El 13 de enero del 2000, Rodrigo Lloreda Caicedo murió en Cali a los 57 años, dejando un gran legado político, periodístico y de servicio público que pocos vallecaucanos han logrado en la historia de Colombia.

Para Eduardo Fernández de Soto, colega periodista, exdirector de El País y su amigo, “Rodrigo Lloreda era un hombre de principios que no eran negociables y que no eran comodín de nadie, tenía palabra para lo que se comprometía y realizaba todo con el mayor respeto por todas las personas, nunca vulneró los derechos de nadie, siempre fue respetuoso de la ley y sobre todo aferrado a unos principios éticos y morales que hoy sí que le harían falta a la gran mayoría de los políticos de este país”.

Rodrigo Lloreda Caicedo también fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente en 1991. | Foto: COLPRENSA

A 25 años de su lamentable partida, su trayectoria política como concejal de Cali, gobernador del Valle, senador de la República, ministro de Educación del presidente Julio César Turbay Ayala, ministro de Relaciones Exteriores y embajador del presidente Belisario Betancur, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente en 1991, y ministro de Defensa del presidente Andrés Pastrana, son la demostración de una vida entregada al servicio de Colombia.

Como afirma Ubeimar Delgado, excongresista, exgobernador del Valle y amigo, “Rodrigo Lloreda siendo un gran estadista, preocupado por el desarrollo y el futuro del país, siempre nos dio el ejemplo de la transparencia, honestidad y eficiencia en las actividades públicas, su gestión siempre sería con planeación estratégica en todas sus actividades, pero también se preocupó por las acciones sencillas de utilidad pública, por ejemplo, apoyaba las Juntas de Acción Comunal en sus actividades cívicas comunitarias”.

Por su parte, Diego Martínez, exdirector de El País y primo del líder político, destaca que “era un hombre muy sensible, con un gran amor por Colombia, inclusive en los estertores de la muerte tuvo la serenidad para grabar un mensaje dirigido a sus herederos y a Colombia. Sin duda, le prestó un gran servicio al país, valga recordar que como Canciller incluyó a Colombia en el grupo de países no alineados y en el Grupo de Contadora, bajo su tutela en la Cancillería Colombia adquirió un estatus de potencia regional y, después, como ministro de Defensa fue el autor ni más ni menos que del Plan Colombia”.

Al respecto, María Eugenia Lloreda, hija de Rodrigo, explica que “cuando fue ministro de Defensa de Andrés Pastrana, él empezó a forjar el Plan Colombia con el gobierno de Estados Unidos y consiguió el dinero que ayudó a fortalecer y modernizar a las Fuerzas Armadas de Colombia”.

Para María Eugenia, su padre se caracterizaba por la integridad, “lo que necesitamos en la política hoy en día”. Además, se propuso siempre “representar al Valle del Cauca, dejándolo por lo alto y defendiendo su región a nivel nacional”.

La integridad y firmeza lo llevó a renunciar a su cargo como ministro de Defensa, cuando se opuso a los frustrados diálogos de Paz del Gobierno Pastrana con las FARC, por prorrogar la zona de distensión del Caguán sin ninguna condición:

“Él no podía seguir en ese Gobierno, porque iba en contra de sus principios, no podía defender un proceso sin ninguna muestra de voluntad de paz por parte de las FARC”, afirma su hija.

Al retirarse del Gobierno, los altos mandos militares querían seguirlo y renunciar, pero fiel a la democracia y las instituciones, Lloreda les pidió que permanecieran y rodearan al presidente en un momento tan crítico.

Rodrigo Lloreda Caicedo empezó su carrera política muy joven, a los 26 años. También, como periodista, recibió el Premio Simón Bolívar Vida y Obra. | Foto: Colprensa

Durante más de 16 años, en medio de su carrera política, Rodrigo Lloreda ejerció el oficio que heredó de su padre, el periodismo, como director de El País de Cali.

