Erguido y con panorama claro, Christian Rivera persiste en ir hacia adelante. Solo el 8 % de sus contactos con la pelota son para retroceder. Ha dado 876 pases en el campeonato, con una efectividad del 85 %. No hay duda: es el arquitecto del Deportivo Cali.
Ingeniar, no obstante, es la parte visible, la otra se encuentra en datos fríos: corre 10.8 kilómetros cada 90 minutos y es el mejor recuperador de balones del campeonato. A partir de ahí, de tener siempre el balón, inicia su labor constructora, que este semestre ha cosechado, además, cinco goles: tres determinantes en Copa Colombia y dos en Liga.
El buen momento del número 16 ha sido razón para que los medios lo exijan en la Selección Colombia, ahora que los aires de renovación tocan el rostro del entrenador portugués Carlos Queiroz.
Sin embargo, y a pesar de ser consciente de su nivel, Rivera se muestra tranquilo. Tiene la mente en las decisivas instancias que enfrentará el Cali y, mucho más, en el nacimiento de su segundo hijo.
Diálogo con el armador del juego verdiblanco.
¿Cómo se enteró de la llegada de un nuevo integrante a la familia?
Estaba la sospecha, entonces con mi esposa nos hicimos dos pruebas de embarazo y la línea se veía borrosa, pero ya a la tercera estaba bien definida. Ahí nos dimos cuenta que otro bebé venía en camino.
¿Cómo tomó la noticia?
Muy contento porque era algo que veníamos buscando. La idea es tener una familia numerosa. Mi esposa apenas tiene dos meses de embarazo y queremos que sea una niña. Si es así, quisiera que se llamara María Antonia.
¿Es una motivación extra?
Sí. La verdad es que saber que hay dos seres (su primer hijo se llama Leandro y el 3 de noviembre cumplirá un año) que van a seguir tus pasos es una motivación grande. Eso me ayudó a salir de esa zona en la que estaba en la que no me salían las cosas y no tenía muchos minutos en el equipo. Ahora siento esa responsabilidad de salir a la cancha a darlo todo por ellos, porque siempre estén bien.
¿Este año está representado un antes y un después en su carrera?
Sí. Cuando yo llegué del Pasto (segundo semestre del 2017) no tuve la posibilidad de tener continuidad aquí en el Cali, pero siento que a partir de que supe que iba a ser papá por primera vez todo cambió. Dicen que cuando un bebé llega trae muchas bendiciones y así fue.
¿Cómo ha influido la confianza que Pusineri ha depositado en usted?
La relación con él es muy buena, me ha dado mucha confianza. Me dice que trate de llegar al área para tener ocasiones de gol y por fortuna se me ha dado esa posibilidad de anotar.
En sus inicios en el fútbol, en la Selección Valle, usted jugó de diez. ¿Eso le hizo ganar panorama ahora que arranca desde la primera línea de volantes?
Considero que no soy un diez porque me cuesta recibir el balón de espaldas. En cambio, cuando lo hago desde atrás se me facilita un poco y me siento mucho más cómodo.
Y también ha llegado bien al gol, sobre todo en la Copa Colombia, donde ha marcado en todas las fases hasta ahora. ¿Cuál es el que más le ha gustado?
El que le hice al Junior en Barranquilla (cuartos de final) me gustó mucho porque disparé casi sin tener angulo de remate. El balón entró bien pegadito al palo. También me gustó el que le hice al Tolima en el partido de vuelta de la semifinal.
Este Cali del segundo semestre ha sorprendido. Algunos hinchas no esperaban mucho porque no se trajeron refuerzos. ¿Qué sienten ahora al estar en la final de la Copa y asegurados en cuadrangulares?
Teníamos claro que íbamos a continuar los mismos del semestre pasado y desde el primer entreno de la pretemporada teníamos metas claras. Nos fijamos pelear en los dos torneos y hasta el momento lo hemos logrado. Eso es porque el grupo está muy unido y eso se ve dentro y fuera de la cancha.
Usted es también uno de los mejores volantes recuperadores de balón en la Liga. ¿Cuál ha sido la clave para conseguir eso?
Era algo que no tenía como fortaleza, pero traté de mejorarlo, de tener más agresividad a la hora de ir por el balón. Ahora me he vuelto fuerte en eso, recupero bastantes pelotas y me gusta porque así puedo salir en contra y conducir al equipo hacia adelante.
¿Cuál ha sido el técnico que más le ha inculcado esa labor?
Siempre me la han inculcado. Recuerdo en la Selección Valle y luego los profes ‘Checho’ Angulo y ‘Pecoso’ Castro también me insistían que tenía que ser más agresivo. Eso lo pude mejorar en el 2016 cuando estuve en el Pasto y cambié el chip. Ya se ven los resultados.
Muchos lo están pidiendo para la Selección Colombia. ¿Qué piensa de eso?
Por ahora hay que seguir trabajando de la misma manera. Tengo que estar tranquilo porque todos los jugadores que competimos en la Liga tenemos la ilusión de algún día llegar a la Selección Colombia.
Si se me da la posibilidad, estaré tranquilo. Por ahora no me quiero desesperar. Las buenas actuaciones son las que hacen que uno pueda estar en la convocatoria.
¿Qué tan cerca ve esa posibilidad?
Según lo que uno escucha, a mucha gente le gustaría verme en la Selección así sea en un microciclo, eso quiere decir que estoy haciendo méritos para ser llamado. Pero como ya dije, no me desespero, al contrario, lo que tengo que hacer es estar tranquilo y con ganas de seguir mejorando.
¿Cuál es el volante que más admira de la Selección?
Mateus Uribe, porque es un volante mixto al que le gusta jugar mucho con el balón. Tiene buena recuperación y es un jugador de dos áreas. Es, por así decirlo, el que más se me asemeja por la posición en la que jugamos. Además, está en Europa y hay que seguirlo.
A Cantillo (con quien compartió camerino en el Pasto) no lo puedo mencionar porque no está en la Selección, pero dejo claro que para mí es el mejor.
Finalmente, ¿cómo se siente ad portas de jugar la final de la Copa Colombia frente al Medellín?
Es algo soñado, porque será jugar mi primera final con el Deportivo Cali. Hay que disfrutarla. Sé que va a ser un partido muy disputado. Las finales no suelen ser muy vistosas, pero nosotros vamos a salir a ganar como sea. Ojalá podamos hacer un gran trabajo y quedarnos con la Copa.