Los habitantes de Popayán se amoldan al ambiente sobrecargado de azufre y ceniza, luego que los volcanes Curiquinga y Puracé expulsaran estos elementos durante la noche de este domingo 19 de enero, como lo confirmó el Servicio Geológico Colombiano.

De acuerdo con dicha entidad, el incremento en la actividad se localizó en la parte noroccidental de la cadena volcánica Los Coconucos y la emisión de ceniza registrada en sensores de presión acústica, cámaras web instaladas en la parte alta del volcán, así como reportada por poblaciones cercanas, tuvo como foco de emisión el cráter del volcán Curiquinga.

Esta es la presentación actual del parque Caldas de Popayán tras la expulsión de cenizas de los volcanes Curiquinga y Puracé. | Foto: Francisco Calderón

“Este volcán hace parte de la cadena volcánica Los Coconucos, ubicada sobre la cordillera Central, entre los departamentos de Cauca y Huila, y está compuesta de quince centros eruptivos, entre ellos, el volcán Puracé”, agregó dicha entidad al momento de entregar un reporte de esta situación, la misma que tiene a los payaneses portando tapabocas, sin permanecer largo tiempo en las calles.

Por eso, y raíz de este fenómeno natural, las calles de la capital del Cauca están completamente tapizadas por las cenizas, las cual tiene similitud al polvo o talco que usaron los payaneses en los pasados carnavales de Blancos y Negros.

“Regresamos a los carnavales”, expresaban las personas en las primeras horas de este lunes 20 de enero cuando salieron a las calles a realizar sus diligencias cotidianas, percatándose del fenómeno natural a ver los carros, ventanas, antejardines y calles completamente manchadas por completo por este ese polvo volcánico que fue cayendo lentamente durante la noche y parte de la madrugada de este luns, acompañando a un fuerte olor a azufre.

“Eso me olía maluco, como ha podrido cuando me levanté a bañar, por eso lavé la ducha, el sanitario, porque pensaba que esa era la causa, pero cuando ya salí a trabajar me encontré con todos los pasillos del conjunto llenitos de ceniza, y claro, mi camioneta también terminó arropada por ese polvo grisáceo”, relató Aurora Ulcué, docente de la capital del Cauca.

Después, y tras la información emitida por la radio local, los payaneses no dudaron en volver a usar tapaboca, más cuando empezaron sentir el ambiente supremamente cargado de azufre.

Siempre es molesto ese ardor en los ojos, también en la piel, a pesar de que use tapabocas, señal de que estamos expuestos a ese azufre que expulsó el volcán”, expresó una impulsadora de un reconocido almacén ubicado en el barrio Modelo de la capital del Cauca.

Las personas salieron a trabajar con tapabocas, hasta el momento todo el sector comercial de Popayán funciona normalmente. | Foto: Francisco Calderón

Después, y ante la gran cantidad de ceniza que cayó en esta parte del país, los payaneses se volcaron a comprar agua en botellas o bolsas plásticas, de ahí que esta se agotó rápidamente de las bodegas, tiendas y supermercados de cadena.

“Eso madrugó la gente a comprar en cantidades el agua en estas presentaciones, porque corrió el rumor de que el acueducto estaba contaminado con esos de la cenizas del volcán”, relató una vendedora de una distribuidora de productos Postobón, ubicada en el barrio El Empedrado, en el centro de la ciudad. Después, en los almacenes como D1, Olímpica o Éxito, los estantes donde se exponían estos productos quedaron vacíos.

Es que este comportamiento se dio a pesar de que desde la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Popayán se dio un parte de tranquilidad al exponer que no hay evidencia de contaminación en las fuentes hídricas que surten del vital líquido a las bocatomas.

En Popayán, las personas compraban agua y papel higiénico en grandes cantidades en medio de la emergencia por la reactivación de estos dos volcanes. | Foto: Francisco Calderón

“Hasta el momento no se han identificado cambios significativos en la calidad del agua procesada en las plantas de tratamiento que puedan comprometer el suministro de agua potable. La operación y el suministro de agua continúan con normalidad en las zonas urbanas y rurales de Popayán”, fue parte del mensaje que emitió la empresa.

Después, y de manera preventiva, ordenaron suspender las operaciones en el aeropuerto Guillermo León Valencia, así como las clases en los colegios públicos y privados de la ciudad, esto como medida para prevenir afectaciones entre la población estudiantil. Luego se volvió reiterada la escena de las personas limpiando los antejardines y fachadas de las viviendas también lavando los vehículos.

Posteriormente, en las horas de la tarde, el Servicio Geológico Colombiano entregó una explicación más detallada de este inusual fenómeno, confirmándose que todo se dio desde el volcán Curiquinga y desde el Puracé.

En Popayán, durante la mañana de este lunes 20 de enero, el agua en botella y garrafones se agotó en cuestión de horas por el temor de que las cenizas volcánicas posiblemente contaminaron el acueducto de la ciudad. | Foto: Francisco Calderón

“De acuerdo a las imágenes obtenidas con las cámaras instaladas por el SGC así como por reportes hechos por pobladores del área de influencia, se identifican cuatro puntos de emisión de gases, dos en el volcán Puracé y dos puntos nuevos de emisión en el Curiquinga”, explicó la entidad, mientras las autoridades de los municipios del área de influencia de estos volcanes preparan a las comunidades para estar preparadas para futuras emergencias relacionadas con posibles erupciones.

Por eso se desde el SGC se emitió la alerta amarilla en relación con esta cadena volcánica, de ahí que organismos de socorro y hasta la fuerza pública están en máxima alerta, todo con el fin de atender a los ciudadanos si se presentan más emergencias relacionadas con el comportamiento de estos volcanes. También se decretó la alerta hospitalaria en la región.

“En estado de alerta Amarilla, se pueden presentar fenómenos como emisiones esporádicas de ceniza (erupciones menores) cuyo alcance y efectos son restringidos y la dispersión de la ceniza depende de la dirección del viento, presencia de algunas incandescencias, pequeñas explosiones en el cráter, anomalías térmicas de baja energía, ruidos, sismos sentidos, olores, precipitación de azufre elemental en inmediaciones al cráter y en fuentes termales y fumarolas, desgasificación en zonas diferentes al cráter. También formación de grietas y ocurrencia de lahares menores, entre otros”, agregó Servicio Geológico Colombiano

Hasta el momento los payaneses, así como los habitantes de Puracé y Timbío, viven con cierta normalidad esta emergencia.

"Por hoy solo quedó este pequeño lote de agua, eso madrugaron a llevarse todo este producto", expresó un trabajador de los almacenes Éxito. | Foto: Francisco Calderón