El personaje central de ‘Las huérfanas’ es Myriam de Nogales, madre de la escritora caleña Melba Escobar de Nogales, la última de las cuatro hijas que llegó a tener y, precisamente, la que cuenta su historia de decisiones desesperadas, como lanzarse de un cuarto piso, y de gran fuerza de voluntad para —habiendo sobrevivido a la caída— recomponer su cuerpo y su espíritu, al tiempo que se convertía en el centro de su universo familiar.
También es la historia de las otras mujeres y sus luchas interiores, la otra Myriam y la otra Melba que, como en un juego de espejos, se repiten y confunden hasta que algunos se rompen.
La escritora caleña estuvo en la Feria Internacional del Libro de Cali (FLI Cali 2024) presentando su novela más personal, como cumpliendo un encargo que tenía pendiente con su progenitora, la estrella madre cuya luz sigue iluminándola.
—¿Cómo definiría ‘Las huérfanas’? ¿Novela, autoficción o narrativa de no ficción?
Yo sí creo que es una novela. Si bien es biográfica, está trabajada como una novela, en el sentido que para mí es importante. Aunque está escrita desde una primera persona, que es mi voz como narradora, quiero pensar que me diferencio de esta tendencia que hay ahora, un poco narcisista, toda una literatura del yo, que es una primera persona que explota mucho la intimidad. Por el contrario, en mi novela hay una elaboración estética y la búsqueda de una verdad, que me tomé muy en serio, por eso trabajé con cuidado la estructura y el lenguaje, es decir, creo que no es un ejercicio de inmediatismo egocéntrico, en el que caen muchas propuestas literarias de hoy en día.
Lo que a mí más me interesaba era justamente entender que, si bien uno siempre va a ser una persona única y singular, que es la que siente y la que vive con lo que pasa, me parece importante, como dice la Premio Nobel polaca, Olga Tokarczuk, que hay una primera persona que se enmarca en entender que hace parte de un todo, de unos vínculos y unas relaciones con un contexto, un linaje familiar, e incluso para ir más lejos, de un país, de una naturaleza y del universo.
—Uno de los temas centrales de la novela son las fronteras difusas entre cordura y locura, como lo dice al principio de la novela: “Vengo de una familia de psiquiatras y psiquiátricos”. ¿De qué forma abordó la enfermedad mental en ‘Las huérfanas’?
No existen las familias ideales, perfectas o normales. Creo que por mucho tiempo ha sido un tabú hablar de la enfermedad mental, pero, sin duda, esta es una novela que muestra una familia donde la enfermedad mental está de lado y lado, del lado Escobar Navia, que es el de Cali, y del lado De Nogales, que es el de España. Y muestra cómo, en muchas ocasiones, en estas enfermedades, lo que hay son luces y sombras, también tienen una belleza, como una poética de la anormalidad, diría yo, que exploré en mi familia.
Aquí uno ve personajes que fueron genios a su manera, como mi tía Melba, mi padre y mi mamá. Y justamente estas dificultades mentales son lo que los ilumina como personajes, les da relieve relevancia, importancia y singularidad, porque observan las cosas desde una perspectiva diferente, entienden la realidad de nuevas formas.
Entonces la forma como abordo la enfermedad mental es en desde su complejidad y en toda su belleza que han significado en mi vida, aportando matices y profundidad a la realidad.
—¿Qué criterios personales, familiares y literarios tuvo en cuenta para escribir sobre su madre?
Si bien yo escribí y firmo la novela, este fue un trabajo que hice con mi familia. Trabajamos con mis hermanas, que han sido muy generosas, siempre estuvieron dispuestas a leerme y comentarme muy abiertas, mi prima Verónica que aparece al final también estuvo presente, y mi tía Beatriz, que es la única sobreviviente de la familia de mi mamá, es decir, esto fue un trabajo casi como de terapia de grupo que hicimos en familia. Para lograrlo, fue muy importante la confianza, el hecho de que me conocen y saben que mi trabajo es bastante delicado, porque no me interesa el escándalo y estoy bastante en paz con el legado familiar. Además, pienso que la novela llegó en un momento que buscaba encontrar con la escrituras la paz interior y con los seres queridos.
—¿Su madre alcanzó a saber que se convertiría en personaje de una novela?
Pues más que yo planteárselo, ella me lo pidió a mí —como aparece al final de la novela—, ya en su lecho de muerte me dice, de forma muy teatral, porque mis hermanas decían que era como una diva de Almodóvar, era un personaje impresionante. Ella me dijo: “Melba, que al menos todo este sufrimiento te sirva para escribir una buena novela”. Y eso para mí se convirtió en un encargo que no podía fallar.
Eventos FIL Cali recomendados
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Jovita Feijóo: Hoy, a las 2:40 p .m. en la carpa de la Red de Bibliotecas Públicas de Cali, en el recinto ferial, se llevará a cabo la presentación del libro ‘Feijóo una reina que no fue princesa’, dedicado al personaje caleño. En el evento conversarán Claudia Barbosa, Laura Fontecha y Alejandra Montaño.
Plegarias del pueblo muerto: El periodista y escritor Pablo Navarrete presenta esta tarde, a las 2:00 p. m. en el auditorio TQ, su libro ‘Plegarias del pueblo muerto’, un riguroso recuento de la masacre de El Aro, perpetrada en 1997 por grupos paramilitares.
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