En la noche de este sábado se registró un nuevo ataque contra la población indígena del Cauca, tras el asesinato de un joven en la vereda Loma Linda, del municipio de Toribío, según confirmó el Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric.

Se trata del joven Alexander Vitonas Casamachín, de 18 años de edad, que se suma a la trágica lista de la tragedia que enluta por estos días al departamento colombiano, tras el asesinato de cinco miembros de la guardia indígena en Tacueyó, en el mismo municipio caucano.

Este es el segundo ataque a la población indígena durante esta semana en Toribío, donde el pasado 29 de octubre fueron asesinados la gobernadora del resguardo de Tacueyó, Cristina Bautista, y otros cuatro comuneros en medio de una emboscada al vehículo en que se movilizaban por la zona rural.

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En total van 54 indígenas asesinados en lo que va de 2019, entre ellos 15 guardias, cinco autoridades y una líder espiritual, casi todos bajo las mismas características de los ataques: sujetos emboscan los vehículos que movilizan los comuneros, para después atacarlos con fusil y explosivos.

El Gobierno Nacional, que hizo presencia esta semana en el departamento, anunció 2500 hombres del Ejército para esta región del país, con el fin de intensificar los operativos y velar por la seguridad de los indígenas. Sin embargo, el anuncio no cayó muy bien entre los comuneros.

Además, la propia Organización de las Naciones Unidas, ONU, también rechazó la medida de respuesta frente a la ola violenta, por no considerar que sea la mejor forma de atacar la difícil situación que se vive en el territorio contra las poblaciones étnicas.

Ante eso, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, se refirió de nuevo al tema este sábado desde Armenia, Quindío, donde reiteró que la intención del Estado no es invadir las creencias ancestrales, pero que para protegerlos se necesita de la colaboración.

“Muchos de esos bandidos quieren meterse a los resguardos porque saben que ahí hay más dificultad de acceso por parte de la Fuerza Pública, se quieren aprovechar de todas esas limitaciones o más que limitaciones, se quieren valer de la situación de cosmovisión de las comunidades para tratar de intimidarlos a ellos y protegerse”, agregó el mandatario.

El jefe de Estado señaló que entiende la cosmovisión y la ancestralidad , pero que su deber es proteger a todos los colombianos, incluyendo, las comunidades indígenas. Sostuvo que no va a descansar hasta que no se libere el norte del Cauca de los grupos criminales combatiéndolos con la Fuerza Pública, pero también con oferta institucional.

“Que quede claro que en esa región vamos a llegar con la Fuerza de Despliegue #4 para proteger y ejercer control territorial, para romperles la cadena de suministro del narcotráfico y para desvertebrar a la ‘Dagoberto Ramos’ y la ‘Jaime Martínez’, pero no lo hacemos solamente con la idea de presencia militar, vamos a seguir llegando a esa zona con la intervención social del Estado”, puntualizó.

El presidente reiteró que la situación de violencia que atraviesa el Cauca se debe al aumento de cultivos de uso ilícito entre los años 2015 y 2018, antes de su gobierno. Dijo que en estos momentos disidentes de las Farc y otros grupos quieren apropiarse del territorio, intimidando a las comunidades indígenas.

Tanto la ONU como la ONIC le pidieron al Gobierno buscar una solución integral a la situación que atraviesa el Cauca, donde esta semana se presentaron dos masacres en contra de la población civil, y no solo aumentar el pie de fuerza en ese territorio, argumentando que la militarización no es la solución, como ya se ha demostrado en años anteriores.