En el Catatumbo, los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional, ELN, ahora no permiten el regreso de los campesinos a sus fincas, luego de abandonarlas cuando comenzaron los primeros combates con el frente 33 de las disidencias de las Farc.

Como bien lo denuncian los líderes sociales de las comunidades afectadas por la violencia desbordada por los elenos, estos últimos se quedan con los bienes y pertenencias de los labriegos porque “no van a permitir el regreso de los disidentes”, de ahí que muchos pobladores saben que deberán empezar sus vidas en otras zonas del país. Semana reveló detalles de la segunda fase de la guerra del ELN en el Catatumbo.

“Los milicianos del ELN controlan todos pueblos que integran el Catatumbo, muchos de ellos se quedaron con las casas de los campesinos, y cuando algunos estos regresaron se dieron cuenta de que se habían llevado todo, hasta las colonias o perfumes, porque ellos consideran que están despojando a los colaboradores del frente 33″, denunciaron los representantes comunitarios, quienes ahora permanecen escondidos en otras zonas del país.

Varias organizaciones sociales de Norte de Santander llegaron hasta el congreso de la República para denunciar la crisis humanitaria que ahora se registra en el Catatumbo. | Foto: Defensoría del Pueblo

“Los milicianos del ELN controlan todos pueblos que integran el Catatumbo, muchos de ellos se quedaron con las casas de los campesinos, y cuando estos regresaron se dieron cuenta que ellos se habían llevado todo, hasta las colonias o perfumen, porque ellos consideran que están despojando a los colaboradores del frente 33″, denunciaron los representantes comunitarios, quienes ahora permanecen escondidos en otras zonas del país.

Para materializar ese control sangriento con la población civil de esta zona del país, esta guerrilla ordenó a sus milicias investigar a los pobladores que permanecen en los refugios humanitarios, buscando detectar así a los simpatizantes de las disidencias o a sus colaboradores, incluso impartieron la orden de detener el retorno al Catatumbo de los campesinos que aún tienen afinidad con las directrices del frente 33.

Por eso varios campesinos intentaron en los últimos días regresar a sus fincas tras permanecer en Cúcuta, a donde llegaron con sus familias al comienzo de los combates, salvando sus vidas, pero se encontraron con la dura escena de que los elenos se apoderaron de sus casas, propiedades, prohibiéndoles hasta el ingreso a las mismas. “Ese grupo armado se llevaron todo, la ropa, las ollas, no dejaron nada, esa es la política ahora de los elenos”, es la denuncia de cintos de campesinos que lo perdieron todo por la violencia que ejerce esta organización delincuencial.

De ahí que para justificar este despojo, el ELN les informa a los campesinos que todo se debe a cuestiones de seguridad, pero la realidad es que ellos se apoderaron a sangre y a fuego del territorio luego de expulsar de algunos sectores del mismo a las disidencias de las Farc.

“El ELN se apoderó de todas las cosas, de ahí que meten a las casas a saquearlas porque, según dicen, que están haciendo posesión de las fincas que le pertenecían a la Farc. Se están quedando con la ropa, las colonias, las ollas, los desodorantes, de todo, todo”, denunciaron varios presidentes de Juntas de Acción Comunal.

Además, los elenos ejercen un férreo control social al punto que este grupo criminal adelanta estudios de cada campesino que intenta regresar al Catatumbo, de ahí que listados en mano, pruebas o registros en mano, van establecimiento quien puede volver a la zona, por eso, quien se puso a tomar fotos armas o prendas alusivas al 33, no pude regresar porque lo asesinan.

“Si se pusieron a tomarse fotos con un arma o están en alguna nota de la inteligencia del grupo al margen de la ley, deben salir”, agregaron los representantes comunitarios al exponer que estas acciones violentas contra la población civil se adelantan incluso en zonas urbanas de Norte de Santander, donde los milicianos del ELN ingresaron hasta en los refugios humanitarios que instalaron las autoridades para atender a los campesinos desplazados.

Los campesinos del Catatumbo no pueden regresar a sus fincas o viviendas porque el ELN tomó posesión de las mismas tras causar este desplazamiento masivo. | Foto: Defensoría del Pueblo

“Hay bastantes de ellos, uno los distingue en Cúcuta, ellos están mirando quiénes fueron las personas que se salieron del Catatumbo para anotarlos en los listados que tienen para no dejarlos regresar a sus fincas”, denunciaron as víctimas de la violencia de esta organización delincuencial.

Por eso para la gran mayoría de campesinos que salieron de este territorio saben que deben construir su futuro por fuera del Catatumbo porque ya el ELN no los necesita, no los quiere y muchos están en los listados de la muerte que esta guerrilla maneja para asesinarlos, acabarlos.

