Dos veces por año, la Fundación Valle del Lili se convierte en el epicentro de una gran labor social que devuelve la esperanza de vivir con normalidad a cientos de niños y sus familias. Se trata de las Jornadas de Columna y Escoliosis, un programa que desde hace 22 años brinda tratamientos y cirugías especializadas a menores con deformaciones de la columna.

Durante todo este tiempo, el programa ha beneficiado a 740 niños con cirugías, y a 2615 con consultas médicas especializadas, pacientes pediátricos que llegan de toda Colombia. Pero este programa único en el país, solo es posible gracias a una poderosa alianza de diferentes organizaciones a nivel nacional e internacional que comparten una misma vocación social.

Unidos por la niñez
Un equipo multidisciplinario formado por la Fundación Valle del Lili, Global Spine Outreach y la Fundación Casa de Colombia. | Foto: El País

En 2001, la Fundación Casa de Colombia, una organización caleña sin ánimo de lucro con larga tradición en labores humanitarias, planteó a la Fundación Valle del Lili crear un programa enfocado en la población infantil con deformaciones de columna, pacientes con muy pocas oportunidades de tratamiento debido a la carencia de especialistas en esta área médica, así como a condiciones socio económicas.

La Fundación Valle del Lili asumió el compromiso, compartiendo toda su infraestructura, así como designando un grupo médico especializado.

“Ha sido una alianza muy afortunada, que está en coherencia con la vocación social de nuestra institución, que es generar servicios de salud oportunos y de calidad a las poblaciones más necesitadas”, afirma Luisa Fernanda González Cabal, coordinadora de la Unidad de Responsabilidad Social de la Fundación Valle del Lili.

En este sentido, agrega que “por esa época, los niños con enfermedades de columna no tenían acceso a los servicios, infraestructura y tecnología adecuada para los tratamientos que requerían, por lo que incluso debían ser trasladados a Estados Unidos, porque no tenían alternativas en Colombia. Así que además de toda nuestra capacidad institucional, se sumaron nuestros neurocirujanos y ortopedistas especializados en columna para fortalecer más el programa”.

A la iniciativa también se unió la organización norteamericana Global Spine Outreach, que agrupa médicos especializados en cirugías para deformaciones graves de la columna, y que de forma voluntaria realizan misiones en todo el mundo.

Igualmente, las Jornadas de Columna y Escoliosis han contado con un importante apoyo financiero para insumos y tecnología médica, de multinacionales como Medtronic.

Como explica Adriana Gómez González, directora ejecutiva de la Fundación Casa de Colombia, “los grandes resultados son la suma de todos los esfuerzos valiosos y desinteresados de estas organizaciones, de un trabajo muy efectivo que se realiza en la Fundación Valle del Lili, uno de los mejores hospitales del continente”.

La directora ejecutiva, asegura que “La Fundación Valle del Lili es nuestro centro de operaciones, donde llegan los niños para su tratamiento y seguimiento, y se les realizan las cirugías necesarias. Aquí también los grupos de médicos voluntarios, tanto de la misma institución, como los extranjeros, han logrado desarrollar su labor en las mejores condiciones posibles para beneficio de los niños. Realmente para nosotros es invaluable esta alianza, porque nos garantiza poder continuar atendiendo a nuestros niños, los que ya están en tratamiento, y los nuevos que vamos identificando”.

Juntos, médicos de Estados Unidos y Colombia, formaron un equipo inigualable que se ha mantenido por más de 20 años. Ellos son los primeros testigos del proceso maravilloso que viven los niños en las Jornadas de Columna y Escoliosis. Después de acudir con diferentes y severas deformaciones en su columna vertebral, al cabo de una o varias cirugías, regresan a consulta caminando, erguidos y felices.

La Fundación Casa de Colombia, ubicada en la ciudad de Cali (Avenida 6B, No. 25AN-35), es la encargada de identificar los casos de niños con enfermedades de la columna que requieren tratamiento.

