Por más de diez años, entre los años 2000 y 2013, Claudia Elena Lozano Doria trabajó dentro de la Fiscalía General de Colombia y de algunos despachos judiciales, trabajos a los que logró ingresar con documentación ilegal. Durante su tiempo dentro de este ente, unos 13 años, Lozano, aparentemente, sin tener ni siquiera un título de abogada, solicitó órdenes de captura, abrió investigaciones e incluso absolvió a algunos presuntos culpables.
Según lo que se conoció, en el año 2000, Lozano ingresó a la Fiscalía sin tener los documentos que se requerían, gracias a una relación de amistad con uno de los funcionarios de esta entidad en Montería. A pesar de que ingresó como técnica judicial en Montería, Córdoba, la mujer comenzó a escalar rápidamente dentro de la institución, llegando a ocupar cargos importantes como fiscal local. Incluso, llegó a ocupar el puesto de directora seccional de Fiscalía en Riohacha.
Uno de los casos más notorios durante su gestión fue en diciembre de 2008, cuando, siendo directora de Fiscalías en La Guajira, solicitó la captura del director seccional del DAS, Yohn Carlos Cuéllar Gómez, por presunta extorsión para liberar a una mujer solicitada en extradición. La noticia ocupó titulares y sacudió al ya desprestigiado DAS, que enfrentaba denuncias de infiltración paramilitar y seguimientos ilegales.
Sin embargo, después de más de 10 años de engañar a estas entidades, y cuando intentó ingresar a Judicatura como juez de ejecución de penas en Valledupar, las alarmas se encendieron al verificar que su número de cédula no aparecía en el registro nacional de abogados.
Por su parte, la Fiscalía General inició un proceso judicial por fraude y falsedad en documentación privada; sentenciándola a una condena de doce años y nueve meses de prisión, sentencia que fue ratificada por el Tribunal Superior de Bogotá.
“La acusada propendió desde el momento en que anexó a su hoja de vida, un título, acta de grado y tarjeta profesional de abogada falsos, en escalar a nivel laboral en la Fiscalía General de la Nación, aprovechando su vinculación con anterioridad como técnico judicial, para evadir un nuevo esquema de seguridad”, señaló la Fiscalía en ese entonces.
Uno de los puntos que más llamó la atención de este caso es que durante el juicio, su antigua amiga, María Consuelo Mestre, testificó que los documentos presentados por Lozano Doria eran copias de los suyos.
“La testigo María Constanza Mestre Palomino, abogada de la Universidad del Sinú y examiga de la procesada, correspondía en sus daos, (que) en alguna oportunidad, entregó a la procesada junto con una copia de su hoja de vida, con el propósito de obtener un trabajo en la Fiscalía”, dijo la testigo.
Aunque la Fiscalía ya procedió y condenó a Lozano, las complicaciones en este caso siguen aumentando, pues existen cientos de demandas contra supuesta juez, por acciones ilegales que realizó en el tiempo que ejerció.