El Peñarol, de Uruguay, firmó la sorpresa de los partidos de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores de América, al vencer 1-0 al Flamengo, de Brasil, este jueves 19 de septiembre, en el emblemático Maracaná, de Río de Janeiro.
La jugada que desató las alarmas en el templo sudamericano, siempre sensible para un duelo entre representantes de Brasil y Uruguay, tras la victoria celeste en la final del Mundial de 1950, el famoso Maracanazo, se desarrolló por los aires.
Aprovechando un contragolpe, el atacante Jaime Báez cruzó un balón desde la izquierda que el delantero Maximiliano Silvera sirvió, todavía con la bola levitando, entre el punto penal y el área chica.
Como una saeta, antes de que el reloj marcara el primer cuarto de hora (13), llegó el extremo Javier Cabrera para conectar la pelota aérea con un derechazo que venció al portero argentino Agustín Rossi con complicidad del palo.
Baldazo de agua helada para un ‘Fla’ esperanzado en sacudirse de sus recientes decepciones en el campeonato brasileño a costa de un equipo copero por excelencia, pero dueño de armas de menor calibre que las del plantel rojinegro.
Los visitantes firmaban entonces un feliz regreso a los cuartos de la Copa, en los que no se instalaban desde 2011, cuando avanzaron hasta la final, que perdieron con el Santos de Neymar.
¿El artífice desde el banquillo de aquel subcampeonato? El técnico uruguayo Diego Aguirre, otra vez conductor de los pentacampeones de la Libertadores, llegados a la instancia que reúne a los ocho mejores equipos luego de eliminar al boliviano The Strongest en octavos.
Aguerre frena al ‘Fla’
El club más popular de Brasil, que plantó en la fase anterior al Bolívar, de La Paz, reaccionó intentando juntar a sus hombres de mejor pie: Gerson y los charrúas Giorgian de Arrascaeta y Nicolás de la Cruz, de vuelta tras una lesión muscular que lo marginó de los campos desde finales de agosto.
De Arrascaeta graduó de figura a Washington Aguerre al lanzar un centro (38) desde la derecha con rumbo a la cabeza del solitario Bruno Henrique y luego, al soltar un riendazo de derecha de media distancia. En ambas acciones, el arquero envió al córner.
A pesar de remover el banco, dando ingreso a algunas piezas menos fulgurantes, el exseleccionador brasileño Tite no hallaba el camino para evitar la mayor sorpresa de la semana en el fútbol sudamericano, evidenciando una vez más los desafíos que enfrenta para exprimir lo mejor de una nómina poderosa.
Sin el goleador Pedro (30 goles en 43 partidos en 2024), lesionado de gravedad en la rodilla izquierda, ni Gabigol, también con problemas físicos y un pie fuera del Flamengo, los rojinegros chocaron una y otra vez con la defensa mirasol.
Aguerre tuvo una segunda parte más tranquila, sacudida apenas por un violento remate bajo de Bruno Henrique, en el minuto 90. Le benefició tanto la incapacidad de sus rivales de transformar en peligro su aplastante posesión del balón (77%), como la solidez de su zaga.
Inconforme con el resultado y el rendimiento de sus representantes, la ‘torcida’ hizo sentir su molestia una vez el juez decretó el final.
Siempre peligroso, el tricampeón de la Libertadores tendrá la chance de reconquistarla en Montevideo, donde la serie se definirá el próximo jueves.
El clasificado de esta llave se medirá en semifinales con el vencedor entre Sao Paulo y Botafogo, que empataron sin goles el miércoles en Río.
Con información de AFP