Esta es la segunda vez que Roberto Ortiz postula su nombre para ser alcalde de Cali. En la primera, en 2015, sufrió para que el Partido Liberal le diera el aval y después —dice— lo dejó solo. Aún así, quedó de segundo.

Ahora, con el respaldo de las firmas y a cinco meses de ir a las urnas, encabeza todos los sondeos de opinión. Cada tanto saca ventajas importantes sobre Jorge Iván Ospina, quien ya dirigió la ciudad.
Roberto Ortiz, o ‘el chontico’, como se le conoce, asegura que no tiene alianzas con nadie, pero muchos quieren conversar con él.

Explica que no es el candidato del uribismo y dice que está dispuesto a recibir a quien quiera trabajar por Cali para sacarla del atraso en el que está, pero que el principio fundamental está claro: “No le vamos a entregar parcelas a nadie”.

Hace cuatro años sacó 176.000 votos en las elecciones, pero le quedaron faltando 80.000 para ser el alcalde de Cali, ¿por qué cree que esta vez sí va a ser elegido?

Esa vez me tocó luchar por el aval de mi partido (Liberal). Pese a que ya había sido congresista, me entregaron el aval sobre la fecha de cierre de inscripciones y eso generó mucha incertidumbre entre el electorado.

Había gente que quería trabajar conmigo, pero no tenía el aval y eso permitió que se fueran con otros candidatos. Aun así, recorrimos como nadie a Cali. Al final quedé satisfecho, nadie en ningún barrio puede decir que fui a comprar votos. Hoy, cada que visito una comuna, la gente me dice, ‘perdón por no haber votado por usted, me dejé engañar por otras opciones’, y siempre respondo que los tiempos de Dios son perfectos.

Hace cuatro años se lanzó por el Partido Liberal, pero lo dejaron solo. Hoy va de primero, ¿ahora todos quieren con Roberto Ortiz?

Eso hace parte de la democracia. El 25 de octubre de 2015, en la noche, una periodista me hizo una pregunta en mi casa: ‘Ahora que perdió, ¿qué sigue para usted?’. Le dije: ‘Yo no perdí, aplacé el triunfo’. Y al otro día comencé a trabajar para conocer los problemas de la ciudad, a interactuar con el ciudadano. Y hoy tengo más conocimiento de los problemas que tiene Cali para resolverlos, una vez la gente y Dios me permitan ser el Alcalde.

¿Qué tanto aprendió en estos últimos cuatro años?

Muchos problemas que no había identificado la vez pasada. La gente quiere ser escuchada, quienes conocen los problemas en los territorios son quienes viven ahí. Y muchos de ellos tienen las soluciones y no los que llegan de otras ciudades; son los propios caleños a los que debemos tener en los mejores cargos. Hoy tenemos más de 60.000 encuestas que reflejan los problemas de movilidad, de salud y de recreación que me van a permitir tener un norte para cuando llegue a administrar la ciudad.

¿Qué le responde a quienes aseguran que usted es el verdadero candidato del uribismo a la alcaldía de Cali?

Les digo que éste es un movimiento que busca la unidad. Aquí caben todos, humildes, industriales; aquí los que no caben son los corruptos; no estoy heredando odios ni de izquierda ni de derecha, porque esta ciudad la transformamos entre todos.

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¿Pero usted es el candidato que está impulsando el Centro Democrático?

No, ellos tienen su candidato: el concejal Roberto Rodríguez, la gente lo ha podido identificar; el hecho de que yo haya pasado por la Comisión Séptima del Senado, donde compartí espacio con el expresidente Álvaro Uribe, no quiere decir nada, porque también compartí con Jorge Iván Ospina, con muchos otros senadores de varias tendencias. Soy amigo personal de todos y no quiere decir que tenga una inclinación. Voy por un movimiento por firmas, independiente.

Hace poco usted dijo en redes sociales que no va a importar funcionarios. ¿Puede dar fe de que todos los secretarios serán caleños?

Todos los funcionarios van a ser de la ciudad. Puedo asegurar que voy a tener un Gabinete paritario porque hay que dignificar a la mujer.

Sé que es prematuro, ¿pero a quiénes quisiera tener en su gabinete?

Alejandro Eder sería un gran relacionista internacional, pues él ha vivido en el exterior gran parte del tiempo. Jorge Iván Ospina sería un buen gerente para las megaobras, a ver si las terminamos todas; Hernando González, que conoce los verdaderos problemas de la educación, sería un gran secretario para ese sector, y Michel Maya sería un buen secretario de Planeación.

