Los termos son una herramienta esencial para mantener la temperatura de las bebidas, ya sea caliente o fría, durante largos periodos de tiempo. Sin embargo, con el uso continuo y el paso del tiempo, estos recipientes pueden deteriorarse, afectando su funcionalidad y seguridad.
Saber identificar las señales que indican la necesidad de reemplazar un termo es fundamental para garantizar una experiencia segura y eficiente.
1. Pérdida de capacidad térmica
Uno de los signos más evidentes de que un termo necesita ser reemplazado es la incapacidad de mantener la temperatura de las bebidas por el tiempo habitual. Si una bebida caliente se enfría rápidamente o un líquido frío pierde su frescura en pocas horas, es probable que el aislamiento térmico del termo haya perdido efectividad. Esto suele ocurrir debido al desgaste de los materiales internos, especialmente si el termo ha recibido golpes o caídas.
2. Fugas y goteos
Un termo en buen estado debe mantener los líquidos en su interior sin permitir filtraciones. Si al transportarlo se notan fugas en la tapa o en las uniones, es posible que las juntas de silicona o los sellos hayan perdido su elasticidad. Aunque en algunos modelos es posible reemplazar estas piezas, en muchos casos la mejor opción es adquirir un nuevo termo para evitar inconvenientes.
3. Mal olor persistente
El uso prolongado de un termo puede generar acumulación de residuos y olores difíciles de eliminar, como puede pasar con la nevera, especialmente si se utilizan bebidas como café, té o jugos. Si después de una limpieza profunda el olor persiste, esto puede indicar que los materiales internos han absorbido sustancias que alteran el sabor y la calidad de las bebidas. En estos casos, cambiar el termo es la mejor alternativa.
4. Manchas y corrosión interna
Los termos fabricados en acero inoxidable o con recubrimientos especiales pueden resistir la corrosión, pero con el tiempo pueden aparecer manchas oscuras o rastros de óxido en su interior. Esto no solo afecta la apariencia del termo, sino que puede comprometer la seguridad de las bebidas. Si la corrosión es visible y no desaparece con la limpieza, es recomendable dejar de usarlo.
5. Tapa defectuosa o dañada
La tapa es una de las partes más importantes del termo, ya que sella el contenido y evita derrames. Si se rompe, no cierra correctamente o tiene grietas, es posible que ya no garantice la hermeticidad del recipiente. En estos casos, si no se consigue un repuesto adecuado, lo más recomendable es reemplazar el termo por completo.
6. Cambios en el sabor de las bebidas.
Si los líquidos comienzan a tener un sabor metálico o extraño después de permanecer en el termo, esto puede ser una señal de que el material interno se ha deteriorado. Esto suele ocurrir en modelos de baja calidad o cuando han sido utilizados por demasiado tiempo. Consumir líquidos almacenados en un recipiente dañado puede ser perjudicial para la salud.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.