La ola de ataques que en los últimos meses ha realizado el ELN en varias regiones del país, según analistas, tiene varias explicaciones: el cambio de mando, la retaliación por la muerte de uno de sus jefes, el interés en incidir en la próxima campaña presidencial, el debilitamiento de la estructura y la disputa por control territorial.
Las acciones armadas se intensificaron desde julio del año pasado, cuando se anunció el retiro por razones de salud de su máximo jefe, alias Gabino, y asumió el mando ‘Antonio García’, quien representa el sector más guerrerista de esta organización.
De acuerdo con el Centro de Recursos para Análisis del Conflicto (Cerac) para agosto y mediados de septiembre el ELN protagonizó 16 hechos violentos entre el asesinato de líderes sociales, ataques a la Fuerza Pública y secuestro de civiles y soldados.
Según una alerta de la Defensoría del Pueblo, emitida este viernes, en Cali hace presencia el ELN con el Frente de Guerra Omaira Montoya y con células urbanas.
No obstante Jorge Luis Yarce, analista y docente de la Universidad Central de Bogotá, explica que no necesariamente es que haya un cambio radical hacia una tendencia más militar sino que la situación actual “genera tensión en sus estructuras y las hace mucho más reaccionarias”.
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“Hay que tener presente que el mando de este grupo no es piramidal; está conformado por células medianamente ‘pares’ y autónomas, lo que hace difícil la imposición de una línea. Hay que tener en cuenta, además, los malos resultados de los acercamientos de La Habana; las órdenes de captura internacional; los mayores cercos institucionales y la mayor competencia criminal, que los pone en jaque”, explica Yarce.
Esa competencia criminal en diversas regiones por el control territorial y el manejo de las economías ilícitas, especialmente el narcotráfico y la minería ilegal, ha dado origen a sangrientos combates en el Pacífico, la región del Catatumbo y la frontera entre Colombia y Venezuela, donde hubo cerca de medio centenar de muertos recientemente.
Autoridades y organismos multinacionales consideran que el ELN tiene hoy unos 2450 hombres, de los cuales unos 1100 estarían encargados de operar en territorio venezolano.
La muerte de ‘Fabián’
El accionar terrorista del ELN también cobró más fuerza tras la muerte de alias Fabián, comandante del Frente de Guerra Occidental, ocurrida en septiembre durante un bombardeo en el Chocó.
‘Fabián’ alcanzó a ser trasladado a Cali para brindarle atención médica pero falleció en una clínica del sur de la ciudad. Luego de confirmar su muerte, el ELN anunció represalias contra miembros de la Fuerza Pública.
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Desde entonces se han registrado ataques terroristas de este grupo armado en el que han fallecido integrantes de las Fuerzas Armadas en departamentos como Arauca, Antioquia y Norte de Santander, y decenas han resultado heridos.
El más reciente de esos ataques contra uniformados por parte de esta guerrilla fue el atentado del pasado 7 de enero en Cali, cuando fue activada una carga explosiva al paso de un camión que llevaba agentes del Esmad por el sector de Puerto Rellena, en el Oriente de la capital del Valle.
Al rechazar el ataque, en el que resultaron heridos trece uniformados, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, aseguró que este hecho obedece a un intento del grupo armado ilegal por afectar las elecciones presidenciales y Legislativas.
Según el Primer Mandatario, “es claro su interés de incidir en el proceso electoral de este año con el apoyo de dictaduras socialistas y comunistas. Colombia no se doblega ni se doblegará jamás ante el terrorismo y nuestro Gobierno jamás premiará a los terroristas”.
A mediados de agosto del 2021,
el jefe de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, reveló que se expidió circular roja de Interpol a 15 jefes del ELN.
Incidencia política
En la misma línea de Duque, se pronunció el analista John Marulanda, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro, Acore, quien asegura que lo que busca el ELN con esta oleada de ataques “es desestabilizar el país en esta época preelectoral y generar perturbación para que los electores en medio de esta confusión voten por la opción que más les favorece que es la izquierda”.
“El ELN pese a que está en inferioridad de condiciones armadas frente al Estado, sigue adelantando este tipo de actividades terroristas e incrementándolas gracias al apoyo que por primera vez le da el Gobierno de Venezuela a esta organización, a la que envió el gobierno de Nicolás Maduro a establecer el orden en el Arco Minero del Orinoco, entre Amazonas y Bolivar; de modo que ahí está el ELN con cinco emisoras clandestinas de honda corta repartiendo las bolsas (de alimentos) Clap, estableciendo retenes y cobrando peajes a lo largo de los siete departamentos en la frontera de Venezuela con Colombia”, señala Marulanda.
El interés en las próximas elecciones presidenciales y demostrar que sigue fuerte, agrega Yarce, “es definitivamente buscando consolidar un camino para desarrollar con el nuevo gobierno, al que sin duda apuestan por una postura de izquierda, que les tienda la mano para la construcción de algún tipo de pacto o de acuerdo”, concluye.