Francisco Salas, un ciudadano estadounidense de 36 años, contó los momentos de horror vividos durante el accidente del helicóptero Bell 206 en el barrio Manrique, en el nororiente de Medellín, en el que ayudó a sostener a una mujer que se hallaba junto a él, ya que ella no tenía fuerzas suficientes para sostenerse.
“Tenía una chica a mi lado, con mucho peso corporal, no tenía fuerza para sostenerse. Me tocó con un brazo agarrarme del helicóptero y con mi otra mano apoyarla durante unos 45 minutos”, comentó Salas.
El empresario de Texas, Estados Unidos, hacía parte de la tripulación compuesta por seis tripulantes del helicóptero que fue captado en video difundido en redes sociales mientras daba varias vueltas antes de precipitarse y quedar colgando de la fachada de una edificación en la comuna 3 de Medellín en pasado lunes 26 de febrero.
En el vehículo viajaban también dos mujeres de Costa Rica identificadas como Sandy Villalobos Marín, de 34 años, y Karen Rivera Picada, de 36, así como los colombianos Luisa Fernanda Osorio y Jaime Andrés Echeverri, quien sufrió una fractura en una de sus piernas.
El primero que logró salir del aparato fue el piloto, según el relato de Salas, pero los demás pasajeros tuvieron que permanecer más de dos horas dentro del helicóptero antes de ser rescatados por las autoridades.
Mientras esperaba a ser rescatado, en medio de la angustia, el hombre alcanzó a hablar con su familia, porque creía que iba a morir y necesitaba decirles lo mucho que los quería: “Yo tenía mi celular, hice una videollamada a mi mamá y a mi papá, y me despedí hasta de mi hermano. Fue un momento muy grave. Solo me quería despedir, decirles gracias a todos”, dijo a Noticias Caracol.
¿A quién pertenece el helicóptero?
Luego del accidente, la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes asumió la investigación para esclarecer las causas del siniestro de la aeronave.
Con base en los registros de la entidad, se conoció que el propietario es la Sociedad Aeronáutica de Santander S. A. S., una compañía con amplio reconocimiento en Colombia por el transporte de carga y pasajeros en la modalidad de taxi aéreo.
En el sitio web de la empresa resaltan que sus servicios se acomodan a las exigencias de los clientes, tanto lo lugares de destino como los horarios.
“Nuestra sólida infraestructura administrativa, operativa y de mantenimiento nos certifican con todos los requisitos y permisos exigidos por las autoridades aeronáuticas, gubernamentales, policías y militares para ofrecerle mayor seguridad y confianza con equipos de última tecnología”, resumió la organización.