El papa Francisco reveló en su autobiografía Esperanza que se escapó de sufrir dos atentados durante su viaje a Irak de marzo de 2021. En uno de estos intentos estaba el plan de acabar con su vida utilizando a una “mujer bomba”.
“La policía había alertado a la gendarmería vaticana sobre una información recibida de los servicios secretos británicos: una mujer cargada de explosivos, una kamikaze, se dirigía a Mosul para inmolarse durante la visita papal”, escribió Francisco en su autobiografía, la cual se publicó en enero en más de 80 países.
“Y también se lanzó una furgoneta a toda velocidad con la misma intención”, agregó, en uno de los extractos del libro.
A pesar de esto el viaje del Pontífice continuó como estaba previsto. Se reunió con con las autoridades del país en el palacio presidencial de Bagdad y allí se encontró con obispos, sacerdotes, religiosos y catequistas la catedral católica siria de Sayidat al-Nejat, que en español traduce Nuestra Señora de la Salvación, “donde once años antes habían sido asesinados dos sacerdotes y cuarenta y seis fieles para los cuales está en curso la causa de beatificación”, explicó el Papa.
Tanto la kamikaze como el conductor de la camioneta fueron interceptados y abatidos por la policía iraquí posteriormente, lo que impactó profundamente al religioso.
“Casi todo el mundo me desaconsejó ese viaje”, escribió Francisco, que actualmente tiene 88 años, “pero quería llegar al fondo, sentí que tenía que hacerlo”.
Antes de llegar al palacio presidencial, el Papa visitó la ciudad santa de Náyaf, que es el centro histórico y espiritual del islam chií, donde está ubicada la tumba de Alí, primo del Profeta. Allí se encontró con el ayatolá Ali al-Sistani, reunión que la Santa Sede preparó por dos años y que ninguno de sus predecesores pudo concretar, esto representó un avance importante en las relaciones interreligiosas.
“El ayatolá al-Sistani me recibió fraternalmente en su casa, un gesto que en Oriente es más elocuente que las declaraciones y los documentos, porque significa amistad, pertenencia a la misma familia. Fue bueno para mi alma y me hizo sentir honrado: el ayatolá nunca había recibido a jefes de Estado y nunca se había puesto en pie. Sin embargo, aquel día fue muy significativo que conmigo lo hiciera varias veces y, en señal de respeto, yo le correspondí descalzándome antes de entrar en su casa”, aseguró en su autobiografía.
El líder religioso le pareció muy sabio y con voluntad pacífica, además habló sobre hermandad y el respeto a todos los seres humanos.
La histórica visita de tres días a Irak, del 5 al 8 de marzo de 2021, estuvo rodeada de grandes medidas de seguridad, en un país donde las células yihadistas clandestinas estaban entonces en plena actividad.
A pesar del peligro el papa cruzó todo el país y visitó Bagdad, Mosul y Qaraqosh, en el norte, una zona con presencia yihadista.