Durante los últimos años, el Bitcoin ha irrumpido en la escena financiera mundial, desafiando las nociones tradicionales de moneda y creando un fervor sin precedentes entre los inversores y tecnólogos por igual.
Y es que a finales del 2024, el bitcoin obtuvo varios récords en su precio, ya que superó los 100.000 dólares, lo cual hizo que fuera catalogado como el activo que registró la mayor rentabilidad el año anterior con 120,8%.
Lo anterior, según el diario económico La República, se debe a que tanto inversionistas minoristas como los institucionales invirtieron miles de millones de dólares en ETF de Bitcoin luego de que a comienzos del 2024 fuera aprobado la regulatoria estadounidense. Desde el 2015, a excepción del 2018 y 2022, el bitcoin ha venido liderando las principales clases de activos.
No obstante, según la plataforma ‘TradingView’, el segundo activo con mayor rentabilidad fue el oro, con 27,2%. Por lo tanto, este ha sido su mejor desempeño en 14 años, ya que la última vez lo fue en 2010.
Una de las razones de lo anterior para distintos analistas es una reacción a eventos geopolíticos como los ataques que mantiene Israel hacia Palestina o el Líbano.
“En particular, los bancos centrales de China, Turquía y la India han estado comprando cada vez más oro en los últimos dos años como alternativa al dólar estadounidense, lo que refleja una tendencia más amplia entre los bancos centrales mundiales, donde el oro representa 11% de las reservas, casi el doble que en 2008″, aseguró la experta Dorothy Neufeld.
Las grandes capitalizaciones de los Estados Unidos se encuentran en el tercer lugar con el 23,3%. Este logró su mejor desempeño tras más de 25 años, ya que fue impulsado tanto por la reelección de Donald Trump en la Presidencia de Estados Unidos como la constante inversión en inteligencia artificial.
En cuarto lugar, quedaron las empresas de pequeñas capitalizaciones con el 10,1% de rentabilidad. Mientras que como quinto activo se destacó el dólar estadounidense con el 7,1%, ya que logró recuperarse con la solidez de la economía del país norteamericano.
“Normalmente, el fortalecimiento del dólar estadounidense hace que las acciones de los mercados emergentes tengan un rendimiento inferior al esperado, ya que las monedas extranjeras enfrentan una mayor presión. El año pasado, las acciones de los países en desarrollo registraron el peor rendimiento inferior al de las acciones estadounidenses en más de tres décadas”, enfatizó Neufeld.