Uno de los últimos en dar a conocer su postura es el senador Humberto de la Calle, quien realizó una pequeña referencia de lo que se tuvo en cuenta para la declaratoria.

“Vademécum para la conmoción: 1. Nunca olvidar que el verdadero responsable de la salvajada es el ELN. 2. No obstante, un cúmulo de errores del gobierno han contribuido a la situación. Desconocer alertas tempranas, ceses de fuego desordenados, ausencia de ley de sometimiento, descontrol territorial. 3. Pero es un contrasentido afirmar que es la más grave afectación en décadas, y al mismo tiempo impedir que el gobierno apele a normas constitucionales de excepción.”, señaló a través de su cuenta de X, de la Calle.

Cabe mencionar que el exnegociador de paz ha cuestionado la política de Paz Total del Gobierno Nacional en otras ocasiones, con la cual se pretendía adelantar diálogos con los grupos armados.

Pero los combates no solo se han registrado en la región del Catatumbo, en Norte de Santander, sino también en el municipio de Calamar, Guaviare.

Por ello para Humberto de la Calle, la iniciativa “se está volviendo inviable”. Para el senador, los recientes enfrentamientos en el Guaviare, se han convertido en una nueva guerra territorial entre facciones ilegales, a lo que se suma poca presencia estatal en aquellas zonas donde hay una forma de neofeudalismo.

Por eso advierte que esta situación no solo afecta a las comunidades locales, sino que además compromete la soberanía del país.

En su trino señala: “Ahora el Guaviare. Otra guerra territorial en la que facciones ilegales pelean entre sí. El control del Estado es muy precario. He dicho y repito que esta situación, asimilable a una forma de neofeudalismo, ya es un problema de soberanía. Muchas veces interrogué sobre esto: si se enfrentan dos bandas, una de las cuales está en cese de fuego con el Estado, cómo proceder? Aliarse con una en contra de la otra? Servir solo de árbitro humanitario? Combatir a ambas? Aun si aceptamos que la paz total fue una innovación del Gobierno, es claro que ahora se está volviendo inviable. Es necesario un replanteamiento estratégico del fondo. Esto no es cuestión de gobierno/oposición. Es una urgencia nacional”.