Integrantes del Ejército ubicaron, y después destruyeron, una poderosa carga explosiva que fue ubicada por disidencias de las Farc sobre la vía que comunica el sector de Piedra Sentada con la vereda El Hoyo, al sur del departamento del Cauca.

Los dos uniformados se salvaron de morir luego de quedar por fuera de la onda expansiva que se formó tras la activación de una motobomba en la población de El Bordo, El Patía. | Foto: Suministrada

“Los pobladores se percataron de la existencia de este explosivo, y para evitar atentados contra los soldados y policías que patrullan por el sitio, alertaron de la existencia del mismo a la línea 123, por eso se logró su ubicación a tiempo, evitando afectaciones a la misma comunidad, como a los uniformados”, explicaron integrantes del Ejército.

Después, y en la verificación del caso, comprobaron que se trataba de un fragmento de tubo de PVC acondicionado con explosivo R1 y metralla, con un sistema de activación con cordón detonante.

Milicianos del frente Carlos Patiño de las Farc fueron los responsables de este ataque, el cual cobró la vida de una de las perritas que fueron adoptadas por los uniformados que laboran en esta parte del sur del Cauca. | Foto: Suministrada

De hecho, y como bien lo confiesan los integrantes de la fuerza pública que laboran en esta parte del país, en los municipios del sur del Cauca existe un plan para atacar a los policías que laboran en municipios como El Patía, de ahí que hasta el momento son cuatro los atentados con explosivos contra los integrantes de esta institución que se han registrado en los últimos dos meses.

“Sabemos que detrás de estos ataques está alias Farley, uno de los cabecillas del frente Carlos Patiño de las Farc, quien busca afectar de esta forma a la fuerza pública como retaliación por la operación Perseo que se adelanta en la zona rural del municipio de Argelia”, explicaron integrantes de la Policía que labora en poblaciones como El Bordo y quienes pidieron mantenerse en el anonimato.

La Mocha era parte del grupo de perritos adoptados por los uniformados que labora en la subestación de Policía del corregimiento de Patía, zona rural del municipio del mismo nombre. | Foto: El País