Por AFP
Los congresistas estadounidenses hacen esfuerzos de último minuto para llegar a un acuerdo este viernes, 20 de diciembre, que evite una parálisis presupuestaria, luego de que Donald Trump y Elon Musk torpedearan un pacto bipartito que habría mantenido el gobierno en funcionamiento más allá de Navidad.
Si no se alcanza un acuerdo, el gobierno federal dejará de tener financiación a partir de la medianoche del sábado y las actividades no esenciales empezarán a detenerse, lo que significa licenciar a unos 875.000 trabajadores y que 1,4 millones más dejen de cobrar sus sueldos.
La Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, trabaja para encontrar una solución después de que Trump se posicionara en contra de un acuerdo presupuestario alcanzado entre los dos partidos.
“Los republicanos arruinaron este acuerdo, lo arruinaron, lo hicieron y necesitan arreglarlo”, dijo la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Fijar la financiación del gobierno es siempre una tarea complicada, con ambas cámaras del Congreso estrechamente divididas entre republicanos y demócratas.
La última propuesta que cursa en el Congreso podría financiar el gobierno hasta mediados de marzo e incluye 110.000 millones en ayudas para desastres naturales y para agricultores.
En esencia, es el mismo proyecto que fracasó el jueves, salvo que este contempla eliminar el techo de deuda del país durante dos años, una de las exigencias de Trump.
- “Que comience ya” -
Con menos de ocho horas para que comience el conocido como “shutdown”, los republicanos en la Cámara de Representantes se reunieron en el Capitolio para pulir detalles y presentar el último plan a los demócratas.
Un grupo de republicanos siempre vota contra los planes de financiamiento que no contemplan recortes de gasto público, lo que significa que el partido de Trump necesitará casi con todo seguridad el apoyo de algunos demócratas.
En caso de que la Cámara de Representantes apruebe un proyecto de financiación, éste tiene que ser ratificado por el Senado. Este proceso, según las normas de la Cámara Alta, puede tardar días en llevarse a cabo, excepto si los senadores deciden acelerar su tramitación.
El último intento para superar el impasse podría votarse la tarde del viernes, pero necesitaría de dos tercios del apoyo en lugar de una mayoría simple en el proceso exprés de la Cámara Baja.
Patty Murray, senadora demócrata experta en cuestiones presupuestarias, dijo que permanecerá en Washington “hasta Navidad” para garantizar que se restablezcan los complementos del plan de financiación bipartidista original.
Por su parte, el presidente electo escribió el viernes en su red Truth Social que “si ocurre una parálisis del gobierno, que comience ya, durante (el gobierno de Joe) Biden, y no con Trump. Es un problema que Biden debe resolver, pero si los republicanos pueden ayudar lo harán”.
“Farsa” -
“Durante décadas, el Partido Republicano ha dado lecciones a Estados Unidos sobre la responsabilidad fiscal, la deuda y el déficit. Siempre ha sido una farsa”, sentenció el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, en el plenario.
El vicepresidente electo JD Vance culpó a los demócratas, argumentando que habían “votado para cerrar el gobierno” en un intento de frustrar la agenda de Trump, a pesar de que los republicanos son mayoría.
La falta de aprobación de su plan marcó la primera derrota importante para Trump un mes antes de que asuma el cargo, ya que tanto él como Musk le habían dado su apoyo.
Mike Johnson ha enfrentado críticas de todas partes por su manejo de las negociaciones y su cargo como presidente de la Cámara de Representantes parece pender de un hilo para presentarse a la reelección en enero.
El congresista proveniente de Luisiana fue señalado por evaluar mal la tolerancia que tendrían sus propios correligionarios ante los costos aumentados del parche de financiación original, y por permitir que Musk y Trump lo tomaran por sorpresa con sus posturas.