Los árboles de Cali son los otros grandes ‘damnificados’ de la fuerte temporada de lluvias que empezó este mes. Ráfagas de vientos de hasta 70 kilómetros por hora soplan por la ciudad estos días tumbando varias especies, que por lo general ya tienen sus raíces debilitadas por daños que le han generado la comunidad, explica el Dagma. Lea también: Ocho árboles caídos dejó aguacero con fuertes vientos en el sur de Cali
Según Harold González, coordinador de la Red de Hidroclimatología de la CVC, estos fuertes vientos se producen por los cambios climáticos que experimenta la ciudad.
“En primer lugar se activa la zona de convergencia intertropical, que se caracteriza porque se encuentran los vientos cálidos del sureste con los más fríos del noreste. Y cuando hay dos corrientes de aire que se cruzan hay una dinámica de todos los fenómenos atmosféricos que se pueden presentar como los vientos fuertes de hasta 70 kilómetros por hora, más comunes en la parte sur de Cali, como Pance y sus alrededores. Si hablamos del Valle del Cauca son característicos en Tuluá y alrededores”.
El experto precisa que cuando hay muchas ventiscas es por la fuerte influencia que tenemos de la corriente de aire del Pacífico, “que cuando pasa por la Coordillera Occidental se encuentra con los vientos alisios del noreste o sureste. Incluso se pueden generar tormentas eléctricas”.
Por su parte, Ana Carolina Castro, jefe del grupo de Silvicultura Urbana y Protección Forestal del Dagma, indica que en lo corrido de este año se han atendido en la ciudad 70 incidentes con árboles que han resultado afectados en emergencias; a diario son cerca de seis. Algunos de ellos se han caído y otros han sufrido afectaciones en sus ramas; en este último caso por lo general son rayos que caen por efecto de la lluvia impactándolas.
Uno de los episodios más recientes fue el pasado martes, cuando se cayeron cinco árboles, uno de ellos de la especie Tambor que se volcó sobre cuatro vehículos en Ciudad Jardín.
“Hemos podido evidenciar que se han intervenido raíces y los árboles pierden soporte, por lo que con los fuertes vientos caen fácilmente. Las especies más propensas a esto son los Ficus, que como tienen raíces muy agresivas la gente se las corta y no informan a la autoridad ambiental oportunamente”, dice la funcionaria del Dagma. También son sensibles especies como los cauchos y algunas acacias.
Hernando Delgado, coordinador de cuadrillas del Dagma, complementa que el debilitamiento de esas raíces se evidencia mucho tiempo después de ser cortadas, uno o dos años. Por eso, son tan vulnerables a una caída.
Sostiene que es difícil hacer una labor preventiva para cortar o intervenir árboles enfermos o frágiles y evitar incidentes. “No podemos tumbar árboles por sospecha, porque queda difícil identificar a simple vista que tan débil está. Podemos saberlo cuando se ven ramas secas o están descompensados de alguna manera”.
Ana Carolina Castro agrega que Cali tiene árboles muy longevos “y la ciudad ha ido creciendo alrededor de ellos, entonces cuando hacen la infraestructura, los andenes, muchos se han visto afectados”.
De acuerdo al reporte de los Bomberos de Cali, las comunas con más incidentes por caída de árboles o problemas con sus ramas este año fueron: la 19 con 25 casos, la 2 con 14 casos, y la 22 con 9 casos.
¿Qué se está haciendo?
Según la jefe del grupo de Silvicultura Urbana y Protección Forestal del Dagma, se avanza en un programa de renovación de árboles. Uno de los proyectos es romper zonas duras de la ciudad para volverlas zonas blandas, recuperar el espacio y poder sembrar árboles.
Otro consiste en reemplazar Ficus por especies más pequeñas que no interfieran con redes eléctricas en separadores o exteriores de casas. Hasta ahora se han reemplazado unos 3 mil árboles.
Más sobre árboles
Según Dagma, el impacto más fuerte de una lluvia puede presentarse en las comunas más arborizadas como la 19, 22, 2 y 17.
Los árboles que se han caído en la ciudad tienen entre 12 y 18 metros de altura, según el Dagma.
El Ficus es una especie exótica que puede alcanzar entre 15 y 25 metros de altura. Sus raíces levantan el pavimento y puede afectar seriamente la tubería del acueducto.
Continúa la alerta roja
El Ideam mantiene la alerta roja, ante riesgo de crecientes súbitas, en los ríos Palo, municipio de Puerto Santander; Fraile, en Candelaria; Tuluá, en el municipio de Tuluá; y Guadalajara, Buga.
Asimismo, pide mantener especial cuidado sobre los ríos Nima, Palmira, Timba, Claro, Meléndez, Pance, Cali, Morales, Guadalajara, Guabas, Pescador, así como los ríos Paila y Zarzal. Sobre ellos hay alerta naranja.
A un mes del inicio de la temporada de lluvias, el incremento de las precipitaciones han superado los promedios históricos en 30 % para el Valle, dijo Omar Franco, director del Ideam.