Hace 41 días, en Medellín no se registra una sola muerte por Covid-19. Y en total, desde que apareció el primer caso en Colombia, el 6 de marzo de 2020, han tenido 3 fallecimientos, 601 contagiados, de los cuales 349 ya se recuperaron y 249 están activos. Durante igual tiempo, en Cali han fallecido 130 personas, los contagios suman 2988, 1093 se han recuperado y 1728 están activos (con cifras informadas por el INS al viernes 5 de junio)

La comparación es inevitable, aunque las realidades de Cali y Medellin sean distintas. Pero, ¿cómo ha logrado la capital de Antioquia estos resultados que la ubican como una ciudad referente en Latinoamérica en el manejo de la pandemia?

Frente a la Alcaldía de Medellín está Daniel Quintero Calle, un ingeniero electrónico, especialista en finanzas, con MBA en administración, experiencia en tecnologías y en lo público, pero novato como gobernante. Su elección fue una sorpresa, al haber vencido fuerzas políticas muy arragaidas de su región.

El alcalde Quintero --fundador del cacareado y extinto Partido del Tomate, criticado y aplaudido por su estrategia de exigir los datos personales de su ciudadanía para frenar el coronavirus, y abrazado por el país cuando su niña Aleia de 5 meses entró al quirófano con Diana, su esposa, quien le donó parte de su hígado para superar una atresia de vías biliares --habló con El País.

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Alcalde, ¿cómo están hoy su niña y su esposa?, ¿cómo ha hecho para manejar esta situación familiar y al mismo tiempo una ciudad de dos millones y medio de habitantes en plena pandemia?

Ellas siguen muy bien, la recuperación ha sido milagrosa. Las oraciones de un país entero que se ha sumado en solidaridad para que nuestra familia supere esta etapa tan compleja han sido escuchadas. Este es sin duda el periodo más complejo de nuestra vida y de la ciudad. Ningún gobernante hoy de ninguna ciudad puede decir que en el pasado enfrentó un reto como este. Siempre le pido a Dios fuerza y energía para enfrentar este reto.

¿Qué viene para ellas en su proceso de recuperación?

Diana está bien, fue dada de alta primero y pasa mucho tiempo junto a la bebé. Y la niña ha superado etapas críticas: la primera, que su cirugía fue un éxito, y la segunda, que no hubiera rechazo inicial del hígado. Lo que sigue es que vuelva a comer y hacerle ajustes de medicina de modo que pueda seguir con una vida normal. Pero lo más difícil ya pasó (el viernes la niña fue dada de alta del hospital).

Pasando a los temas de ciudad, se ha catalogado a Medellín como ejemplo frente al manejo del Covid-19, ¿cómo lo han logrado?

Por tres variables fundamentales. Primero, ha habido una ciudadanía que ha confiado en sus gobernantes. Desde muy temprano, cuando las medidas se empezaron a tomar, la gente hizo caso. Segundo, porque hay un carácter muy fuerte en esta Alcaldía de ejecución, Medellín fue la primera ciudad en reconocer que el coronavirus iba a ser un tema crítico y había que prepararse. También comprendimos a tiempo que sería fundamental en la cuarentena que la gente tuviera qué comer y esa parece la variable, quizás, más importante para que la gente no se infecte.

¿Entonces empezaron a repartir mercados antes de la cuarentena?

Medellín fue la primera ciudad en llevar ayudas y paquetes alimentarios a cerca de un millón de personas. Escogimos las familias donde había un niño; si un papá no tiene con qué darle de comer a su hijo, no hay ninguna cuarentena que pueda mantenerlo en casa. Luego vino la estrategia de información para los cercos epidemiológicos, con tecnología avanzada de datos y mucha información para saber quién podía estar en la calle y quién no. Todo eso conjugado, hoy presenta resultados que nos han permitido ganarle el tiempo al virus y hemos hecho más difícil la transmisión y el contagio.

¿En que momento exacto empiezan a trabajar contra el virus?

