Luego de las elecciones territoriales, el Pacto Histórico se quedó con cuatro curules en la Asamblea del Valle, la segunda bancada más grande después de la U, pero en los municipios no logró posicionarse como una fuerza que pueda hacerle contrapeso a los partidos tradicionales.
“La izquierda y los grupos alternativos nunca han sido fuertes en el Valle del Cauca, aunque han venido teniendo una tendencia ascendente en los últimos años, especialmente desde hace cuatro años en las regionales, cuando el Partido Verde logró tres curules en el Concejo de Cali y el Polo Democrático una”, explicó el politólogo Alejandro Echeverry.
No obstante, tal parece que esa tendencia se empezó a desinflar en las pasadas elecciones. Según explica la también politóloga María Alejandra Arboleda, “si se comparan los votos de estas elecciones con los obtenidos para las presidenciales y el Congreso, al Pacto no le va tan bien en el Valle”.
“Se nota que hay un decrecimiento en ese sentido, ahora bien, quedar con cuatro diputados sí es algo nuevo, pero principalmente porque es la primera vez que llegan como partido a la Asamblea”, continúa.
De hecho, a pesar de que en Cali esa colectividad logró poner a tres concejales, que son Ana Erazo, Luis Fernando Salazar y María del Carmen Londoño, en municipios como Buenaventura, Tuluá, Cartago, Palmira y Jamundí, principales ciudades del Valle, el partido del presidente Gustavo Petro se quedó sin curules, porque, según informó el representante a la Cámara por esa colectividad Alejandro Ocampo, en la mayoría de esas ciudades no les permitieron inscribir listas ni candidaturas.
Teniendo en cuenta que gran parte del triunfo que llevó a Petro a la Casa de Nariño se debió gracias a su votación en el Valle, la ausencia de sillas con el logo del Pacto demuestra un desalentador escenario para el petrismo en el departamento.
En la Asamblea quedó mejor posicionado con las sillas para Gildardo Silva, Héctor Fabio Osorio y Yesid Sandoval, además de la otorgada por el estatuto de oposición a Ferney Lozano, quien ocupó la segunda mayor votación para la Gobernación del Valle (ver recuadro).
La labor en la Asamblea
Para Arboleda, será determinante cómo se van a desempeñar esos cuatro diputados del Pacto en la Duma, y si serán capaces de cumplirle a sus votantes con las banderas con las que se hicieron elegir.
“Esperamos que ejerzan un control político constructivo, porque más allá de simplemente hacer oposición o no a la gobernadora electa, Dilian Francisca Toro, así como en el Concejo de Cali, es importante que asuman las labores que realmente se deben hacer desde esas corporaciones”, indica.
Y añade: “Uno de los grandes mensajes que dejan las elecciones del 29 de octubre es que los colombianos quieren un país en el que haya líderes que reconcilien y que lo hagan en función de generar soluciones a los principales problemas que enfrentan los municipios, en este caso, el Valle del Cauca en temas de seguridad, de generación de empleo y en la necesidad de proyectos sociales”.
De su lado, Echeverry comenta que, aunque Toro tiene la gobernabilidad asegurada porque de los 21 diputados solo los cuatro del Pacto y posiblemente los dos del ‘Verde’ le hagan oposición, todo dependerá de que realicen un trabajo mancomunado para lograr tener voces críticas fuertes.
“Además, de esa forma podrán ejercer un control político efectivo que es necesario y válido dentro de cualquier proceso democrático y que les podrá servir para pensar en aspiraciones en el 2026 o probablemente en el 2027 en las elecciones regionales”, asegura.
Y finaliza: “Creería que la izquierda está en un proceso ascendente, pero no se ha consolidado porque la figura de Petro todavía juega un elemento fundamental, tampoco es para tirar cohetes, pero dentro del proceso histórico que ha tenido la izquierda en Colombia, este es un avance significativo”.