Las bandas delincuenciales cada día inventan nuevas formas para poder cometer sus delitos sin ser descubiertos, muestra de ello es la forma en la que operaba la banda ‘El Parche’, la cual comercializaba drogas en alimentos.
Esta banda fue desarticulada por la Policía Metropolitana de Cali, debido a que tenían toda una estrategia para inducir a los niños y niñas de la ciudad al mundo de la droga.
“Después de seis meses de investigación, agentes encubiertos dejaron en evidencia el accionar ilícito de la estructura delincuencial de ‘El Parche’, lo que permitió llevar a cabo seis diligencias de allanamiento en los barrios Antonio Nariño, Calima, La Esperanza y Los Andes, donde se estaba produciendo la droga tipo comestible que posteriormente era comercializada a través de redes sociales y distribuida en la modalidad de domicilio”, informó la Policía Metropolitana de Cali.
Según las autoridades, esta banda delincuencial tenía el primer laboratorio urbano clandestino de marihuana hidropónica que ha sido desmantelado en Cali, lo que da una muestra del alcance que tenían.
“En redes sociales presentaban la droga con mucho colorido, golosinas inofensivas, utilizaban música, mensajes y personajes de caricaturas para llamar la atención, en especial de niños, niñas y adolescentes para inducirlos al consumo de estupefacientes, estos comestibles, también representaban un alto riesgo para la salud de las personas”, recalcaron las autoridades.
En los allanamientos se logró encontrar cocinas, laboratorios, plantaciones de marihuana, un arma traumática, 10 brownies, 32 gomas, paquetes de frituras con logos de cannabis, 28 gramos de chocolate (todos los anteriores a base de marihuana) y 850 gramos de marihuana exótica que sobrepasa 10 veces el costo de la tradicional.
“Entre los capturados se encuentran dos hombres de ciudadanía extranjera; tres mujeres conocidas en el mundo delincuencial como ‘Erika’, ‘Valeria’ y ‘Daniela’, esta última contaba con medida de detención domiciliaria por el delito de hurto, y un hombre de 58 años y su hijo de 28, quienes habían acondicionado la terraza de su vivienda para cultivar de manera clandestina el alucinógeno, convirtiéndolo en una sustancia exótica.
Los productos con droga eran vendidos en zonas aledañas a ambientes escolares en el barrio Alameda, además del Bulevar del Río, parque Dakota
“Un Juez de Control de Garantías les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a todos los capturados por los delitos de concierto para delinquir agravado, tráfico de estupefacientes y en uno de los casos, instrumentalización de menores para la comisión de delitos”, concluyó la Policía.
Desarticulación de ‘Los Queseros’
La Fiscalía General de la Nación capturó a 16 personas pertenecientes a la banda de ‘Los Queseros’, entre ellos un menor de edad.
Las capturas fueron realizadas por la Fiscalía General de la Nación, y fueron adelantadas luego de que un juez de control de garantías profirió medida de aseguramiento privativa de la libertad en contra de los implicados.
“De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, estas personas formarían parte de la estructura criminal, la cual comercializaban marihuana y cocaína, en la modalidad de menudeo o pequeñas dosis, especialmente en el barrio El Diamante y sus alrededores, de la Comuna 13 de esta ciudad”, informó la Fiscalía General de la Nación.
“Las labores de policía judicial adelantadas por el CTI y la Policía Nacional, le permitieron a la Fiscalía establecer que las drogas provenían del departamento del Cauca, eran recibidos por integrantes de los Queseros y estos al parecer utilizaban algunos inmuebles para el almacenamiento y comercialización de los mismos”, detalló la Fiscalía.
Las labores de investigación y seguimiento a esta banda se hicieron en un lapso aproximado de seis meses, en donde incluso se recolectaron algunas pruebas en video por parte de agentes infiltrados, en los que se puede ver la forma en la que los integrantes de esta estructura criminal vendían los estupefacientes a las personas a plena luz del día y en sitio abiertos al público, sin importar la mirada de otras personas.