizadas y canales de aguas lluvia.
En el canal Oriental, que es el que recorre la Avenida Ciudad de Cali, ayer navegaban cientos de botellas de gaseosa, sofás, colchones, cajas de icopor, empaques de papas y hasta neveras. Ayer, al final del día, en la estación Paso del Comercio los operarios de Emcali retiraron 50 toneladas de basura. Mensualmente en ese mismo punto se recogen 83 toneladas de residuos.
“A pesar de que hacemos el mantenimiento en los canales de aguas lluvias todo el año, las lluvias intensas y los residuos en las riberas son un caldo de cultivo para que colapse el sistema y se generen inundaciones”, aseguró Burbano.
Esperanza Muñoz, quien vive desde hace 32 años en Petecuy, no duda en afirmar que allí se pueden armar salas enteras. “La gente le paga a los habitantes de calle y a los carretilleros para que vengan hasta acá y tiren todos los muebles que no les sirven más; un día cualquiera se pueden contar hasta siete muebles bajar en menos de una hora. Nos seguiremos inundando porque la gente nunca aprenderá que no se pueden tirar cosas al canal”.
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En esto coincide el alcalde Maurice Armitage, quien señaló que “puede que falte mantenimiento en los canales, pero hay un abuso de la ciudadanía que bota toda su basura allí. Mientras la gente bote colchones, sofás y de todo, nunca vamos a tener un buen sistema de drenaje. La gente cree que aquí no va a llover y cuando llueve, tenemos las inundaciones. La gente tiene que entender que los canales son vitales y no son un basurero, que si sigue teniendo este comportamiento se le va a inundar la casa”.