ESPEJO DE AGUA
Si la rana de adentro no canta
la de afuera
solo hace ruido.
Si únicamente
canta la de adentro,
el mundo no la escucha.
Se necesita un acuerdo
entre las dos ranas
para que exista un canto.
Un acuerdo
entre los dos estanques
los dos cielos y las nubes.
CUESTA ARRIBA
Voy cuesta arriba
de la cola de mi burro.
Remolcado por su alma
más grande que la mía.
De vez en cuando
se acuerda de arrancar
un bocado de hierba
de la orilla del camino.
Después soltará ventosidades,
al fin y al cabo es un ángel
de este mundo.
Qué falta me hace el animal
ahora que voy subiendo la cuesta,
agarrado del rabo de nada,
en este camino
por el que ya no anda nadie.
EL SONIDO DEL AGUA
Busca el que baja
el agua
la luz que sueña
el corazón de tierra
PARA LEVANTAR EL VUELO
El buitre picotea el cielo
de unos ojos
para acicalar sus plumas
y levantar el vuelo
POR SOMBRA LA LUZ
Habían caminado por tierras áridas,
ido más allá de los cerros pelados
donde solo se levantaba
el vuelo sordo de la perdiz.
Al fin dieron con lo que no buscaban:
el árbol que tiene por sombra la luz.
SOÑANDO EL ALIMENTO
Viene del agua al encuentro
lo que es alegría y tormento
El saber poco advertido
abre los ojos dormido
Se alimenta el desprevenido
de la fruta que cae del cielo
Se despierta contento
quien sueña su alimento
NO RECLAMADOS
Jóvenes caídos
Sus sueños coronados
por un brillo de moscas
Sus caras
si hermosas
ahora toscas
Por terror no reclamados
llorados por secretas lágrimas
LA ROCA ILUMINADA
Ellos
a quienes les fue negada
tendrán la fortuna
de hacer de la ausente
la encontrada
Removidas las piedras de la nada
verán surgir entre las grises hiedras
la roca iluminada
y no conocerán la palabra luna
CONVERSACIONES A OSCURAS
En memoria de Javier Benavides
***
Le preguntaron si los había visto pasar
y ella les dijo que no
y los había visto
porque por aquí pasaban
los unos y los otros
Entonces la amarraron
le cortaron las manos y los pies
y la abandonaron en la orilla del camino
Lloro y se quejó mientras la sangre se le iba
y nadie pudo auxiliarla
Al fin se quedó en silencio
y su silencio grita ahora en esta montaña
***
Te metieron en una bolsa negra
y te llevaron al monte
yo por entre los matorrales los seguí
Los hombres decían chistes
cavaban y reían
Cuando las cosas empezaron a calmar
fuimos al monte y te trajimos a la casa
para que no te sintieras solo, hermano
Ahora estás en el solar
A tu lado sembramos un ciruelo,
el que da las frutas que tanto te gustan
y todos los días lo regamos con agua
y con lágrimas