Nosotros estábamos haciéndole seguimiento a la pandemia en Wuhan. Cuando los científicos dicen que es transmisible de persona a persona, inmediatamente prendemos las alertas. Luego cierran Wuhan y decimos ‘este es un tema realmente grave’, estamos hablando del 15 de enero.

Mes y medio antes de que llegara el primer caso a Colombia, empezamos a hacer mesas técnicas y el 27 de enero hicimos la primera rueda de prensa para decirle a la ciudad: ‘prepárense, porque viene un tema muy grave y debemos estar listos todos’.

Entiendo que con la aplicación ‘Medellín me cuida’, que es como el corazón de la estrategia de ciudad, ha enfrentado polémicas por la entrega de todos los datos de sus ciudadanos, incluso hasta tutelas...

Claro que hemos tenido disputas, pero los resultados hablan por sí solos. ‘Medellín me cuida’ es un éxito. Es una estrategia que contiene muchas variables, 1.357.000 familias, 3.299.00 personas, 128.000 empresas, 1.435.000 empleados se han inscrito en la app. Empresas informales y formales han reportado sus protocolos de bioseguridad, los que nos ha permitido salvar vidas y mantener el control de la enfermedad.

¿Qué originó un tuit suyo esta semana que decía: “Muchos están dispuestos a darle su información a empresas privadas para hacerlas ricas, mientras rechazan entregársela al Estado para salvar vidas”?

Veo que en Bogotá y en toda Colombia es necesario apelar al uso de la información. De cada tres reuniones que tengo del virus, una es sobre métodos con tecnología para hacer más eficiente la atención del coronavirus. La tasa de letalidad de Colombia es de 3,2 %, 2,5 % en Bogotá, 0,5 % en Medellín (en Cali es del 4,4 %) eso solo se puede lograr si uno tiene información suficiente para anticiparse al agravamiento de los casos. Sin datos es muy difícil salvar vidas. Ante una línea de pensamiento que considera que no es buena idea dar información sobre la pandemia, yo sí quiero llamar a una segunda reflexión: más que nunca los organismos de control deben estar encima de los Estados, para que esa información sea usada de forma adecuada, con claridad de objetivo.

¿Cómo han funcionado los cercos epidemiológicos? Entiendo que hay hasta cinco anillos alrededor de un paciente con covid...

Lo primero es que, cuando alguien tiene un síntoma, la persona debe llamar al 123. Nosotros no dejamos que la gente enferma vaya a los hospitales, sino que vamos a sus casas. Al principio las EPS no querían hacer las pruebas en las casas, pero insistimos y se empezaron a hacer en Medellín y en todo el Valle de Aburrá, porque el virus no respeta fronteras. Cada que confirmamos un caso positivo, ‘Medellín me cuida’ nos ayuda a saber qué personas viven ahí, quienes viven alrededor, dónde trabaja, cuántos casos del virus hay confirmados en la empresa en los últimos 15 días, y todo eso se sincroniza de forma automática para hacer las pruebas. De cada 40 pruebas, obtenemos una positiva. Entre más baja la cantidad, mejor se está haciendo el cerco epidemiológico.

¿Y la gente en los barrios sí respeta estos cercos?

Sí, y por eso no hemos renunciado a hacerlos. Cogemos cada barrio y cada comuna y miramos dos curvas, la curva de los casos encontrados por cerco epidemiológico versus los casos encontrados en los que no se sabe la fuente que los contagió. Cuando en alguna comuna los casos en estudio desconocidos empiezan a crecer muy rápido, reforzamos el ejercicio epidemiológico y eso debe pasar en cada ciudad del país, porque ninguna ciudad sola va a resolver el problema del coronavirus, necesitamos estar todos unidos.

En ese sentido, ¿usted ha tenido comunicación con el Alcalde de Cali para brindarle apoyo?