Las personas pueden contactarse con ellos al número 3227802902, o al correo: fundacioncasacolombia@gmail.com

Historias de equidad

El domingo 14 de mayo, las Jornadas de Columna y Escoliosis llegaron a su versión número 39. En esta oportunidad, un equipo multidisciplinario encabezado por médicos especializados en cirugía de columna y ortopedia, de la Fundación Valle del Lili y de Global Spine Outreach, recibió en consulta a 24 niños, 14 de ellos para las valoraciones previas a las cirugías que fueron realizadas en el transcurso de la semana, y los demás para hacer seguimiento de los tratamientos iniciados en jornadas anteriores.

A la cita acudieron Sebastián Bravo Angulo y su madre Francia, quienes llegaron muy temprano desde Buenaventura.

Sebastián Bravo Angulo y su madre Francia, durante la jornada del domingo 14 de mayo de 2023. | Foto: El País

Sebastián tiene 10 años y un diagnóstico de mielomeningocele, una enfermedad que desvía su columna, afectando los nervios de sus pies y algunos órganos. En un principio, el caso fue atendido en octubre de 2022 en la jornada de Ortopedia Infantil que realiza la Fundación Casa de Colombia en el Hospital San José de Buga; de ahí el pequeño fue remitido a la Fundación Valle del Lili para ser incluido en las Jornadas de Columna y Escoliosis. El martes 16 de mayo, finalmente, le realizaron al niño su cirugía de corrección de columna.

“Como ya está más grande, lograron hacerle la cirugía para corregirle la columna, ahora si Dios permite él va a tener una mejor calidad de vida, se podrá sentar mejor y no sufrirá más dolor de espalda”, comenta la madre del paciente.

Desde la vereda Chires Sur, de Pupiales (Nariño), también llegaron Luis Mario Mallama Vásquez, con su madre Alba Lucy. A los tres años, Luis fue diagnosticado con escoliosis severa. Durante una valoración médica, su madre conoció al doctor Jaime Andrés Barreto Perea, quien le sugirió inscribirse en las Jornadas de Columna y Escoliosis de la Fundación Casa de Colombia. Una vez incluido en el programa, fue tratado de forma integral y oportuna.

Seis meses después de la primera cirugía a la que fue sometido, Luis empezó a caminar. Luego lo operaron en cuatro ocasiones más, debido a que con su crecimiento tenían que reemplazar las barras que sostenían su columna. Sin embargo, el jueves 18 de mayo, tuvo su última cirugía, la sexta, en la que recibió las últimas barras, que tendrá por el resto de su vida.

Luis Mario Mallana Vásquez y su madre Alba Lucy Vásquez Ibarra. | Foto: El País

Desde que empezó su tratamiento en las Jornadas de Columna y Escoliosis, Luis y su madre visitan Cali cada tres meses, hospedándose en albergues de paso. Para lo cual también reciben acompañamiento de la Fundación Valle del Lili.

“Estas jornadas son lo más bueno que nos pudo haber pasado, porque si no me hubiera enterado, mi hijo tal vez no hubiera caminado y mejorado su calidad de vida, ahora puede estudiar sin dificultad”, expresa la madre del paciente.

Para el doctor Jaime Andrés Barreto Perea, médico ortopedista y cirujano de columna de la Fundación Valle del Lili, voluntario del programa desde el año 2008, estas jornadas “son muy valiosas, porque movilizan personas desde muchos puntos para poder tener todo lo necesario y hacer una cirugía de columna, que al final devolverá la esperanza a un niño y su familia. Además, con estos esfuerzos estamos cerrando las brechas de desigualdad, sabemos que muchos de estos pacientes no habrían tenido la posibilidad de una valoración multidisciplinaria para su caso, o una junta médica que pueda discutir casos complejos y contar con algunos de los mejores especialistas para buscar un tratamiento acertado”.

Por su parte, el doctor Greg Mundis, especialista en cirugía de columna y escoliosis, miembro de Global Spine Outreach, concluye que “los niños llegan con curvaturas de su columna muy pronunciadas y al poco tiempo vemos cómo se van enderezando, de no ser tratados a tiempo, muchos de ellos podrían morir por las consecuencias en su salud. Pero en los seguimientos que hacemos hemos comprobado que la calidad de vida de cada uno ha mejorado, y todo es posible por una relación de confianza entre organizaciones que buscan impactar positivamente en la sociedad colombiana a través de la salud”.