Luego que Bogotá regulara el uso de los monopatines eléctricos, con el ánimo de generar ingresos por el uso del espacio público, la capital del Valle empezó a dar pasos para reglamentar este mercado que cada vez es más empleado por los caleños.

Según la Alcaldía de Cali, en el transcurso de este mes se estaría reglamentando el uso de las patinetas eléctricas en la ciudad. Esto, una vez finalice el plan piloto con Grin Colombia S.A.S., empresa de origen mexicano que ofrece actualmente un promedio de 600 patinetas, las cuales están ubicadas, principalmente, en inmediaciones a las instituciones universitarias, especialmente en el Sur.

“Aunque no hay información concreta sobre el tema, consideramos que la regulación en Cali se va a adaptar acorde a las condiciones del mercado”, indicó María Villate, vocera de Grin Colombia S.A.S.

No obstante, Villate señaló que “desde hace cerca de seis meses entregamos a la Alcaldía la información de cómo es la operación de nuestras patinetas, cómo se hace el despliegue en la ciudad y cómo va creciendo el mercado conforme a las necesidades de la población, recordando que este es un mercado muy dinámico pero, a pesar de los anuncios, es incierto saber cuándo será regulado el servicio en esa ciudad”, agregó Villate.

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En este punto vale la pena recordar que en marzo de este año a la ciudad también ingresaron 1000 patinetas eléctricas de la empresa estadounidense Lime Network. Sin embargo, los vehículos de esta empresa ya no ruedan por las vías de Cali; de hecho, fueron recogidos el pasado 15 de octubre, cuando finalizó el plan piloto que les cobijaba.

Por su parte, el presidente del Concejo Municipal, Fernando Tamayo, aseguró que las patinetas eléctricas realmente no tienen soporte legal para transitar en Cali.

“Aquí hay varios puntos que son básicos: Primero, esto es un negocio de un particular que está utilizando los espacios públicos del Municipio a cambio de nada; y segundo, desconocer esta dinámica de movilidad, mediante la cual se podría recoger dinero para mejorar el sistema de transporte masivo, es una falta de conciencia con las necesidades presupuestales que tiene la ciudad”, agregó Tamayo.

Del mismo modo, Janeth Mosquera, experta en movilidad de la Escuela de Salud Pública de la Universidad del Valle y coordinadora del Observatorio del Ciclista y el Peatón, aseguró que “este negocio que apareció de la noche a la mañana en Cali nunca fue socializado; es más, no está incluido en el Plan Integral de Movilidad Urbana (Pimu)”.

Además, “este no puede considerarse como un medio de transporte, sino como un medio recreativo que debe estar sujeto a ciertas restricciones; por ejemplo, a que circule de manera exclusiva por determinadas zonas turísticas de la ciudad”, dijo Mosquera.

La analista en asuntos de movilidad sostenible enfatizó que “hay que revisar que Cali no cuenta con vías adecuadas para que cientos de patinetas con motor se muevan, sin control, por espacios que con tanto esfuerzo se han conseguido para el servicio de ciclistas y peatones”.

Así funciona el sistema en otros países del mundo
Ciudad de México, considerada una de las urbes latinoamericanas con más problemas de movilidad, es una de las ciudades pioneras en el uso de las patinetas eléctricas, llamadas también ‘patinetas del diablo’.

Noé González, residente en la capital mexicana, es un usuario intermitente de este sistema de transporte que en los dos últimos años se ha extendido por diversos países de América y Europa.

“Cuando se piensa en economía de tiempo esta es una buena opción, pero cuando se mira el costo las cosas cambian. Por ejemplo, de mi casa al trabajo me cobran casi igual a un recorrido en taxi, y si analizo, el taxi me ofrece más seguridad que una patineta; por este motivo muchas personas hemos dejado de emplear este vehículo con tanta frecuencia”, advirtió González.

Sin embargo, otras experiencias que han tenido lugar en metrópolis como París, en la que se calcula circulan actualmente más de 15.000 de estos vehículos, la regulación del sistema de las patinetas eléctricas ha generado buena receptividad.

Francia promueve la cultura ciudadana y el uso de este sistema, en trayectos cortos, bajo importantes medidas de control por parte de las empresas y el Estado.

En el caso de Lima, Perú, las patinetas, llamadas también ‘scooters eléctricos’, fueron regulados en abril de este año. Asimismo, fueron denominadas como un vehículo de movilidad personal, lo que ha facilitado la circulación de los usuarios en distintos lugares de Perú.

De esta forma, tomando las experiencias locales y extranjeras, Francisney Vera, magíster en Administración y docente universitaria, recordó que “actualmente todas las empresas emergentes que prestan servicios enfocados en la protección del medio ambiente se convierten en una gran oportunidad de negocio, tal y como ocurre con las patinetas eléctricas, que seguramente, darán mucho de qué hablar”.

Sobre regulación en Bogotá 

$1000 millones espera recoger la Alcaldía de Bogotá mediante la regulación de las patinetas eléctricas, que inició el pasado 29 de octubre.

Al respecto, María Villate, de Grin Colombia S.A.S., una de las empresas que ya se acogió a la reglamentación, y que hasta el momento ha pagado $250 millones para garantizar la continuidad en la prestación del servicio, explicó que “en la capital se regula es sobre el aprovechamiento del espacio público y no sobre el derecho a movilizarse en estos vehículos”.

Sin embargo, señaló que “el proceso de regulación es bastante deficiente, porque al establecer un cupo máximo de 3050 patinetas, distribuidas entre cinco operadores, sabiendo que actualmente hay más de 8000 monopatines en circulación, lo único que genera es una afectación al usuario”.

Por ahora, la Secretaría de Movilidad de Bogotá, determinó que sean las localidades de Chapinero y Usaquén para ubicar los vehículos y asignó ciertos límites geográficos en los que se pueden usar.

Los usuarios pueden hacer uso de la ciclorruta, siempre y cuando respeten las normas de tránsito y requisitos de la regulación.