Para María Elvira Domínguez, su sobrina y exdirectora de El País, “Rodrigo tenía una inteligencia increíble, tenía un conocimiento de la realidad del país y de la región como pocos, y en la sala de redacción, como director fue una persona muy admirada por todos, inspiraba un respeto inmenso de sus colegas, a quienes escuchaba, porque a él le gustaba considerar las opiniones y las ideas de los demás”.

“El periodismo, como lo entendía él, tenía la función de defender los principios fundamentales de la democracia y las instituciones, para defender las libertades y lo público, por eso, promovió el periodismo riguroso de antes, a veces me pongo a pensar cómo lo hubieran impactado, por ejemplo, las redes sociales”, agrega María Elvira Domínguez.

En este sentido, para Santiago Castro, excongresista conservador y expresidente de Asobancaria, “como periodista, Rodrigo Lloreda fue una persona que creó un ecosistema en el diario El País, donde diferentes vertientes ideológicas podían expresarse, si bien era un diario de origen conservador, nadie lo veía como tal, lo reconocieron como el medio informativo para toda una región y para todo el suroccidente colombiano”.

“Rodrigo Lloreda fue un titán de la política y un capitán del periodismo libre en Colombia, era de esos raros ejemplos de dirigentes que podían combinar el estadista, el periodista y el empresario”, complementa Castro.

Por último, para María Eugenia Lloreda, “el legado de mi padre a las nuevas generaciones es que sí es posible el servicio público y hacer política de una manera íntegra y honesta, y para hacerlo no basta con ser carismático y hablar bien como algunos pretenden, se necesita de verdad conocer profundamente el país”.

Rodrigo Lloreda en palabras de su hijo Francisco José
Como ministro de Defensa de Pastrana, Rodrigo Lloreda fue uno de los primeros en advertir el fracaso de los diálogos de Paz con las FARC en el Caguán. | Foto: El País

¿Cuál es el legado político y como periodista que dejó Rodrigo Lloreda a Cali y el Valle?

En lo político, la decencia; nos enseñó que la honestidad es esencial en política. En lo periodístico, la veracidad informativa y la firmeza y consistencia en las posiciones.

A 25 años, ¿cuál es el mensaje vigente de Rodrigo Lloreda Caicedo para las nuevas generaciones?

No rehusar de la política. El país necesita de generaciones dispuestas a defender el país de las amenazas que se ciernen sobre este. Y más en este momento. Sería su mensaje.

¿Cómo lo recuerda usted como padre, como ser humano?

Un padre maravilloso, gran miembro de familia; justo, íntegro y estudioso, con enorme sensibilidad social; preocupado genuinamente por los más necesitados.

¿Cuáles fueron las lecciones que le dejó para la vida y la política?

Me escribió una dedicatoria en un libro de su paso por la Gobernación: “Kiko, cultiva la mente, sin olvidar el corazón”. Ambas son fundamentales, en la vida y en la política.

¿Cómo describiría la trayectoria política de Rodrigo Lloreda, sus logros y la visión que tenía para Colombia y el Valle?

Parecía destinado a morir joven, a los 57 años, pues le rindió la vida. Todo lo que hizo, se sintetiza en la palabra servicio. Sirvió al Valle y a Colombia, con pasión.

¿Cómo era el diario El País bajo la dirección de Rodrigo Lloreda, cuál era su visión del periodismo?

Entendía el periodismo como una misión. El País fue para él un instrumento para servir. Era metódico y exigente: en los titulares, el contenido, y en el uso de cada palabra.

¿Recuerda alguna anécdota de su padre donde dejara en evidencia su personalidad y carisma?

Cuando mi madre tocó fondo por la droga y el alcohol me dijo: “No pueden dejar morir a su mamá”. Buscó el mejor hospital para su rehabilitación. Me dio un cheque para pagar su admisión y me dijo, “llévenla ya”. Hacía muchos años se habían separado. Ejemplo de su dimensión humana. Era grande.