La Operación Esperanza no para. La tarde del domingo, un grupo de 25 indígenas llegaron al operativo que continúa en la selva del Guaviare y Caquetá, para encontrar a los cuatro menores desaparecidos desde hace 21 días.
Sus nombres son Lesly Mucutuy, Soleiny Mucutuy, Tien Noriel Ranoque Mucutuy y el bebé de 11 meses Cristin Neriman Ranoque Mucutuy. La misión tiene a cientos de militares desplegados por tierra y aire, y para encontrarlos lo antes posible.
Al área llegaron 18 indígenas de los pueblos Murui y Siona, del departamento Putumayo, y 7 indígenas del pueblo Coregueaje, del departamento de Caquetá, para unirse a las Fuerzas Militares y demás organismos que participan en la búsqueda.
Desde la Brigada Selva Nº22, las Fuerzas Militares se integraron en una reunión de coordinación con los indígenas para darles a conocer la trayectoria de la búsqueda por tierra que lleva más de 15 días de activa.
Al término de ese encuentro, la comunidad indígena dijo que están seguros que los niños están vivos.
“La madre naturaleza es un ser vivo, es un ser que tiene su gente allí dentro. Lo que nosotros hemos analizado desde nuestra organización es que la selva los tiene absorbidos como por principio. Defendemos a la madre naturaleza que es como la madre para nosotros. Podemos creer que la madre naturaleza los tiene, pero ella misma les está dando el sustento para poder sobrevivir a esa situación”, aseguró Miguel Romario, quién pertenece al resguardo indígena Jirijiri de Putumayo.
Los indígenas que participarán en la búsqueda estiman que en tres días encontrarán a los cuatro menores desaparecidos en Guaviare.
“Confiando en Dios, y lo hemos visto desde nuestra ancestralidad, no va a pasar más de tres días y vamos a tener ese resultado, “comentó uno de los voceros al término del encuentro.
Tras días de intensa búsqueda, la esperanza de las Fuerzas Militares y de Bienestar Familiar está en dar con cuatro menores de edad de los que han encontrado señales de supervivencia en la extensa selva que conecta a Guaviare con Caquetá.
El sábado las Fuerzas Militares junto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar lanzaron desde un helicóptero más de 100 kits de supervivencia. “Estos kits de supervivencia contienen los siguientes elementos: fariña -comida nativa de la región-, sueros orales, agua, bocadillos, galletas y un encendedor”, explicó el mayor Jesús Rivera Ortiz, comandante de la Operación Esperanza.
Para las autoridades, esta comida y bebidas arrojados a la selva podrían dar indicios para llegar a los menores de edad porque al ser consumidos, “sus rastros podrán ser vistos por la tropa y así continuar direccionando la búsqueda en esa compleja zona del suroriente del país”, explicaron las Fuerzas Militares.
En un gráfico publicado por las Fuerzas Militares se observa el amplio rango de búsqueda en el que se lleva a cabo la operación de búsqueda. “En esta gráfica se muestra un comparativo del área en donde se realiza la Operación Esperanza en la selva del Caquetá y Guaviare la cual corresponde a un 80 % del área urbana de Bogotá”.
La avioneta de la empresa Avianline Charter’s era una Cessna 206 de matrículas HK 2803, y el 1 de mayo a las 7:34 de la mañana emitió un mensaje de emergencia a 175 kilómetros de San José del Guaviare, en la frontera con el Caquetá, con siete personas a bordo.
Las tres que murieron eran las mayores de edad, y se trataban del piloto Hernando Murcia y los pasajeros Herman Mendoza y Magdalena Mucutuy Valencia, la mamá de los niños desaparecidos. Estas tres personas fueron encontradas muertas 15 días después de que la aeronave cayera en la selva.