Sanitas y Colsanitas son una EPS y un servicio de medicina prepagada, respectivamente. Ambos son servicios de salud, pertenecientes al mismo grupo empresarial y aunque ambos pertenecen a la misma familia y ofrecen servicios de salud, tienen enfoques y estructuras de servicio diferentes. Esto no quiere decir que tras la noticia de la intervención a la EPS por parte de la Superintendencia, vaya a afectar los servicios a sus afiliados.

Tanto el superintendente nacional de Salud, Luis Carlos Leal, como el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, han salido a aclarar que la intervención desde lo administrativo a la EPS no la sentirán los pacientes ni de este frente ni los de medicina prepagada, ya que les seguirán garantizando sus servicios.

“Nuestro mensaje hoy es de tranquilidad. Aquí los servicios, tanto de la EPS como de la prepagada, se van a continuar prestando sin ningún inconveniente. Esto para que ustedes puedan tener la absoluta seguridad y la tranquilidad de que estaremos muy atentos para que ustedes, los ciudadanos que hoy están afiliados a esta EPS, puedan seguir contando con los servicios, con la atención y podamos solucionar los problemas que hoy tiene la EPS y que, por supuesto, ya fueron mencionados por el informe presentado por el señor superintendente”, dijo el ministro de Salud.

Sin embargo, todos los expertos coinciden en que tranquilidad no habrá. “El servicio va a deteriorarse”, advierte la exdirectora de Acemi, Paula Acosta. Y al deteriorar los servicios de la EPS, muchas más personas acudirán a la prepagada. Si Sanitas comienza a fallar, muchas cosas que necesiten los pacientes de Colsanitas se demorarán o no se podrán hacer por falta de capacidad o porque simplemente no serán autorizados.”, agrega.

Superintendencia de Salud confirmó la intervención de la EPS Sanitas. | Foto: Captura en pantalla @Supersalud

El exministro Fernando Ruiz también se pronunció al respecto.

Hoy en día, la gente tiene la medicina prepagada y su EPS está ligada a esa empresa”, aseguró. El exfuncionario explicó que, hoy, más de un millón cien mil personas cuentan con este servicio en Colombia. Pero el día que las Empresas Promotoras de Salud (EPS) no trabajen de la mano de dichas empresas, “la medicina prepagada se va a encarecer, seguramente, y va a ser menos eficiente en la prestación del servicio”.

“Esas personas afortunadamente tienen la capacidad económica de acceder a un servicio distinto”, señaló Rueda en un principio. “Un usuario que tenga medicina prepagada, pues continuará recibiendo los servicios que le garantiza su medicina prepagada”, añadió.

La Superintendencia garantizó que ninguno de los usuarios, tanto de EPS como prepagada, se verán afectados. Foto José L Guzmán. El País oct 31-23 | Foto: El País

Pero luego hizo hincapié en otra realidad y habló de lo que podría venir en el futuro: “Las medicinas prepagadas no garantizan todos los servicios y esa tampoco es la realidad para todos los colombianos. Cuando los sistemas de salud no logran financiar correctamente la totalidad de sus servicios, normalmente, lo que ocurre es que las personas tienen que financiarlos de su propio bolsillo”.