¿Cuál es el modelo de educación financiera que recibieron los colombianos (especialmente hombres) de las generaciones de los años 50, 60 y 70? Fueron profesionales exitosos, pero que al cabo de los años dejaron las carreras para ponerse a experimentar en nuevos negocios.

Muy seguramente las esposas de esos hombres trataron por todos los medios de acompañarlos y no dejarlos solos en esos experimentos que terminaron siendo un error; aún así comprometieron todos sus ahorros y su capacidad crediticia. Al final y después de muchos esfuerzos se perdió todo.

¿Por qué?, ¿la familia apoyó?
Un trámite de insolvencia es exitoso cuando la familia se involucra y todos sus integrantes hacen sus aportes  para seguir apoyando al miembro principal que se insolventó. No me refiero al apoyo económico, me refiero al apoyo sentimental. Las parejas no deben ‘sacar en cara’ los errores y fracasos que se cometieron, los hijos deben ser amorosos y responsables de sus deberes, hijos aterrizados a la realidad, sin exigir lujos, ni objetos que no estén en las posibilidades de sus padres.

Pero hay una situación grave en el proceso de insolvencia. Se da cuando los padres no han sido organizados en sus finanzas y le siguen mintiendo a sus familias. He visto hombres y mujeres llorar y desesperarse porque no saben cómo enfrentar estas situaciones ante sus hijos. Padres que les siguen prometiendo a sus hijos regalos costosos o influyendo para que estudien en universidades que ni siquiera están a su alcance.

Que mejor educación financiera para un hijo que sepa que hay una situación de insolvencia y que todos analicen los gastos de subsistencia de la familia. En otras palabras, enseñarles a los hijos la importancia del ahorro, proyectar un pago a futuro para la universidad. Los hijos suelen seguir el ejemplo de sus padres.

Si usted vive de apariencias y gasta compulsivamente es difícil que su hijo sea distinto. Ponga en práctica el presupuesto personal, el ahorro y el control sobre los gastos y el endeudamiento.

Se debe hacer un ejercicio constante con los hijos en los almacenes que visitan, ayudándolos a entender las diferencias entre necesidades y deseos. Esto los preparará para tomar mejores decisiones en el futuro.

Recordarles siempre el significado del ahorro y del gasto. Es clave preguntarles a sus hijos cuando vayan a pedir algo si realmente lo necesitan.

Una persona que esté atravesando por una situación de insolvencia, no debe verla como un fracaso, sino como una escuela, un aprendizaje para él y su familia. Los efectos son positivos: una familia más unida que disfruta de los detalles más lindos que brinda la vida. El trámite de Insolvencia se hizo para preservar la familia, NO PARA DEFRAUDAR A LOS ACREEDORES. Por esa razón hay que obrar correctamente y darles un buen ejemplo a los hijos... si algún día los padres tienen un fracaso económico, con la ayuda de la familia se podrá salir adelante honrando las obligaciones.

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