La advertencia la hizo el socialista y primer ministro griego, Yorgos Papandréu.

Si Grecia no recibe en junio próximo el quinto tramo de la ayuda externa de 12.000 millones de euros, el país entrará en quiebra.La advertencia la hizo el socialista y primer ministro griego, Yorgos Papandréu, quien agregó que “es indispensable que se implemente el programa de ajuste fiscal y reformas”, en alusión a un plan para recaudar 76.000 millones de euros hasta el 2015 con recortes de gastos públicos, reestructuración de activos del Estado y privatizaciones de empresas y bienes públicos.Desde que la zona del euro y el Fondo Monetario Internacional, FMI, otorgaron a Grecia un rescate trienal de 110.000 millones de euros hace un año, Atenas ha recibido 53.000 millones de euros y espera otros 8.700 millones de euros de parte de la zona del euro y 3.300 millones, del FMI el próximo mes.Según los medios de comunicación de Grecia, el Estado griego tiene dinero sólo hasta julio próximo y los acreedores extranjeros exigen que un nuevo programa de austeridad sea aprobado por el Parlamento con la mayor cohesión posible.De allí que expertos del FMI y la Unión Europea llegarán esta semana a Atenas para revisar en detalle el nuevo programa, del que dependerá un rescate adicional de unos 60.000 millones de euros.El Primer Ministro considera el nuevo programa “no sólo como un plan para reducir el déficit, condición para que el país sobreviva, sino una hoja de ruta para la creación de una nueva Grecia”.Papandréu destacó la necesidad de acelerar el programa de privatizaciones y empezarlo ya (en junio), “es decir, lo antes posible”, aunque excluyó que pasen a manos privadas empresas de servicios públicos.Otras medidasEl Ministerio de Finanzas de Grecia publicó la semana pasada una lista de privatizaciones de empresas que incluye la venta de las quinielas, loterías, apuestas hípicas, las autopistas, la administración de aeropuertos, entre otros.El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, propuso crear un servicio europeo independiente para el Estado griego que supervise las privatizaciones para obtener en cuatro años los 50.000 millones de euros previstos.