El pasado fin de semana la Policía del Valle del Cauca interceptó en el municipio de Roldanillo una camioneta Toyota plateada, de alta gama, que en su interior contenía 590 kilogramos de marihuana tipo creepy. El vehículo, que había sido hurtado en Cali el pasado mes de diciembre, tenía placas falsificadas de la Unidad Nacional de Protección (UNP).
El conductor del automóvil evadió dos operativos de control en vías del Valle, por lo cual encendió las alertas del personal de Tránsito y Transporte que realizaron un ‘plan candado’ para evitar la fuga del hombre.
En medio de la persecución, el sujeto de 25 años que conducía la camioneta terminó en una zanja, lo que permitió su captura por los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
Según el coronel Ever Yovanni Gómez, comandante de la Policía del Valle, en lo que va del año ya son 16 las camionetas de alta gama interceptadas en las carreteras del departamento con cargamentos de estupefacientes. En total, las autoridades han incautado 9 toneladas de distintas sustancias alucinógenas al interior de estos vehículos.
Falsificación de placas
Luego de que en diciembre pasado una camioneta de la UNP fuera retenida y en su interior hallaran 150 kilos de cocaína, los ojos de las autoridades y la opinión pública están sobre este tipo de camionetas de alta gama, pues se han convertido en las preferidas por los narcotraficantes para evadir los diferentes controles de las autoridades en el territorio nacional.
Para el experto en seguridad nacional Jhon Marulanda, los traficantes de droga utilizan el nombre de la Unidad Nacional de Protección porque esta entidad tiene el 80 % de las camionetas de estas características en el país, lo que les da cierta invulnerabilidad a la hora de que las autoridades en las carreteras las detengan.
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También sostuvo que la UNP es la encargada de proteger a personajes de cierta relevancia, lo que ayuda a no levantar sospechas.
Por su parte, el experto en seguridad Néstor Rosanía, afirmó que el nombre de esta entidad es utilizado ya que es de las pocas del país que “tiene vehículos oficiales en todo el territorio nacional y por su categoría de seguridad y escolta, se le dan ciertos privilegios en las carreteras”.
Sin embargo, analista de seguridad Alberto Sánchez, explicó que un asunto importante es el control que hacen en algunos retenes, pues muchos omiten la revisión de vehículos que pueden ser directamente de la UNP o blindados, y esto no es algo que ocurra únicamente en el Valle, sino en todas las vías del país.
¿Por qué no camuflaron la droga?
Al ver la fotografía del registro de la marihuana incautada, llama la atención que los 590 kilos se podían ver tan solo al abrir una de las puertas de la camioneta, ya que los traficantes no intentaron tan siquiera ocultarla en algún compartimento del vehículo, situación que ha generado múltiples hipótesis en torno a este aparente descuido por parte de los delincuentes.
Para Jhon Marulanda, esto corresponde a que las carreteras del Valle son las vías preferidas de los narcotraficantes para transportar la droga debido a que la geografía del departamento no facilita que se haga por medio de ríos. Según el experto, no se debe descartar un entramado de corrupción en las autoridades encargadas de vigilar las vías del departamento.
Para Alberto Sánchez esto puede tener múltiples explicaciones. La primera de ellas puede ser la desidia de los delincuentes que, confiados en que no serían detenidos por las autoridades debido al tipo de camioneta y las placas falsificadas simulando una entidad estatal, simplemente dejaron el cargamento el interior del vehículo. Otra hipótesis puede ser la utilización de un “cargamento descarado como señuelo con el fin de pasar encomiendas más grandes o distraer a las autoridades de un hecho peor”.
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Una visión similar tiene la investigadora Claudia Gómez, pues aseveró que para ella ese cargamento de marihuana hace parte de lo que “hay que perder en el negocio y de lo que tiene que parecer obvio ante los ojos de cualquiera para que se incaute rápidamente mientras se tienen otros esquemas de movilidad de drogas funcionando”.
Sin embargo, dice Néstor Rosanía, que los 590 kilos de marihuana representan un número elevado como para que sea entregado fácilmente a las autoridades, y recalcó que cuando un traficante va tan cargado es “porque está seguro de que hay un corredor de movilidad que lo está protegiendo”. Para el experto, la más de media tonelada de droga es un cargamento grande y todo apunta a que la logística falló.