Son cosas posibles, tentativas. A mí me gustaría ser generoso con todos ellos porque así como yo me he preparado, he recorrido la ciudad, sé que ellos lo están haciendo y cada uno tiene sus habilidades para desempeñarse.

En ese juego que usted plantea habría una realidad y es que el precandidato Alex Durán le estaría coqueteando...

Soy amigo de todos, a todos los escucho. Creo que todos debemos hacer el ejercicio, que al final cada uno se haga contar, como decimos coloquialmente. Si ellos consideran que soy un buen aliado y ven en mi hoja de vida que puedo ser un buen gobernante, pues estaré dispuesto a escucharlos y posiblemente a hacer una alianza, pero eso será más adelante.

Dicen que usted y Jorge Iván Ospina son similares por su origen popular. ¿En qué se diferencian?

He estado en el Poder Legislativo, fui representante a la Cámara y senador, pero no he gobernado. Yo hago política social siempre, no política electoral, como los que van a buscar a la gente ahora que les conviene. He estado desde mucho antes, desde muy joven, visitando a la gente, ayudando. Eso me hace diferente.

No he gobernado, pero la gente tiene que ver las hojas de vida, quién ha cumplido, cuál es el comportamiento de cada candidato. Cali tiene tres opciones: elegir el continuismo, volver al pasado o buscar el cambio y la esperanza que, lo digo con humildad, lo represento yo.

Faltan cinco meses para los comicios. ¿Se siente ganador?

No, nunca. Las encuestas son una foto del momento, pero la verdadera encuesta es el 27 de octubre. Ese día la gente debe salir a votar, pero antes, deben inscribir sus cédulas, mirar las hoja de vida de cada candidato. El mejor no es el que más promete; van a aparecer encantadores de serpientes, pero la gente no se debe dejar engañar porque ya conocemos la historia y los caleños han quedado totalmente defraudados.

Muchos candidatos se inscriben por firmas para mostrar independencia, pero terminan entregándole el alma al diablo. ¿Usted a quiénes no va a recibir en su equipo?

Voy a recibir a todos los que quieran transformar esta ciudad, que le puedan aportar; con quienes podamos sacar la ciudad adelante, son bienvenidos: los liberales, los conservadores, los verdes, el Polo, el Centro Democrático, todos los que vengan con el pensamiento de que esta ciudad debe salir adelante.

No podemos seguir perdiendo espacio a nivel nacional, como ocurre ahora que Barranquilla nos disputa el tercer lugar, cuando antes disputábamos el segundo lugar con Medellín. Hoy estamos muy relegados en todo.

Han circulado videos de precandidatos recogiendo firmas con equipos conformados por contratistas del Municipio. ¿Quién recoge las firmas en esta campaña?

Líderes en los barrios. Hoy tenemos 300.000 firmas que se han conseguido con la gente, pero también es cierto que a otros los hemos contratado para que ayuden en esa labor. Las chonticas son mis amigas y también me están ayudando, por eso el movimiento se llama ‘Firme con el chontico’. Ese fue el nombre que la gente me dio después de crear una empresa que le dio empleo a más de dos mil mujeres, cien de ellas ya tienen casa propia. Dos mil tienen título de bachiller. Y la empresa ya supera las seis mil mujeres.

¿Pero se siente menospreciado cuando en círculos políticos se refieren a usted como ‘el chontico’?

Cuando me dicen ‘el chontico’ me elevan a la estatura de una mujer que trabaja todos los días, que busca llevar a su casa alimento, salud, educación, y me siento engrandecido.

En campaña presidencial decían que Iván Duque se pintaba las canas para verse mayor, ¿usted se las tapa?

Tengo algunitas, lo que pasa es que consumo mucha medicina alternativa, que me la proporciona el doctor Carlos Canencio a raíz de que en el 2000 me dio cáncer.

Nunca abandoné la práctica de consumir frutas, verduras y goticas. Soy un hombre que se cuida porque el cáncer te visita una vez, puede que se vaya, pero queda alguna secuela y, si uno se descuida, vuelve y se reactiva.

¿Cuál es su propuesta en materia de seguridad?

Invertir en los jóvenes; sino somos capaces de quitarle a los violentos a nuestros muchachos, qué va a suceder. Tenemos que invertir a través del deporte, de la cultura, la ciencia. Segundo, tenemos que invertir en tener cámaras de seguridad en tiempo real en los barrios de Cali; tercero, pedirle al presidente Iván Duque más policías. Medellín tiene cerca de 10.000 uniformados y Cali tiene 7000, con el agravante de que el próximo año se van 500 policías pensionados. De la fuerza policial tenemos que crear la policía escolar para atender los entornos educativos.

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