“El Cauca espera que las iniciativas del Gobierno Nacional surtan los efectos que ya se están reclamando por parte de la comunidad, que no se queden en simples diálogos, porque muchas veces se ha intentado, pero infortunadamente se retornan a los caminos de la guerra. Hoy en muchos municipios del sur del departamento ya se sienten otra vez los helicópteros, el aparato bélico operando en medio de la población, que finalmente sufre los efectos de esa guerra”.
Así se refiere el candidato a la Gobernación del Cauca Víctor Libardo Ramírez, avalado por el partido Liberal y coavalado por Cambio Radical y La Fuerza de la Paz, al preguntarle sobre la política de paz que actualmente implementa el presidente Gustavo Petro con organizaciones armadas ilegales que afectan al departamento.
El aspirante por segunda vez a la Administración Departamental se ha desempeñado como director regional de Icetex, en dos ocasiones fue gerente de la Industria Licorera del Cauca, fue alcalde de Popayán y gerente de las Centrales Eléctricas del Cauca, Cedelca.
Ramírez indica que hay algunos temas del conflicto que deben ser atendidos en su región, como “los problemas de tierras, el seguimiento a los tantos acuerdos que han celebrado los gobiernos nacionales de turno, donde se comprometen con las comunidades indígenas, campesinas, pero que al final incumplen y le dejan la carga a un gobierno y al otro, hasta que se represan y se van dando las circunstancias de hecho, como la toma de las vías de comunicación entre Popayán y Cali, y la de la Panamericana, que es una constante”.
Por ello, el candidato señala que, de ser elegido como el próximo mandatario departamental, implementaría “unas mesas de seguimiento y un estamento administrativo que sea capaz de madurar los compromisos que adquiere el Gobierno nacional con toda la población caucana”.
Al preguntarle sobre cuáles son los municipios que más le preocupan, Ramírez asegura que todos, porque cada uno tiene “sus diversidad de problemáticas. En el caso del norte, es un territorio que está sufriendo sed, no hay agua potable y eso es uno de los mayores reclamos que puede existir en esa parte del departamento, el mismo tema con la seguridad, de oportunidades, de olvido, el ocio y la falta de oportunidad de todo un segmento joven que hay en estos 13 municipios, los cuales no tienen opción de ingreso a la parte laboral”.
“Todo esto va acrecentando los problemas, el oriente caucano, una población en su mayoría indígena, está buscando también opciones de desarrollo agropecuario, de mejoramiento de sus vías, del ingreso también doméstico”, añade.
Dice que, de ser elegido por los caucanos, lo primero que haría sería “meter en cintura a muchas de las obras inconclusas que hay, como en el caso de Santander de Quilichao, el hospital Francisco de Paula Santander, que lleva cuatro años en los que no se ha movido ni un solo ladrillo, hay zonas de pavimentos detenidos, creciendo los valores de los materiales que mañana serían insostenibles contractualmente”.
También, reitera que “tendremos que mirar los temas de agua, de saneamiento básico, la protección del medio ambiente, nosotros no vamos a comer o a tomar oro y por eso es nuestro compromiso con el medio ambiente, con la reforestación. Además, debemos mirar las finanzas del departamento, optimizar lo que hoy requerimos de prioridades en el factor de regalías que percibe El Cauca, saberlas aplicar, dosificarlas, priorizarlas donde corresponda y, sobre todo, lo que nos corresponda inicialmente a los caucanos con los espacios de paz y de convivencia que tanto necesitamos”.