Hemos hablado en Asocapitales. Evidentemente Cali tiene unas dificultades más complejas que muchas ciudades de Colombia por cuanto tiene una frontera al sur con Ecuador, que a su vez es uno de los epicentros del mundo en coronavirus. Es entendible el reto adicional que tiene. Hemos acompañado con temas técnicos que son necesarios para que muy rápido el equipo de las secretarías de Cali pueda enfrentar un reto tan complejo. Yo expreso mi solidaridad y respaldo para todos los caleños y espero que esto salga muy bien y recordar que el autocuidado es más poderoso que cualquier herramienta. Depende de cada ciudadano.

¿Usted cree que los buenos resultados de su ciudad tienen que ver con la idiosincrasia paisa, de cuidarse todos, del regionalismo que los impulsa para salir adelante?

Sin lugar a dudas, acá tenemos una cultura muy dada a respetar la autoridad. Nos unimos mucho para resolver los problemas y así lo hemos hecho con el coronavirus. Esto nos permitió ganar tiempo para preparar la red hospitalaria, porque este es un virus peligroso y letal que se ensaña con los más humildes. Y por eso nos tenemos que apoyar mucho.

En Cali se ha rumorado desde siempre que en Medellín maquillan las cifras de muertes violentas y que igual estaría pasando con el covid. ¿Qué piensa sobre este rumor?

Soy consciente de que algunos gobiernos tienden a ocultar las cifras. Yo me elegí con un discurso de la transparencia y he sido muy duro cuando no la hay. Los muertos son una cosa muy difícil de ocultar. Guayaquil ha reportado muy pocos muertos frente a lo que realmente ha ocurrido. En 15 días murieron 7000 personas y no fueron reportadas por coronavirus, pero es un hecho fáctico, real. Todas esas pistas nos llevan a garantizar que no nos estemos engañando. Hacemos seguimiento todos los días. Ayer (miércoles) murieron 5 personas por causas naturales, cuando el promedio oscila alrededor de 12. La cifra ha ido a la baja. Hacemos mucho seguimiento para ver si algo no hemos contado.

También se dice que Medellín tiene mucha plata y por eso ha logrado resultados tan positivos...

No hemos hecho grandes contrataciones. Los servicios tecnológicos los hicimos nosotros. ¿Qué pudo ser muy efectivo? En Medellín los equipos epidemiológicos no se cambian de administración en administración, los temas de salud se protegen.

En muchos municipios acaban de hacer recambio de personal, nosotros a la gente buena la dejamos y eso sirvió, porque cuando empezamos a hacer los cercos epidemiológicos teníamos la experiencia institucional de la ciudad. Y si uno va a cuantificar, cuánto vale la experiencia, la experiencia sí vale mucha plata. Lo que deben hacer las administraciones es no renunciar a la experiencia.

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En breve:

¿Cuántas pruebas están haciendo a diario?

Entre 180 y 200.

¿Recomienda cuarentenas por sectores?

Depende. Si hay contagios que ocurren en las empresas y van a los barrios, lo que hay que hacer es cerrar la empresa. Cuando en el barrio hay mucha vida social, sí se debe hacer. Por ejemplo, en Santacruz no se respetó el toque de queda del Día de la Madre, hubo marranada y fiesta y hoy se ven los resultados. Nosotros mandamos un mensaje todos los días, a los ciudadanos al teléfono: ‘en su barrio hay 3 personas contagiadas, tenga cuidado’.

¿Cuántas camas UCI para covid tienen?

Al inicio teníamos 36, incluso Cali nos superaba por el doble. Hoy tenemos 300 disponibles, 200 cargadas en el sistema y 100 por cargar, pero mil camas más listas para transformar cuando sea necesario. Nosotros producimos nuestros propios ventiladores.
¿Cómo avanza la reapertura de los centros comerciales? Bien, incluso esas medidas las vamos a implementar en supermercados y eso nos va a dejar un mundo más seguro que el de antes.

¿Ha pensado reactivar discotecas y restaurantes?

Cuando el Gobierno lo permita, vamos a abrir otros sectores. Tenemos herramientas tecnológicas para emplear en su momento.

¿Siente que puede cantar victoria?

No. Solo hemos tirado la pelota hacia adelante. Ahora hay que potenciar la responsabilidad ciudadana que se convierte en la más importante de las tecnologías.