¿Quién es Javier Garcés?
Hace dos años recuperé mis derechos políticos. Como militar, no podía elegir ni ser elegido.
¿Por qué lanzarse a la Alcaldía?
Porque desde lo público se puede incidir en el bienestar general. Quedarse en la casa criticando y renegando no ayuda, y vi muchas personas proponiendo cosas, pero no me identificaba con ninguna. Si ellos pueden proponer, yo también, y por eso decidí inscribirme.
¿Y el aval del Partido Ecologista?
No tengo estructura política ni experiencia electoral, vengo de la reserva activa, pero en mi condición de afro y desde la Constitución del 91 tenemos oportunidad de participar a través de los partidos étnicos. Me dijeron: ‘nos interesa lo que estás haciendo y podés ser un digno representante de lo que pensamos para la ciudad’, y ahí se dio el aval.
Es muy costosa una campaña para la Alcaldía de Cali...
Depende. Hay personas que gastaron mucho dinero y no se pudieron inscribir y otras que tienen mayor reconocimiento y de acuerdo a eso se mueven. He tratado de hacer una campaña innovadora, con lo que tengo a la mano. Se requieren recursos, algunos amigos han ayudado y tengo un grupo en la tarea de buscar recursos. Si bien el factor económico es una barrera, no nos debe detener de participar.
¿Qué piensa de Roberto Ortiz como posible alcalde de Cali?
La intención de voto parte del reconocimiento que tenga la persona, y el concejal Ortiz, que aspira por tercera vez, lleva ocho años en campaña, tiene trabajo social y empresas en Cali. Es muy fácil que su nivel de reconocimiento se pueda trasladar a intención de voto. Por eso él lidera la campaña, pero quedan 60 días. Presentó una propuesta de seguridad que es muy débil, no está enfocada. Si esa problemática radica en la falta de movilidad, le pegó, pero si no, no sirve. La gente que no ha decidido por quién votar está entre 20 y 35 %. Ahí está el nicho a conquistar.
¿Irá hasta el final de la campaña?
La política es dinámica, ya lo estoy viviendo. No escribo sobre mármol que voy hasta el final, pero no he encontrado una propuesta que me seduzca. Al contrario, les digo: ‘ayúdenme, yo puedo tener mejores soluciones para la problemática de la ciudad’. Tengo muy bajo factor de reconocimiento, pero hacemos la tarea y que el tiempo avance.
¿Cuál es su mejor propuesta?
Estoy en esta contienda porque me preocupa la seguridad, que ha sido muy mal gestionada y no podemos seguir así, somos la ciudad más violenta del país y eso está afectando el desarrollo económico y el bienestar de la población. La corrupción tampoco da espera y los dos requieren nuevos modelos. No es comprando 50 camionetas y 58 motos que vamos a atender la seguridad de Cali y no es aliándonos con los mismos grupos políticos que están gobernando como vamos a combatir la corrupción.
¿Se puede ser alcalde de Cali sin contar con maquinaria política?
Sí, porque el voto es secreto. Tú vas a la urna y marcas el que consideres que debe ser. Las maquinarias pesan mucho en Concejo y Asamblea, pero no para alcalde o gobernador.
¿Cómo llegarle a esa gente que dice ‘no quiero más de lo mismo’?
La campaña empezó muy temprano, hay personas que llevan ocho meses y eso representa un desgaste para ellos y un desinterés para la ciudadanía. La gente se enfoca en la contienda electoral casi que el último mes y ahí hay que sacar las propuestas. Hacerlo ocho meses antes y gastarse un montón de recursos en publicidad, tratando de llamar la atención de la gente, no es efectivo. Por eso, a pesar de la baraja de candidatos, todavía vemos un alto porcentaje de ‘no sabe, no responde’. El electorado no está en el momento de fijarse en la propuesta seria, también dando tiempo a que se den alianzas.
¿Pero un mes no es poco para una persona que no ha hecho política?
Sí, pero otros candidatos, aun con más reconocimiento, iniciaron campaña mucho antes y hoy están anunciando que van a salir de la contienda, porque es un desgaste físico, económico, emocional, y su propuesta no caló. Hay que medir muy bien los tiempos y ser efectivo al llevar la propuesta a la ciudadanía.
¿Qué piensa de las dos mujeres en la contienda por la Alcaldía?
Total admiración y respeto, espero que lleguen hasta el final. Lo de Diana Rojas es muy loable. De Miyerlandi soy más crítico: no puede ser que exfuncionarios de esta Administración, con ese nivel de aprobación, tengan la osadía de salir a proponer soluciones a lo que ellos mismos crearon.
¿Estaría abierto a una posible alianza con Diana Rojas?
No para hacer una alianza, pero su trabajo me parece importante, mantuvo su independencia, no aceptó mayores alianzas, va cabalgando su campaña sola y en estos días leía que alguien decía que la pregunta no es si va a ser alcaldesa, sino cuándo. Me parece que está continuando una carrera política muy interesante.