El caso de un estudiante que resultó intoxicado al parecer, por el consumo de una sustancia psicoactiva, generó un nuevo debate sobre la presencia de drogas y su impacto en los entornos escolares de Cali.

Según la Secretaría de Educación Municipal, el consumo de sustancias psicoactivas, con 669 casos durante el primer semestre del 2018, fue una de las situaciones de mayor reporte ante el Sistema de Información Unificado de Convivencia Escolar, Siuce. Los datos del segundo semestre aún se están consolidando.

El reporte señala que los niños, niñas y adolescentes que con mayor frecuencia están involucrados en estas situaciones se encuentran entre los 11 y 14 años (351), seguidos de los de 15 a 17 años (297). A su vez, los grados que presentan mayores reportes son 6°, 7° y 8º, con más de 150 reportes cada uno.

Estas cifras corresponden únicamente a instituciones educativas oficiales, sin embargo, a partir de este año la recolección de información del Siuce se ampliará a los colegios privados.

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De los 669 casos de consumo reportados en colegios, 286 involucraban a niñas y adolescentes mujeres, y 386 a niños y adolescentes hombres.

“Es un sistema de información que fue creado por la Ley de Convivencia Escolar, por lo tanto debe ser para todo el universo de instituciones educativas, tanto públicas como privadas”, explicó Luz Elena López, coordinadora del Comité Municipal de Convivencia Escolar de Cali e indicó que hay un protocolo que se debe seguir al detectar casos de riesgo como el consumo de drogas (ver el recuadro Ruta de Atención).
Precisamente, el caso de intoxicación que se dio a conocer este martes por parte del Cuerpo de Bomberos de Cali, se presentó en un colegio privado del barrio Pance, en el sur de la ciudad.

Al respecto, la subcomisaria Alba Nora Casanova, jefe del grupo de Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana de Cali, manifestó que este caso fue conocido por la institución: “Nos dicen que un niño de 13 años le aportó o le dio el consumo al de 14 años, que se trataba de una pepa (pastilla). Se deben esperar los exámenes para saber de qué sustancia se está hablando”.

La suboficial indicó que cada vez es más frecuente que los estudiantes consuman medicamentos de uso controlado para drogarse.

“Se ha encontrado padres que tienen medicamentos psiquiátricos y los dejan al alcance de sus hijos, en las requisas esto es lo que más hemos encontrado. A veces los estudiantes verdaderamente tienen un cuadro clínico y necesitan el medicamento, entonces lo que recomendamos en estos casos es que el padre haga copia de la fórmula médica y solo le dejen llevar al estudiante la dosis que requiere”, expresó Casanova.

Las Zonas de Orientación Escolar y los centros de orientación psicosocial, son dos estrategias de preven-
ción de Cali en el tema de las drogas.

“Si nos descuidamos, nos invade el problema”

María Esperanza Rivas, rectora del Colegio Diana Oese y representante de las instituciones privadas ante el Comité Municipal de Convivencia Escolar, aseguró que casos como el registrado en Pance son aislados, “pero no debemos cerrar los ojos y decir que todo está bien”.

“Este problema tan grave no ha invadido los colegios privados, pero si nos descuidamos nos invade. Los niños hoy en día son muy vulnerables, entonces tenemos que estar muy pendientes desde la escuela y el hogar, tenerles conferencias, psicólogas que les hablen permanentemente del problema, de las malas amistades, de la droga y de sus consecuencias”, dijo Rivas y aclaró que en su institución no han registrado este tipo de casos.

La directiva académica alertó sobre una situación de riesgo que se está presentando en los centros educativos: “en las semanas culturales entra mucha gente a ver las exposiciones de los trabajos de los niños, gente que no conocemos y a veces son personas indeseables, que pueden traer drogar para regalarle a los niños... Yo me enteré de un colegio muy grande y prestigioso de Cali, donde tienen un sitio que se llama ‘El Himalaya’ y en este sitio llegan algunas personas a recorrer el colegio, cuando hay semana cultural, y se encuentran con niños de 12 y 13 años y empiezan a regalar droga”.

Ruta de atención

  • Cuando se detecta un caso de consumo de droga en los colegios se debe dialogar con el estudiante involucrado y su familia. “La familia debe llevar al estudiante al sector salud, que es quien activa la ruta y quien debe valorar cuál es el tipo de consumo en el que presuntamente se encuentra”, explicó Luz Elena López.

  • La funcionaria añadió que “dentro de la comunidad educativa tenemos que tener mucho cuidado de estigmatizar porque esto puede llevar a procesos de exclusión y se olvida que son chicos y chicas que están en una situación de riesgo de salud”.

  • Por otra parte, la rectora del colegio Diana Oese, señaló que el papel de los padres de familia es fundamental en estas situaciones. ”Los papás están muy permisivos, demasiado complacientes, a veces no se enteran con qué personas salen los niños, entonces tienen que investigar para dónde va, con quién, porque cuando empieza a consumir droga es muy difícil recogerlo de nuevo”, dijo Rivas.