El sueño reparador es aquel descanso nocturno de calidad que permite al cuerpo y la mente recuperarse de manera óptima. No se trata solo de dormir muchas horas, sino de alcanzar un sueño profundo y continuo que favorezca la regeneración celular, la consolidación de la memoria y el equilibrio del sistema nervioso.

Los trucos para tenerlo

A continuación, varias recomendaciones para lograr dormir bien:

1. Mantener una rutina de sueño estable

El cuerpo humano funciona con un reloj biológico llamado ritmo circadiano, el cual regula los ciclos de sueño y vigilia. Para optimizar el descanso, es fundamental acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda al organismo a establecer un patrón de sueño regular, facilitando el proceso de conciliación y evitando despertares nocturnos.

2. Reducir la exposición a pantallas antes de dormir

La luz azul emitida por dispositivos electrónicos como teléfonos, tabletas y televisores inhibe la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño. Para minimizar su impacto, es recomendable evitar el uso de estos dispositivos al menos una hora antes de acostarse. En caso de ser necesario, se pueden activar los modos de luz cálida o utilizar gafas con filtro de luz azul.

3. Evitar cenas pesadas y sustancias estimulantes

Consumir comidas abundantes o con alto contenido en grasas y azúcares antes de dormir puede generar digestiones pesadas, lo que dificulta el descanso. Asimismo, la cafeína y el alcohol pueden alterar la calidad del sueño. Se recomienda cenar ligero y con suficiente antelación, preferiblemente dos o tres horas antes de acostarse.

Este descanso permite al cuerpo y la mente recuperarse de manera óptima. | Foto: Getty Images

4. Implementar una rutina de relajación nocturna

Realizar actividades relajantes antes de dormir ayuda a preparar la mente y el cuerpo para el descanso. Algunas opciones incluyen la lectura de un libro, la meditación, ejercicios de respiración profunda o un baño caliente. Estas prácticas contribuyen a reducir el estrés y favorecen un estado de calma necesario para dormir bien.

5. Asegurar un ambiente de descanso adecuado

El dormitorio debe ser un espacio propicio para el sueño. Para lograrlo, se recomienda:

  • Mantener la habitación oscura utilizando cortinas gruesas o antifaces para bloquear la luz.
  • Controlar la temperatura, idealmente entre 18 y 22 grados Celsius, para evitar sensación de frío o calor.
  • Reducir los ruidos con tapones para los oídos o mediante el uso de sonidos blancos o ambientales.
  • Invertir en un buen colchón y almohadas que brinden el soporte adecuado según la postura al dormir.

6. Exposición a la luz natural durante el día

7. Realizar actividad física regularmente

El ejercicio físico contribuye a mejorar la calidad del sueño, ya que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Sin embargo, se recomienda evitar entrenamientos intensos al menos tres horas antes de dormir, ya que pueden generar un estado de alerta que dificulta la conciliación del sueño.

8. Controlar las siestas diurnas

Dormir durante el día puede ser beneficioso si se hace con moderación. Las siestas no deben superar los 20 o 30 minutos, y es preferible tomarlas antes de las 3 de la tarde para no interferir con el sueño nocturno.