POR JOSÉ LUIS CARRILLO, EDITOR DE CALI
Los índices de competitividad de la ciudad con tendencia a la baja, una tasa de desempleo que ronda el 10,9 %, una informalidad laboral que supera el 40 %, uno de los alcaldes más impopulares de la historia local, la confianza institucional en niveles mínimos y en general, una urbe en reconstrucción y polarizada.
El cambio en ese mal panorama es lo que se juegan hoy los caleños en las urnas, al escoger al nuevo Mandatario.
Esto sin enumerar los altos niveles de inseguridad y la millonaria deuda que deberá afrontar el Municipio de cara a un futuro casi que inmediato.
Julián Jiménez, analista político y docente de la Universidad Icesi, sostiene que un elemento clave que se juega Cali en esta cita en las urnas es recuperar la confianza perdida por la Administración Municipal.
“La ciudad quedó fracturada después del Paro Nacional o también llamado estallido social. Cuando se revisan las cifras, se puede evidenciar que el 57 % de Cali está en la lógica del ‘rebusque’. Eso quiere decir que ese porcentaje de caleños vive del día a día y, tras la pandemia, la fractura económica fue muy fuerte y eso desató lo demás”, sostiene.
Jiménez precisa que, además, Cali debe cohesionarse como sociedad para dar la lucha contra la inseguridad que se apoderó de ella.
No se vieron avances
La analista política María Alejandra Arboleda afirma que Cali está en crisis y coincide en que la actual Administración Municipal no genera confianza suficiente, en especial, frente a la inversión de los recursos públicos.
“No se vieron avances en estos cuatro años de la Alcaldía. La ciudad es como si hubiera retrocedido, por eso creo que lo que se juega Cali en estas elecciones es su futuro frente a su desarrollo”, explica.
Agrega que el próximo Alcalde no debe seguir cayendo en los discursos que dividen la ciudad, por eso la reconciliación será clave.
“Se juega la continuidad de un proyecto político”
Para el estratega y analista político Álvaro Benedetti, hoy hay tres aspectos en juego en las urnas.
“Lo más importante es cómo se va a recomponer la institucionalidad, la confianza entre la Alcaldía y los caleños. Hablo de la ciudadanía, los empresarios, la sociedad civil organizada. Todo por cuenta de la administración de Jorge Iván Ospina, asociada a los escándalos de corrupción y a la mala forma como se administró el recurso público”, afirma.
Benedetti insiste en que la expectativa es que se escoja a un nuevo alcalde que tenga la capacidad de manejar la ciudad de manera idónea y transparente frente a los recursos.
Finalmente, afirma que hay expectativa por la posibilidad de unir voluntades para tener un norte programático asociado a proyectos de gran impacto, como lo es el tren de cercanías y el área metropolitana, que inviten a trabajar en una ciudad región.
“Estamos quedados en materia de planeación, en especial en proyectos que inviten al sector privado a trabajar de la mano con la Alcaldía de Cali”, complementa.
Lina Martínez, coordinadora de Polis, el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Icesi, dice que está en juego la capacidad de cumplir con esa deuda inmensa de pensar a Cali en el largo plazo.
“Cada cuatro años pasa lo mismo. En época electoral dicen que harán cambios radicales, pero las lógicas políticas no permiten un cambio tan drástico como se espera. Por eso se juega para Cali una visión más aguda para el largo plazo. Jalonar proyectos para una ciudad de la importancia de Cali”, concluye la académica.
Panorama actual
Según el más reciente índice de Competitividad de las Ciudades 2023, Cali quedó ubicada en el cuarto lugar a nivel en el escalafón, con un 6,42, descendiendo un puesto.
Según el Dane, durante el último trimestre del año (junio-agosto), la ciudad concentró la tasa de desempleo más alta entre las cinco ciudades principales de Colombia, con un 10,9 %.
El 47,5 % de los ocupados en Cali tenían un trabajo informal para el periodo junio-agosto del 2023. Son 536.000 habitantes los que se dedican a negocios independientes, al ‘rebusque’.
De acuerdo con los resultados de la encuesta Invamer de abril de 2023, el 83 % de los caleños desaprobó la gestión de Ospina. Esta cifra no la había alcanzado ningún otro mandatario de Cali desde el 1994, cuando empezó la medición.