Como principio las instituciones de salud tienen la responsabilidad de mejorar la condición clínica de sus pacientes cuando acuden a sus instalaciones buscando atención médica. Para lograrlo con altos niveles de satisfacción, hay que garantizar la seguridad de los pacientes que son atendidos, implementando estrategias que reduzcan los riesgos y eviten complicaciones ajenas a su propia condición durante su ingreso y hospitalización en las instituciones de salud.
“Un paciente con dificultad en su movilidad o que tenga algunas enfermedades que lo limiten físicamente, puede sufrir caídas y esto puede tener consecuencias lamentables.
El Programa de Seguridad del Paciente de la Fundación Valle del Lili está comprometido con la atención centrada en la persona, pues disminuye la posibilidad de que los pacientes presenten resultados no favorables relacionados con el proceso de atención en salud”, comenta el doctor Gonzalo Aristizábal, Jefe de Seguridad del Paciente y Gestión del Riesgo Clínico de la Fundación Valle del Lili.
Los riesgos son aquellos eventos en los que la gente se va a enfrentar a un tipo de condiciones en las que se pueda afectar y como consecuencia, los resultados en el proceso de atención y en su tratamiento no sean favorables.
Es por eso que esos riesgos se deben prevenir y gestionar, esto quiere decir que, aunque el riesgo no desaparezca en su totalidad, sí se pueden desarrollar metodologías y prácticas para que la posibilidad de presentarse sea mínima.
En este sentido, la Fundación Valle del Lili desarrolló un conjunto de prácticas clínicas seguras, que se retroalimentan de la perspectiva del paciente, su familia y cuidadores, esto garantiza que viva una experiencia en la que sus inquietudes, necesidades y aportes sean determinantes en todo el proceso de atención.
Trabajar con todos los actores del sistema de salud y con los pacientes y familias logra una atención en salud de mejor calidad.
En las instituciones que trabajan en la atención centrada en la persona, como la Fundación Valle del Lili, los diferentes profesionales de la salud (médicos, enfermeros, nutricionistas, terapeutas, etcétera) crean lazos con pacientes y familias, generando una atención completa y con transiciones más coordinadas.
Estas estrategias se consolidan a través del componente de Cuidado Integral, Coordinado, Continuo y Efectivo del Programa de Experiencia del Paciente de la Fundación Valle del Lili.
“El Ministerio de Salud elaboró unas rutas de atención integrales, que son un conjunto de pasos que se deben seguir en el cuidado de un paciente con una enfermedad que ha sido priorizada, como es el caso de las mujeres con cáncer de mama. Entonces hemos incorporado esas rutas diseñando una serie de prácticas para crear conectividad, alineación y colaboración con otros actores del Sistema de Seguridad Social.
Nuestros profesionales de la salud trabajan en conjunto con otras disciplinas y entornos para atender las prioridades expresadas por pacientes y familias, para que no se afecte la continuidad de los servicios y se mantenga su seguridad”, afirma la doctora Giovanna Miranda Chacón, Subdirectora Médico Administrativa de la Fundación Valle del Lili.
De esta forma, los pacientes y familias logran integrarse activamente en su proceso de atención, su voz es escuchada y son informados permanentemente sobre cómo prevenir y manejar los riesgos relacionados con la atención en salud, dentro y fuera de la Institución, con el fin de que hagan parte fundamental en la construcción de una atención de calidad y segura.
95% fue el cumplimiento de metas del programa de Experiencia del Paciente en 2021.
En el plan de alta para los pacientes se mantiene una comunicación permanente para que, una vez egresen de la Institución, se empoderen y realicen los cambios requeridos en sus hábitos y su estilo de vida para lograr su recuperación.
El personal de salud hace un seguimiento personalizado para que se cumpla con la toma de exámenes, consultas y suministro de medicamentos definidos por los médicos especialistas cuando fueron dados de alta.
Coordinación e integración con otras instituciones
El modelo de atención de la Fundación Valle del Lili no solo se ocupa de la promoción, prevención, diagnóstico y tratamiento del paciente, sino que los profesionales de la salud se integran con otras disciplinas y con todos los actores de la red de servicios de salud, así como con los pacientes y familiares, para coordinar y garantizar que no se interrumpa la continuidad de la atención, siempre priorizando las necesidades del paciente.
Para eso la Institución ha diseñado unos planes integrales de cuidado que se ejecutan con fundamento en guías de práctica clínica.
En estos planes, cada una de las disciplinas (médicos, enfermeros, nutricionistas, psicólogos, fisioterapeutas, entre otros profesionales) define unas estrategias para alcanzar unas metas de atención, unos resultados acordados entre el equipo de salud y el paciente que se deben cumplir para mejorar una situación o superar una enfermedad.
Por ejemplo, una paciente que tuvo su parto por cesárea tendrá metas de recuperación que incluyen: prevención de la infección (meta de médicos y enfermería), conocimientos en lactancia (meta de enfermería), entrenamiento en buena postura y movilidad (meta de fisioterapia).
El primer nivel de atención en salud se refiere a instituciones de salud que ofrecen una atención básica de medicina general, en el segundo se ofertan especialidades como Pediatría, Medicina Interna, Cirugía y Gineco-Obstetricia, y en el tercero, se encuentran las IPS de alta complejidad con un gran número de especialidades y subespecialidades como la Fundación Valle del Lili.
“Trabajamos de la mano con los aseguradores y las direcciones seccionales de salud si es necesario, para que el paciente no pierda la coordinación y la continuidad de su manejo, buscando una continuidad transfronteriza, es decir, un seguimiento al paciente en todos sus entornos, en el primer, segundo y tercer nivel para que tenga atención sin interrupciones”, explica la Subdirectora Médico Administrativa de la Fundación Valle del Lili.
La sinergia entre el personal de la Institución y los pacientes es fundamental para mantener canales de comunicación que permitan gestionar la seguridad.
Ambientes que respetan la dignidad de la persona
Ofrecer a nuestros pacientes un entorno hospitalario seguro y confortable es fundamental para generar experiencias memorables en los pacientes, y constituye una estrategia importante para fortalecer la atención centrada en la persona.
El componente de gestión del ambiente, el riesgo y la tecnología del Programa de Experiencia del Paciente de la Fundación Valle del Lili, busca asegurar que el diseño de todas las instalaciones, el mantenimiento de equipos y de cada uno de los espacios, ofrezcan adecuadas condiciones para la atención de pacientes y familias respetando su individualidad y garantizando la confidencialidad.
Se han implementado estrategias que fomentan la participación y cuidado propio, como son:
-Minimizamos barreras físicas para promover la comunicación y las interacciones empáticas.
-Incorporamos elementos que apoyan la educación del paciente y su familia.
-Garantizamos el acceso conveniente y sin barreras a nuestras instalaciones.
-Contamos con señalizaciones claras y comprensibles.
-Gestionamos activamente que nuestros espacios preserven la dignidad de los pacientes.
-Promovemos espacios al aire libre y oportunidades para acceder a ellos en el hospital.
En la Institución estamos implementando permanentemente medidas que contribuyan a la reducción del ruido y de la luz innecesaria, con las cuales favorecemos la disminución del estrés que inevitablemente genera en nuestros pacientes el hecho de estar hospitalizados.
"En mi tratamiento recibí quimioterapia, radioterapia y cirugía, pero lo más importante fue el acompañamiento para afrontar los retos emocionales, económicos, familiares, y de la vida diaria. Me sentí cuidada y apoyada por un equipo multidisciplinario que siempre mostró interés por mí como ser humano”.
Paula González
Paciente de la Fundación Valle del Lili