La mejor época para podar árboles frutales varía según el tipo de árbol y el clima de la región en la que se encuentre. A continuación, una serie de recomendaciones.
Árboles de hoja caduca (como manzanos, perales, ciruelos): En climas templados, agosto puede ser un buen momento para realizar una poda de verano. Esta poda ligera ayuda a controlar el tamaño del árbol, mejorar la penetración de la luz y fomentar la formación de frutos para la próxima temporada. Sin embargo, no debe ser demasiado severa, ya que la poda intensa en verano puede estresar al árbol.
Cítricos (como naranjos, limoneros): Estos árboles generalmente se podan después de la cosecha y antes de que comience un nuevo ciclo de crecimiento, lo que en muchas regiones significa que se podan en invierno o a principios de la primavera. Podar en agosto podría ser contraproducente si el árbol está en plena producción o crecimiento activo.
Árboles de hueso (como melocotoneros, albaricoqueros): La poda de verano en estos árboles se realiza para eliminar ramas muertas o débiles, mejorar la circulación del aire y la luz en el interior del árbol, y para controlar el tamaño. Agosto puede ser adecuado si las temperaturas no son demasiado altas.
Consideraciones adicionales
Clima: En climas muy cálidos, es mejor evitar la poda durante los picos de calor para no estresar al árbol.
Estado del árbol: Si el árbol está estresado por sequía, plagas o enfermedades, es mejor evitar la poda hasta que se recupere.
En resumen, agosto puede ser un buen momento para una poda ligera, especialmente en árboles de hoja caduca, pero es importante considerar las condiciones locales y el tipo de árbol.