“Los que no comparten la ideología, saben que son objetivos militar. Al Catatumbo lo están bañando en sangre y siguen apoderándose de todo”, expresaron los labriegos que salieron de la zona gracias a las evacuaciones que adelantaron las Fuerzas Militares todo porque los elenos sentenciaron que las comunidades deben aceptar su ideología para poder regresar o permanecer en sus parcelas.

“Los someten a través de las juntas de acción comunal. Quieren dominar, presionar, a quien no comparte la ideología, les quitan el teléfono, no pueden comunicarse por un año; después de eso, hacen el balance de si la persona es grata para vivir, para desplazarlo o morir”, denuncian los representantes sociales que conocen la realidad de la guerra en el Catatumbo.

Pero hay más en esta especie de segunda fase de la guerra que se vive en esta área del país, donde el ELN va entregar a los secuestrados, gracias a la mediación de organizaciones defensoras de Derechos Humanos, de ahí que sus integrantes están esperando las indicaciones de este grupo armado ilegal para ir a recoger a los retenidos, es decir, una especia de liberaciones masivas que se dará en Norte de Santander.

La Gobernación de Norte de Santander confirmó que hay 52.630 desplazados hasta el momento por los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc en el Catatumbo. | Foto: Defensoría del Pueblo

“Los elenos dicen que no hay muertes de civiles, que la guerra no es contra ellos, que todos los que han caído tenían que ver con las disidencias de las Farc, que se han vuelto un grupo narcoparamilitar. Entonces, han dicho que se va a crear un espacio con algunas entidades para entregar a los secuestrados. Estamos a la espera”, revelaron las organizaciones humanitarias que están al frente de esta labor.

Este panorama se vive ahora ante la incertidumbre del campesinado frente al tema de la coca, porque muchos recibían ingresos semanales por trabajar en estas plantaciones, pero ahora están cesantes porque no se sabe quién va a controlar ahora los cultivos, más cuando la fuerza pública llegó al territorio y el ELN no está con las intenciones de cederlo. De ahí que los desplazados no tienen ingreso, no saben en qué emplearse, de ahí que tiene un futuro incierto.

Todo se complica porque el ELN tiene ahora minados todos los accesos viales a las poblaciones del Catatumbo para evitar la retoma que pueda adelantar el frente 33 o el avance de la fuerza pública, cómo quedó demostrado en Tibú, que es la capital del Catatumbo, donde los militares ubicaron más de 2.600 artefactos explosivos, muestra de la barbarie de los elenos.

De acuerdo con el comandante del grupo de manejo de explosivos de la Segunda División del Ejército Nacional, capitán Julian David Benítez, este material bélico fue encontrado en las carreteras de este municipio, muestra del riesgo que enfrentan tanto los militares como los civiles que se movilizan por esta población, de ahí que esta clase de acciones que fue por la violación al derecho internacional humanitario.

“La minas antipersona no discriminan a nadie, como puede ser fuerza pública, puede ser la misma guerrilla, niños o animales. Hemos encontrado minas antipersona, están diseñadas para matar o mutilar; artefactos explosivos improvisados; municiones, casi parecidas a las que cuenta la fuerza pública, las utilizan sin ningún patrón de armado fijo”, explicó el oficial.

Esta tensa situación es igual en todos los municipios del Catatumbo: Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, Ocaña, Playa de Belén, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú están sembrados con minas, todo por la guerra entre el ELN y las disidencias de las Farc, la cual incrementó el uso de estas minas en el territorio, de ahí que durante esta semana tres personas resultaron heridas al caer en estas trampas mortales.

“A raíz de que se va presentando este conflicto entre las dos fuerzas, se comienza a incrementar la presencia de estos artefactos. Ellos están buscando algún interés sobre esto, proteger algún territorio, incluso mutilar, matar o lesionar a una persona”, agregó el capitán Benítez.

Ese, entonces, es el escenario de muerte, dolor y terror que creó el ELN a la hora de enfrentarse a las disidencias de las Farc, de ahí que los campesinos son los que están padeciendo esta guerra Aunque se presume que son ya 80 los fallecidos, el Instituto Nacional de Medicina Legal y la Fiscalía solo han recibido 52 cadáveres que corresponden a cinco excombatientes de las Farc-EP, dos líderes sociales, 41 particulares y cuatro menores de edad que habrían sido reclutados.

Mientras tanto, en el más reciente informe de la Gobernación de Norte de Santander se confirmó que hay 52.630 desplazados, mientras que los colegios están cerrados, al igual que los establecimientos comerciales mientras que la fuerza pública busca recuperar el Catatumbo amparados por la medida de conmoción interior que decretó el presidente Gustavo Petro.

El Gobierno de Gustavo Petro busca a través de la fuerza pública recuperar el control del Catatumbo, de ahí que decretó la medida de conmoción interior para esta zona del país. | Foto: Ministerio de Defensa de Colombia

Con información de Semana